Como si nada, en su libro más
controversial -al menos de los que publicó en vida-, C. G. Jung deja una nota
al pie:
La plegaria, por
ejemplo, refuerza el potencial del inconsciente, de esta forma se explica
el a veces inesperado poder de la plegaria.
(Respuesta a Job,
p. 94)
La plegaria -o la oración o el rezo-, nos
dice Jung, nos hace entrar en relación y tensión dinámica con el inconsciente.
Esto es muy importante, pero es necesario explicarlo. Jung considera que el
inconsciente es la fuente de instintos, imágenes y hasta propósitos no sólo
individuales sino también colectivos, es "el tesoro espiritual de la
humanidad", un gran océano en el que está registrada toda la historia
de la humanidad y posiblemente del cosmos. Un fondo que además parece tener una
intencionalidad o propósito, que es unificar la psique, integrar los opuestos,
hacer completo al ser humano, algo que es equivalente a lo que en la
tradición cristiana es llamado teosis -la divinización del
hombre- y en el hinduismo es la realización del Atman. Jung, sin
embargo, no afirma que el hombre se convierta en dios a través de la
manifestación de su inconsciente, sino que el inconsciente en su hacerse
consciente produce imágenes similares a las que se han generado en las grandes
religiones y que dicho proceso es acompañado de un efecto numinoso, o de una sensación
de encontrar sentido en la vida.
A lo largo de su obra Jung sostiene que
el inconsciente es algo así como un monstruo divino, maravilloso y
terrible que responde a nuestra atención e interés. Rezar es una forma de
ponerle atención a este fondo de energía e inteligencia misteriosa que es
parte de nosotros -la parte más grande de lo que somos, "el socio
mayoritario"-. Esto mismo puede ocurrir, por ejemplo, cuando realmente
hacemos un esfuerzo por acordarnos de nuestros sueños: algo se agita en lo hondo
y empieza a simbolizar (el inconsciente se comunica a través de símbolos o
imágenes que comunican algo inefable y trascendente). Rezar es en cierta forma
rezarnos a nosotros mismos, pero en nosotros mismos hay una fuerza desconocida
y autónoma, la cual puede imponerse sobre nuestra voluntad y darle sentido a
nuestra vida. Una fuerza a la vez ctónica, celeste, titánica y demoníaca.
El ser humano sólo encuentra verdadero sentido cuando se siente parte de algo
más grande que su ego.
En una carta a un paciente, Jung
escribió: "He pensado mucho sobre la plegaria. Ella -la plegaria- es muy
necesaria, ya que hace que lo trascendente en lo que pensamos y conjeturamos se
convierta en una realidad inmediata y nos sitúa en la dualidad del ego y el
Otro oscuro". El inconsciente es, por lo menos mientras no se ha
hecho consciente, lo trascendente, un aspecto trascendente de la existencia, a
la vez íntimo y elusivo. Este diálogo nos abre a la posibilidad de experimentar
que no somos meramente un ego; hay algo más, un Otro. En el diálogo con el
inconsciente, que es el diálogo con lo trascendente, dice Jung, se abre la
puerta a "toda una esfera de conocimiento y experiencia a través de
la que todas las funciones, todas las ideas, logran entrar a un lado de nuestra
conciencia ordinaria". Como abrir la bóveda de los tesoros del mundo de
los arquetipos. Así, rezar puede ser una forma de practicar lo que Jung llamó la imaginación activa o la función trascendente, que es una manera
de abrir paso al contenido que brota del inconsciente y su profundo manantial
de arquetipos. En cierta forma la oración es a la vida despierta religiosa lo
que los sueños son a la vida psíquica, un espacio en el cual se puede revelar
la vida interior, lo que yace oculto en nuestra psique y que
puede producir una experiencia numinosa, un encuentro con la radical
otredad de la que habla Rudolf Otto.
"El inconsciente quiere fluir
hacia la conciencia para alcanzar la luz", dice Jung en Respuesta
a Job; "Dios quiere hacerse hombre, pero no del todo". Hay
una fuerte tensión aquí, algo que obstaculiza que se repita el eterno mito
que, de alguna manera, siempre se está produciendo en el fondo: la encarnación
del Logos, la luz que ilumina las tinieblas, que debe ser finalmente
comprendida.
(pijama SURF)
(pijama SURF)
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