DOS ARTISTAS
DE LO IMPOSIBLE (*)
La Poesía -como
el Amor- es el Arte de lo imposible.
Saúl Ibargoyen
El nuevo libro de la poeta Hortensia Carrasco -una
escritora que, hay que decirlo, cada vez destaca mayormente por la notable
calidad de su trabajo- Semblanza de un Poeta, publicado muy
oportunamente por Ediciones Eón, se vuelve inmediatamente un volumen necesario
para entender y disfrutar a plenitud el inmenso legado literario del maestro
Saúl Ibargoyen, el poeta sembrador de poetas, que en los últimos cuarenta años
ha llevado a cabo una intensa labor a nivel continental, por escribir,
publicar, difundir y "tallerear", la más alta poesía contemporánea;
sin estridencias, ni vedettismos, vicios tan comunes en el mediocre mundillo
cultural de nuestro atribulado país. En Saúl, la tarea de autor y la de maestro
van intrínsecamente unidas, tanto que a veces se confunden: El maestro
somos todos, es una de sus congruentes sentencias, llevada
estrictamente a la práctica; al igual que la siguiente: Maestro es quien
aprende de los demás. El texto hace un amplio recorrido por la soda y
la obra del mexicano-uruguayo, Hortensia nos guía por los sabrosos recovecos de
una valiosa existencia con la lámpara dorada de su innata curiosidad de poeta,
y el maestro -nada tonto- por supuesto que se deja seducir por sus preguntas.
Es todo un controversial debate en la actualidad la relación entre vida y obra
en importantes creadores modernos; para algunos cínicos esta relación no tiene
la más mínima importancia, según ellos un autor puede escribir apasionadamente
sobre cualquier tema (libertad, derechos humanos, amor, justicia, etc.) pero en
su vida real y cotidiana NO está obligado a llevar a cabo lo que predica, o
puede hacer todo lo contrario. Uno de los ejemplos más claros y grotescos de
esta hipocresía es el pederasta Michael Jackson cantando sobre la felicidad de
los niños y un mundo mejor para ti y para mí, mientras en privado era un
notorio e impune abusador de menores, gracias a sus millonarias mordidas. Otras
graves muestras de esta digresión son el venerado ultraderechista Borges, o la
casi intocable Elenita Garro, defensora de la vergonzosa masacre de Tlatelolco,
existen pruebas históricas de ello, aunque sus fans lo nieguen. En lo personal
considero a estos inconexos artistas como verdaderos charlatanes, ya que
carecieron de la noble capacidad de congruencia, o sea practicar aquello que
tanto proclamaron en sus obras. Ibargoyen pertenece al grupo contrario, y el
libro de Carrasco deja constancia de ello, ya que nos muestra su constante
preocupación por mantenerse alerta, vanguardista -sobre todo en lo ideológico,
que es donde finalmente importa-, propositivo, comprometido con los mejores
ideales de la humanidad; lo cual en sí mismo, y dadas las adversas condiciones
que enfrentamos, es un acto de profundo heroísmo. Releí Semblanza de un
Poeta con renovado interés, tomando la suficiente distancia crítica para
juzgarlo objetivamente. Me satisfizo su estricta estructuración en breves e
intensos capítulos que avanzan desde el mítico espacio de la infancia, pasando
por los años formativos, la militancia, el exilio, la llegada a México, los
tiempos de alcohol, la poesía... todo entrelazado vivencialmente con títulos
importantes en la amplia oferta Ibargoyeana como son Poeta en Mexico City, La
Última Copa, El Torturador o Sangre en el Sur. Así, el libro
avanza como una sabrosa charla, confianzuda e íntima, enriquecida con
entrañables fotografías que nos pintan de cuerpo entero al "auctor".
Un brillante acierto de Hortensia Carrasco es conocer profundamente la obra de
su entrevistado, y saber entroncarla certeramente en el trayecto vital del
mismo. Semblanza de un Poeta es un escrito clave para ampliar
el conocimiento de la impactante literatura de uno de los últimos grandes
poetas-sabios latinoamericanos, en toda la grave extensión de la palabra. El
broche de oro de mis sentidas reflexiones es una cita de la página 73:
El capitalismo salvaje actual se esfuerza por
introducir en millones de mentes una concepción superindividualista y perversa,
al igual que una "teorización" que apunta no solo al presunto fin de
la Historia, sino a una aceptación de lo peor de la maldad, como algo
inevitable y que, en definitiva, justifica los más espantosos crímenes contra
nuestra especie y contra todas las especies. Hasta hay ciertas tradiciones de
brutalidad que por inercia abandonan esta "tesis". Escipión es
víctima y victimario. La negación de la armonía que la humanidad no deja de
soñar ni de buscar.
(*) Semblanza
de un poeta, por Hortensia Carrasco, Ediciones Eón, México,
2017.
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