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URUGUAY COMO PROBLEMA Y OTROS TRABAJOS - ALBERTO METHOL FERRÉ



VIGESIMONOVENA ENTREGA

La integración de América en el pensamiento de Perón (5)
Addendum:
El Proyecto ABC (1)
Alocución del Excelentísimo Señor Presidente de la Nación, General de División Juan Domingo Perón, ante Jefes y oficiales en la Escuela Nacional de Guerra, Buenos Aires, el 11 de noviembre de 1953.[32]
"Señores:
He aceptado con gran placer esta ocasión para disertar sobre las ideas fundamentales que han inspirado una nueva política internacional en la República Argentina.
Es indudable que, por el cúmulo de tareas que yo tengo, no podré presentar a ustedes una exposición académica sobre este tema, pero sí podré mantener una conversación en la que lo más fundamental y lo más decisivo de nuestras concepciones será expuesto con sencillez y con claridad.
El mundo moderno
Las organizaciones humanas, a lo largo de todos los tiempos, han ido, indudablemente, creando sucesivos agrupamientos y reagrupamientos. Desde la familia troglodita hasta nuestros tiempos eso ha marcado un sinnúmero de agrupaciones a través de las familias, las tribus, las ciudades, las naciones y los grupos de naciones, y hay quien se aventura ya a decir que para el año 2000 las agrupaciones menores serán los continentes.
Es indudable que la evolución histórica de la humanidad va afirmando este concepto cada día con mayores visos de realidad. Eso es todo cuanto podemos decir en lo que se refiere a la natural y fatal evolución de la humanidad. Si ese problema lo transportamos a nuestra América surge inmediatamente una apreciación impuesta por nuestras propias circunstancias y nuestra propia situación.
Es indudable que el mundo, superpoblado y superindustrializado, presenta para el futuro un panorama que la humanidad todavía no ha conocido, por lo menos en una escala tan extraordinaria. Todos los problemas que hoy se ventilan en el mundo son, en su mayoría, producto de esta superpoblación y superindustrialización, sean problemas de carácter material o sean problemas de carácter espiritual. Es tal la influencia de la superproducción y es de tal magnitud la influencia de la técnica y de esa superproducción, que la humanidad, en todos sus problemas económicos, políticos y sociológicos, se encuentra profundamente influida por esas circunstancias.
Si ése es el futuro de la humanidad, es indudable que estos problemas irán progresando y produciendo nuevos y más difíciles problemas emergentes de las circunstancias enunciadas.
Comida y materia prima
Resulta también indiscutible que la lucha fundamental en un mundo superpoblado es por una cosa siempre primordial para la humanidad: la comida. Ese es el peor y el más difícil problema por resolver.
El segundo problema que plantea la industrialización es la materia prima: valdría decir que en este mundo que lucha por la comida y por la materia prima, el problema fundamental del futuro es un problema de base y fundamento económicos, y la lucha del futuro será cada vez más económica, en razón de una mayor superpoblación y de una mayor superindustrialización.
En consecuencia, analizando nuestros problemas, podríamos decir que el futuro del mundo, el futuro de los pueblos y el futuro de las naciones estará extraordinariamente influido por la magnitud de las reservas que posean: reservas de alimentos y reservas de materias primas.
Ventaja de América
Esto es una cosa tan evidente, tan natural y simple, que no necesitaríamos hacer uso ni de la estadística y menos aún de la dialéctica para convencer a nadie.
Y ahora, viendo el problema práctica y objetivamente, pensamos cuáles son las zonas del mundo donde todavía existen las mayores reservas de estos dos elementos fundamentales de la vida humana: el alimento y la materia prima.
Es indudable que nuestro continente, en especial Sudamérica, es la zona del mundo donde todavía, en razón de su falta de población y de su falta de explotación extractiva, está la mayor reserva de materia prima y alimentos del mundo. Esto nos indicaría que el porvenir es nuestro y que en la futura lucha nosotros marchamos con una extraordinaria ventaja a las demás zonas del mundo, que han agotado sus posibilidades de producción alimenticia y de provisión de materias primas o que son ineptas para la producción de estos dos elementos fundamentales de la vida.
Si esto, señores, crea realmente el problema de la lucha, es indudable que en esa lucha llevamos nosotros una ventaja inicial, y que en el aseguramiento de un futuro promisorio tenemos halagüeñas esperanzas de disfrutarlo en mayor medida que otros países del mundo.
Notas
[32]  Contexto: En el año 1946, Estados Unidos mantuvo el bloqueo de armamentos contra la Argentina e intentó una acción similar en el comercio internacional de combustibles. Le molestaba la política de exportación de granos con que Perón favorecía a España y a Portugal. También quería impedir el crecimiento de la marina mercante. Pero sobre todo no deseaba que la Argentina organizara un bloque de países en el Cono Sur y además trataba de convencer a los ingleses de que no vendieran material bélico a nuestro país. En 1947, por lo pronto, los norteamericanos ya habían dado muestras de preocupación por lo que ellos consideraban un proyecto de Perón para organizar una federación de países del sur del continente. En un memorando fechado el 20 de mayo de 1947, el Director de Asuntos de las Repúblicas Americanas del Departamento de Estado, Ellis Briggs, observaba: “Existe, el peligro que la Argentina aspire a organizar un bloque del Cono Sur, bajo la dominación política y económica argentina”; y señalaba que los Estados Unidos debía oponerse a cualquier desarrollo que pudiera facilitar la formación de tal bloque. Desde el punto de vista británico, un informe titulado “Ambiciones argentinas en Sudamérica” del Foreign Office del 15 de febrero de 1949, daba cuenta que “No hay duda de que la mente del presidente Perón incursiona por las peligrosas honduras de la geopolítica. Al dirigirse a un grupo de estudiantes brasileños en julio de 1948 anticipó un tercer bloque de países latinos a ser liderado aparentemente por la Argentina, basado sobre una unión aduanera establecida primero entre las naciones sudamericanas y luego extendida a España, Portugal e Italia, incluso Francia -en otras palabras, un bloque latino. Este bloque parece asociado de cerca en la mente del General Perón con la Tercera Posición de la Argentina, como mediadora entre los Estados Unidos y Rusia”.
En 1951, con el seudónimo de Descartes había escrito el presidente argentino: “La batalla por esa nueva forma cultural se decidirá sin duda en el último cuarto del siglo XX. El año 2000 tendrá que llegar con el triunfo de las confederaciones continentales”. En ese mismo año, expresaba en otro artículo: “Ni Argentina ni Brasil ni Chile aislados pueden soñar con la unidad económica indispensable para enfrentar un destino de grandeza. Unidos forman, sin embargo, la más formidable unidad a caballo sobre los océanos de la civilización moderna. Así podrían intentar desde aquí la unidad latinoamericana con una base operativa polifásica, de impulso que no se detendrá”. En cuanto a la aproximación con Getulio Vargas, presidente de Brasil al comenzar la década de 1950, Perón buscaba la comprensión de la nación hermana reconociéndole la gravitación regional que posee. El 27 de mayo de 1947 Perón y el mandatario brasileño Eurico Dutra (que sucedía a Vargas tras sus primeros dos periodos presidenciales) inauguraban el puente internacional entre Paso de los Libres y Uruguayana sobre el río Uruguay, gracias al cual quedaban unidos ambos países por carretera y ferrocarril. Considerada obra monumental, era de las más importantes de América del Sur. Sin embargo, en esas relaciones predominaban recelo y desconfianza. Durante la presidencia de Dutra se creó la Escuela Superior de Guerra en 1947, que destinada a formar la élite para implantar las estructuras tendientes a lograr que Brasil alcanzara el rango de potencia mundial. En ese mismo año, el propietario de la revista O Cruzeiro, Assis de Chateubriand, había manifestado que “Uruguay es una provincia brasileña” y aconsejaba a ese país a retornar a “la comunidad brasileña”. En cuanto a los acuerdos económicos, en noviembre de 1946 se firmó un tratado entre ambos países, que acordaba el intercambio de trigo argentino por neumáticos, caucho crudo, y lingotes de hierro brasileño. A principios de 1953, Perón declaró al periódico brasileño “O Mundo” que: “Yo estoy por la constitución de una unión aduanera sudamericana, a fin de que formemos un bloque económico capaz de discutir sobre un pie de igualdad con las grandes masas económicas que se constituyen en otras latitudes. Es necesario que los latinoamericanos unan sus esfuerzos a fin de que la gran civilización de la cual son herederos no desaparezca absorbida por los eslavos y los anglosajones, constituidos actualmente en bloques antagónicos pero que, en cualquier momento, pueden unirse”. En la segunda quincena de febrero de 1953, Perón viajó a Santiago de Chile, donde formalizó un acuerdo de complementación de recursos y posterior unión aduanera, con una invitación a los pueblos latinoamericanos a incorporarse al pacto de Santiago. Mientras tanto, un memorando del Departamento de Estado explicaba en 1952 que A medida que la Argentina logre agrandar su posición mundial y prestigio, establecerse como líder de un bloque neutral de países (no limitado a América Latina) sostenedores de una Tercera Posición entre el comunismo y el imperialismo capitalista, y (convertirse) en líder de América Latina con apoyo suficiente como para oponerse a la influencia norteamericana, probablemente utilizará todos los medios a su disposición, hechos posibles, por la pasividad de los Estados Unidos, para socavar la posición norteamericana en América latina y atraer neutrales potenciales a su Tercera Posición. Las aspiraciones argentinas constituyen una amenaza positiva y continuada contra los objetivos y políticas de los Estados Unidos. Por ello parece necesario tomar medidas para neutralizar las actividades argentinas en tanto y en cuanto se oponen a las nuestras”:
En general, se proclamaron las siguientes pautas básicas de la Tercera Posición: (1) Respeto por la soberanía de los Estados, la autodeterminación de los pueblos, la solidaridad de las naciones, la solemnidad de los tratados y la supresión de todo colonialismo en América; América Latina es considerada una unidad continental y de destino; (2) No se llevó a cabo un enfrentamiento frontal contra los países dominantes, sino una táctica de negociaciones autónoma sin aceptar vasallajes o interferencias; (3) Posición cordial y equilibrada frente a la Unión Soviética, en línea con un pacifismo conciliador; (4) Se rehuyó el choque (aunque a veces se produjo) con los Estados Unidos, de quienes se aguardaba una nueva política económica para América Latina que no se produjo (tipo Plan Marshall) y se optó por negociaciones como la Misión de Ramón Cereijo al país del norte, la Ley de Inversiones Extranjeras, y el contrato con la compañía petrolera California; (5) Línea discreta y de abstención en muchas de las votaciones en los organismos internacionales (OEA – ONU); (6) Relaciones diplomáticas con casi todos los países, tanto del bloque occidental cuanto del oriental; (7) Divulgación internacional de esta doctrina nacional, ofreciéndola como posible salida sociopolítica para la comunidad mundial. Cabe destacar que en virtud de ello la Argentina peronista no adhirió a los acuerdos de la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos, como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIR), o al Acuerdo Internacional de Tarifas y Comercio (GATT).

Otros elementos: (1) Memorandum del Secretario de Estado Dean Acheson al Presidente de los Estados Unidos, Washington 1 Mayo, 1950: "Confidencial. Tema: Efectos en el Brasil de los sucesos en la Argentina y el significado de la posible elección de Vargas sobre las relaciones norteamericanas-brasileras. 1-Estimado de los efectos en Brasil de la mejoría en las relaciones entre los EEUU y la Argentina. Los posibles efectos en el Brasil han sido evaluados antes de considerar mejorar nuestras relaciones con la Argentina. Hemos dejado bien claro con los brasileños que estamos listos para ayudarlos de maneras apropiadas. Brasil ha sido incapaz de planificar proyectos y estará en cierto desorden hasta las elecciones de octubre. Históricamente el Brasil y la Argentina han competido entre sí por el liderazgo en Sud América. Dada su participación en la guerra, el Brasil esta convencido que merece consideración especial. Por lo tanto, cualquier intento que hagamos para mejorar las relaciones con la Argentina será criticado. /…/ Un amplio segmento de la prensa brasilera ataca amargamente a cualquier cosa que puede asistir al régimen de Perón. Otorgar asistencia económica a la Argentina puede convertirse en tema político en el Brasil, especialmente si Vargas se perfila como candidato presidencial. Vargas podrá criticar a Dutra por su intento poco exitoso de obtener asistencia económica de los EEUU, mientras la Argentina ha tenido éxito [en este sentido]." (2) Declaracion de Politica [por seguir] preparada por el Departamento de Estado: Secreto. Washington, 26 de Octubre de 1951. /…/ Punto C) Relaciones con otros estados: "Las relaciones de la Argentina con sus vecinos, aunque amistosa en la superficie, se caracterizan por una corriente de desconfianza por parte de estos últimos, por lo que sospechan constituyen los verdaderos móviles de la política exterior argentina y sus ambiciones económicas. Brasil y la Argentina están cada uno celoso del prestigio del otro en el hemisferio occidental y a través del mundo. Las relaciones norteamericano-brasileñas han sido tradicionalmente más amistosas que las relaciones norteamericano-argentinas. El Brasil tiende a resentirse de cualquier manifestación de estrechas relaciones entre los EEUU y la Argentina. La política de los EEUU entre ambos países es la de mantener estas rivalidades en su mínimo. Se estima que la política básica entre la Argentina y Chile es amistosa. Como resultado, los pequeños incidentes que ocurren de tiempo en tiempo acaban por ser solucionados rápidamente. El actual gobierno de Chile desconfía de Perón, creen que es inherentemente peligroso y nos lo ha informado. Los EEUU han indicado a Chile que no han visto señal alguna que soporte supuestos designios agresivos por parte de la Argentina hacia Chile y que Chile no ha ofrecido prueba alguna para sustentar estas aseveraciones. Paraguay: la posición preferencial geográfica e histórica de la Argentina en el hemisferio occidental puede, bajo ciertas circunstancias, conducir a intentos de dominación política. Esto, combinado con la rivalidad argentino-brasileña por mantener influencias sobre el Paraguay, puede acarrear serias fricciones entre la Argentina y el Brasil. Finalmente, la tendencia paraguaya de aprovecharse de esta rivalidad para su propia conveniencia tiende a involucrar a los países vecinos, quiéranlo o no. Por ahora estimamos que ninguna de estas fuerzas perturbadoras es una seria amenaza. La politica norteamericana es la de mitigarlas todo lo posible y en todo lo apropiado."

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