domingo

ENTREVISTA A ELÍSABETH KÜBLER-ROSS


JAMÁS OLVIDES QUE EL AMOR QUE NO ES INCONDICIONAL ES UNA FORMA DE PROSTITUCIÓN AFECTIVA Y DE QUE TODOS LLEVAMOS UN HITLER ADENTRO”


por Rosa María Vázquez Mellado
Elisabeth Kübler-Ross es mejor conocida por su trabajo concerniente a la muerte y su proceso; su fama ha sido bien ganada. Mas que cualquier otra persona en el mundo Occidental, Elisabeth ha ayudado a abatir el tabú que hasta hace cerca de 20 años, aislaba a los enfermos terminales, en una atmósfera de silencio nervioso. Mientras tanto, La Doctora nacida en Suiza, ideó un modelo de proceso de duelo:
Negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Escribiendo el clásico “Sobre la vida y la muerte” (así como un número de otros volúmenes referentes al tema)… difundió el tema de los hospicios en los Estados Unidos… y auxilió a millones de personas a aprender a ver la muerte “como una etapa final de crecimiento”, una parte integral de la vida misma.
La mayoría estará de acuerdo en que las lecciones que Kübler-Ross ha enseñado mientras ayuda a miles de pacientes terminales, puede significar algo para cada persona, ya que todos en algún momento hemos estado involucrados en la muerte de otros, incluso en la propia. Sus enseñanzas tienen una mayor relevancia en lo que refiere a su trabajo con las personas seriamente enfermas. Proporcionó sabios consejos acerca de cómo vivir de una manera más satisfactoria y positiva. Desde luego, una buena parte de su trabajo se difunde a través de talleres de 5 días llamados “Vida, muerta y transición”, impartidos a través de su Organización Shanti Nilaya… en la que se intenta ayudar a las personas a expresarse, a deshacerse de la hostilidad interior, miedos y culpa.
Cuando hace años varios de sus pacientes le dijeron que se habían transportado hacia una dimensión espiritual durante sus experiencias cercanas a la muerte, el trabajo de Elisabeth tomó otra dimensión. La una vez, Doctora-Científica no religiosa, inició una investigación acerca de la naturaleza de la muerte  y de la realidad de una vida posterior, subsecuentemente manteniendo su  apertura para lograr ser exitoso en el papel de consejero y  sanador. 
Y mientras el lector puede formar su propia idea acerca de las creencias religiosas de Kübler-Ross, esperamos que no pongan en saco roto el consejo de esta pequeña mujer en estatura, pero grande en consejos y sanadora del corazón humano.
Algunos años antes de la muerte de Elisabeth, Pat Stone, asistió a uno de los Talleres de Kübler-Ross, “Vida, Muerte y Transición”, posteriormente la siguió a Washington, D.C. y -más tarde- hasta su hogar en Escondido, California… para poder estar suficiente tiempo con Elisabeth y completar esta entrevista. Stone apunta: “El Taller al que asistí fue un teatro de catarsis, una lección que me movió en el dolor, y en el potencial de la existencia humana. La mayoría de nuestro grupo integrado por 70 personas fue motivado por la externalización de técnicas de negatividad que compartimos, y en muchos casos, utilizados para resolver heridas personales. Y a pesar de que Elisabeth siente que existen ciertas ventajas para superar los aspectos dolorosos, permitió que quienes así lo desearan, hicieran uso de sus propios recursos para superarlos.
Es ella una de las personas mas intuitivas, empáticas y amorosas que he conocido. Sin embargo, no es una persona de suaves modales, lo que exige es honestidad de parte de los participantes en el Taller. Por otro lado, ella permanecía con aquellas personas con necesidades especiales y cada vez que estaba con ella, encontraba el tiempo para responder a quienes constantemente se le acercaban solicitando ayuda. Aún durante la última parte de nuestra entrevista -cuando fuimos aislados en su casa de las montañas (donde de alguna forma encuentra tiempo para atender su jardín y cabras)- a menudo era interrumpida por llamadas telefónicas. (Después de aconsejar a una mujer a cuyo hermano habían asesinado recientemente, para manejar su duelo, Elisabeth le sugirió que intentara contactar al asesino. “Ese pobre hombre quien ha arruinado su vida, merece compasión, ve si le puedes ayudar en su dolor”.) Y sorprendentemente, encausa su energía en una dieta que generalmente consiste en menos de una comida completa al día, atribuyendo el cansancio al hecho de que le encanta trabajar, y a que una vez que limpias tus emociones negativas, descubrirás una abundancia de energía.
Sin que esto signifique que sea perfecta, debo concluir que, en mi opinión, Elisabeth Kübler Ross es una mujer en santidad.
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Elisabeth, usted es reconocida como un parte aguas en nuestra resistente cultura respecto a la muerte, y ayudando a las personas a aprender a aceptar el fin de la vida abiertamente, pero tendría yo que decir que después de asistir a su Taller durante  una semana, enfatizaré  que su trabajo se enfoca en la vida!
Por supuesto. La vida es la que es difícil. Las personas quienes han vivido en plenitud, nunca tienen miedo de morir. Así que es mucho más importante para mí enseñar a aceptar la muerte. De hecho, cuando comencé con lo que ahora es mi  trabajo de vida, no estaba siquiera preocupada acerca de cómo lidiar con la muerte e ir muriendo. No, cuando dejé mi hogar, una chica Suiza que esperaba llevar a cabo trabajo de ayuda en Alemania y Polonia al final de la II Guerra Mundial, quería aprender cuál era la causa por la que las personas asesinaron a cientos de miles de niños en los campos de concentración. ¿Cómo puede el promedio de hombres y mujeres -quienes también eran padres y madres– cometer estos actos sin compasión y después ir a casa y preocuparse porque sus hijos tienen varicela?
Pero, ¿de qué forma esa experiencia la ató en el trabajo que está haciendo actualmente?
En Maidanek -un campo de concentración donde 960 000 niños fueron asesinados- conocí a una joven judía cuyos abuelos, padres y hermanos habían muerto en las cámaras de gas. Ella se salvó sólo porque no hubo suficiente espacio en la cámara de gas. Como resultado de este horror, decidió sobrevivir… de manera que pudiera contar al mundo acerca de las atrocidades cometidas por la Alemania de Hitler. Aún así, me contó que cuando finalmente el ejército liberador arribó, se dio cuenta que ella no era mejor que Hitler, ya que estaba llena de odio y negatividad.
Esta joven tocó mi vida más que cualquier otra persona, enseñándome que hay un “Hitler” dentro de cada ser humano. Mi primera reacción fue “Oh, no…no dentro de mí! Yo soy una buena persona. Quiero ayudar al mundo”, pero poco tiempo después de conocerla, dejé Alemania y me dirigí hacia Polonia, donde una epidemia de tifus estaba en progreso. En ese momento no había  probado alimento durante 3 días, y de repente me dí cuenta que si un niño hubiera caminado cerca de mí con un pedazo de pan, ¡se lo hubiera robado!
Luego comencé a entender lo que mi amiga judía me había dicho. Como resultado, cuando regresé a casa, estudié medicina y traté de encontrar la manera de ayudar a las personas a eliminar cierta negatividad de sus vidas. Cuando me casé y vine a América, comencé trabajando -con mucho éxito- con enfermos crónicos,  esquizofrénicos supuestamente “sin esperanza”, y posteriormente  con niños multi-discapacitados. Y, conforme pasó el tiempo, comencé a involucrarme con el trabajo de “muerte e ir muriendo”, porque descubrí que a los enfermos terminales se les niega el servicio en las  Instituciones, de la misma manera que a los esquizofrénicos y a los niños con múltiples discapacidades. El personal del hospital siquiera sabía sus nombres, hablaban acerca de “páncreas en la habitación 17” cuando se referían a alguna persona. ¡Un ser humano con una familia e hijos, quien padecía de cáncer de páncreas!
Usted se ha dedicado a la atención de los enfermos más graves o emocionalmente afectados.
Creo que esto ha sucedido porque crecí en un hermoso hogar, pero siendo trilliza sentí que carecía de identidad. Uno de los recuerdos que vienen a mi memoria fue cuando mi padre bañó a mi hermana dos veces y me saltó a mí.
¿Es mejor  que en algunas ocasiones, los enfermos terminales mueran en casa?
Yo estoy a favor de permitir que los pacientes mueran en su hogar. Cuando has hecho todo lo posible por prolongar o salvar una vida, deberías permitir que las personas pasen sus últimas semanas en un ambiente familiar… un lugar en donde pueden recibir las visitas que deseen o apreciar el aroma de una buena sopa o café en la cocina, y en donde pueden tener su mascota favorita o ver a sus hijos o nietos jugar.
¿Cómo  saber cuando un paciente puede terminar sus días en su hogar?
Un buen médico deberá juzgar si en recomendable continuar con tratamiento médico y la familia necesita escuchar a los pacientes de manera que se enteren de las razones emocionales que implica trasladarlo a casa y saber si es o no lo correcto. Puedo recordar cuando le dije a una persona mayor acerca del gran esfuerzo que estábamos haciendo para salvarlo; él volteó y me dijo  “¿podrían tratar un poco menos?” Después de reírnos por su comentario, agregó: “Todo lo que quiero es que me dejen en paz. He vivido suficientemente y pienso tener derecho a estar en mi hogar”. Y tenía razón. Por otro lado, a pesar de que un paciente deprimido y con un cáncer, pero con buenas expectativas de entrar en remisión, debe ser aconsejado para permanecer un poco más en el hospital, en cuanto el tratamiento que le está ayudando, termina.
Me imagino a varias familias que son sobrepasadas por la situación de tener que cuidar a un enfermo terminal o crítico, en el hogar.
Sí, a menudo, las familias necesitan ayuda de alguien externo que les asista en el cuidado del paciente, de tal forma que si por ejemplo, la esposa pueda continuar asistiendo al salón de belleza, o el adolescente salga a distraerse unas horas. Es importante no convertir el hogar en una morgue, los familiares tienen que continuar haciendo su vida normal. Si esto  no sucede, estas personas quedarán exhaustas y muy amargadas.
¿Como encuentran los familiares algún ayudante?
Si realmente buscan, encuentran -quizás un vecino ó amigo- con el que se sientan a gusto tanto el paciente como los familiares. Por ejemplo, yo alguna vez pagué a un operador a un joven abogado Sueco, quien padecía esclerosis lateral amiotrófica. Estaba paralizado desde el cuello y no podía hablar. Su esposa y dos pequeños hijos estaban absolutamente agotados, y casi a punto de enviarlo a un hospital. El hombre percibió a desesperación de su familia, y con la ayuda de un tablero parlante, -una hermosa herramienta que ayuda a personas con parálisis a comunicarse- me pidió que acudiera a verlo.
Después de visitarlo, le pregunté a su esposa qué clase de ayuda necesitaría ella, que le permitiera continuar manteniendo a su esposo en el hogar. Ella respondió, “necesito alguien que cuide de él de las 20:00 a las  08:00hs, todas las noches, de manera que al irme a dormir por la noche, no tenga qué preocuparme. Continué con mis Talleres regularmente y en alguno conocí a un americano económicamente estable y que ha llevado a cabo lo que denomino como “workshopitis”, que son intentos de crecer y ser más espiritual, asistiendo a múltiples sesiones. Cuando este hombre me dijo lo que realmente quería, le informé que su primer trabajo comenzaría ese viernes en la noche, con jornadas de 12 horas diarias y sin paga. Se reportó con la familia y permaneció ahí trabajando hasta que el enfermo falleció, y todos los involucrados se sintieron inmensurablemente felices por este arreglo.
Pero el promedio de familias no tienen a Elisabeth alrededor, ni manera de contactar a este tipo de nobles personas.
¡No tienes que ser Elisabeth Kübler-Ross para hacerlo! ¡Pregunta! Difúndelo al través de grupos de la Iglesia, jóvenes guías o cualquier organización a la que estés afiliado. Existen siempre personas quienes quieren servir y ser necesitados. Mira… siempre encontrarás la ayuda que buscas.      
Elisabeth, ¿qué debiera hacer la gente  una vez que han  sufrido la pérdida de un ser querido?
Primero debes prepararte antes de que la persona fallezca. Enfrentar el hecho de que no somos eternos y saber que es tiempo de decir las cosas buenas antes de que sea muy tarde. Para simplificarlo, si amas a alguien, díselo.
¿Cuál es la diferencia entre esas emociones… y cómo se pueden manejar?
El duelo es un dolor simplemente natural, y la manera de manejarlo es permitirle llorar. Llegará el momento en que sanes si te das el tiempo necesario para estar triste y recordar.
La aflicción involucra un proceso de miedo, culpa y vergüenza, especialmente si piensan en cosas que quizás  no hiciste a la persona fallecida. La forma de deshacerse de esos sentimientos es compartiéndolos con alguien en quien verdaderamente confías. Si hablas de la vergüenza y culpa con honestidad, seguramente vendrá acompañado por llanto. Entonces, todo lo que hay que hacer es perdonarte a ti mismo, de la misma forma en que te permitirás dejar tus sentimientos fluir. Si no puedes deshacerte seguramente continuarás y prolongarás tu castigo hacia alguien más. La mayor parte de las veces en ti mismo. Y seguramente esa energía desperdiciada, terminará por enfermarte. 
En el taller a que asistí de “la vida, muerte y transición”, usted auxilió a personas a manejar su aflicción, a aprender a perdonarse a sí mismas. ¿Podría explicarme, para usted, cual es el propósito principal de esos talleres?
 LA ÚNICA FORMA DE SANAR AL MUNDO ES SANEARSE A SÍ MISMO. Estoy tratando ahora de mostrar a la gente cómo diagnosticar en sí mismos los impedimentos que les permitan ser mejores y trasmitir cosas positivas especialmente a los niños. Las personas saludables no reaccionan, actúan. Están en control de sus vidas. Si te vuelves un “impedido”, solo te la pasarás reaccionando ante los demás, mas nunca viviendo tu propia vida.
¿Existen otros sentimientos negativos?
Como yo lo veo, existen 5 emociones naturales… y cada una de ella tiene su contraparte negativa, no natural. La primera emoción positiva básica es el miedo… la cual es un regalo de Dios que ayuda a preservar nuestras vidas. De cualquier forma, creo que las dos únicas naturales son el miedo a fallar y el  miedo a los ruidos fuertes. Todos los demás -incluyendo la preocupación a  lo que los vecinos piensen de ti, tener miedo a tu jefe y otras fobias- no son naturales, ya que todas filtrarán tu energía hacia una salud enfermiza.
¿Cómo puede una persona deshacerse de los miedos no naturales?
¡Grita! Si vives en una ciudad, vete al bosque. Si viven en un apartamento en Nueva York, sube a tu  coche, cierra las ventanas, maneja en la carretera… y grita hasta tu límite. Cuando lo haces, puedes contactarte nuevamente con los horrores que has reprimido. Vas a sentirte  muy bien, y te alimentarás de consuelo.
La segunda emoción natural que es la aflicción, es también un regalo de Dios y ayuda a manejar todas esas muertes pequeñas a lo largo de nuestra vida. Y las lágrimas son la bendición que nos ayudarán a deshacernos de la aflicción. La culpa por supuesto, es el sentimiento menos natural... y sólo he mencionado algunas maneras de manejarla.
La tercera emoción natural es el enojo. Esta también, es un regalo de Dios. Es mi opinión, que el enojo natural dura sólo 15 segundos. Cuando tú estas enojado por un período mayor, es porque te has saturado de remanentes, es decir, enojo no procesado de otras ocasiones. Si no te deshaces de eso, terminarás como una cubeta rasa, de odio, hambre de venganza y eventualmente te enfermarás.
¿Cómo eliminas el enojo y la ira reprimida?
La mejor manera es, tomar un trozo de manguera y golpear con furia en un colchón o una almohada viejos. Tienes que verbalizar tus sentimientos mientras que haces esto… no puedes sólo golpear en silencio hasta que tus músculos se cansen. Y no temas actuar violentamente o sobreexcitado cuando esto suceda porque no estás lastimando a alguien, por el contrario probablemente estás evitando que un futuro puedas lastimar a alguien.
Ahora bien, todas estas técnicas trabajan mejor si por lo menos la primera vez tienes a alguien quien te ayude a  sacar tus sentimientos. Tiene que tratarse de alguien compasivo, que no te sermoneé ni te haga sentir culpa.
¿Cómo podemos saber qué es lo que nos está causando ese enojo reprimido?
Mantén un diario y anota cada vez que sobre-reacciones hacia alguien. Después de un tiempo, comenzarás a ver en tu registro qué tan recurrente es y cuánto te molesta. Deja que te cuente lo que me pasó a mí auna vez. Hice un taller en Hawai, y estaba programada en  la temporada de Pascua, fecha en la que yo quería estar con mi familia. El hombre que lo organizó era un tacaño que nos cobró cada hoja de papel que utilizábamos para nuestros dibujos espontáneos, a 50 centavos y 10 ctvs. más por crayola usada… 25 ctvs por cada taza que utilizábamos para café. Si me hubiera pedido un centavo más, lo hubiera matado ahí mismo, de veras. ¡Y he aquí a la “buena persona” quien viaja alrededor de todo el mundo enseñando amor incondicional!
Cuando regresé  a casa, estaba tan desgastada y absorta en mi enojo, que casi me enfermo. No sabía el porqué de mi disgusto, excepto que sentía “alergia hacia los tipos corrientes”. En algún momento mis colegas de Shanti Nilaya se acercaron a preguntarme cómo me había ido en el Taller, y sólo contesté, bien, bien, bien, endemoniadamente bien.
Actualmente una de nuestras reglas en Shanti Nilaya es que todos debemos deshacernos de asuntos no terminados y negatividad reprimida. Pero otra regla es nunca preguntar más de tres veces algo, pues si lo hacemos, podemos quitarle a la persona la posibilidad de evitar el tema. En lugar de insistir en el tema, me preguntaron dulcemente, “bien, entonces platícame de tu visita del conejo de Pascua”. Eso sacó el corcho de la botella, y exploté. Después de 8 hrs. de llanto y hablar con mis amigos, pude vaciar un mar de negatividad, que me remontó aún a mi infancia.
¿Sabes? Como ya les he dicho, mis padres nunca me dieron mucho afecto, así que eventualmente yo los rechazaba y desviaba mi amor hacia unas mascotas de conejitos que tenía. De vez en cuando, mi papá me pedía que llevara alguno de mis conejitos a la carnicería ya que a él le gustaba la carne de conejo., así que una vez hecho su trabajo, yo tenía que cargar con mi mascota adentro de una bolsa, cortada en pedazos.
Finalmente, tuve a  mi conejo favorito, negro; ese sobrevivió hasta que un día mi papá me pidió que lo sacrificara. Lo liberé de su jaula y traté de que huyera, pero como me quería mucho, no lo hizo, así que tuve que llevarlo al carnicero, quien al finalizar su trabajo me dijo “lástima que maté a éste, era coneja y estaba preñada. Sus conejitos nacerían la próxima semana”.
No dije una palabra durante la comida esa noche, pues yo estaba determinada a no permitir pues estaba determinada a no mostrar a mi familia, el enorme dolor que sentía. Luego, a través del intenso trabajo con mis amigos, pude liberar esa negatividad, incluso puedo bendecir ahora a ese individuo por ayudarme a aprender más acerca de mí misma.
Por eso digo que cada hombre y mujer está dentro de su propia prisión, por sus propios “conejillos negros”. Así que creo que si alguien más es un criminal, yo también lo soy.
Vamos a cambiar de tema, hablemos ahora a las otras dos emociones naturales. Qué son?
Los celos, la cuarta emoción natural al reprimirse, provocan envidia, y a menudo se asocia con vergüenza y culpa. Para deshacerse de esos sentimientos no naturales, tienes que tener la capacidad de reconocer cuándo actúas motivado por la envidia para tratar de contactar tus sentimientos con la fuente de origen -seguramente en la infancia-  para poder entender el porqué de tu forma de ser. Una vez hecho esto, puedes, en contraparte, ver todos esos dones con los que cuentas, y que te hacen especial y único, y liberar la envidia.
El último y más importante es el amor, y tiene dos aspectos. Una es la necesidad de abrazar y sentir seguridad y físicamente cerca. Y el otro aspecto del amor y la habilidad de decir “no”  para proveer una disciplina consistente.
La mayoría de nosotros fuimos criados con  un “te quiero si…”   Te quiero si eres médico, si te va bien en la escuela, si mantienes tu habitación limpia. Tratamos de comprar el amor de otras personas complaciéndoles y haciendo cosas para obtener su amor. Bien, ese no es amor, es prostitución. El amor real no reclama ni espera y no juzga, escucha y respeta al individuo por sí mismo. El amor real es incondicional. Tuve un caso de un niño de 11 años que llegó a su casa con malas calificaciones. Su padre las leyó y dijo, “Así que no te importa, bien, si es así, a nosotros tampoco” y ordenó que el resto de la familia lo ignorara esa noche. La madre ni siquiera lo acompañó a su cama. La siguiente mañana el chico había muerto. Se suicidó. La falta de amor incondicional lo mató. Y no es el único caso. El suicidio es la tercera causa de muerte entre los niños Norteamericanos actualmente.
Los niños son muy importantes para usted. ¿Piensa que las personas pueden aplicar estos consejos para ser mejores padres?
Sí, tomando en cuenta que los niños que crecen rodeados de amor incondicional firme y consistente -en iguales circunstancias-  tienen pocos problemas para manejarse en la vida. Puedes amar a un joven y aún así, aborrecer alguna parte de su comportamiento; sin embargo no por eso lo golpeas o nalgueas. Los niños no aprenden de palabras amargas o golpizas, al contrario, cada vez que un niño hace algo mal, trata de cambiar tu respuesta hacia una firme expresión de amor, presentándole una consecuencia adecuada, inmediatamente.
¿Cuáles son  ejemplos de “consecuencias apropiadas”?
Si tu hijo de tres años -por ejemplo- no tiene límites cuando van a un restaurante, no lo lleves la próxima vez que salgas. Muéstrale que se quedará en casa una persona quien le cuidará hasta que esté dispuesto a comportarse en el restaurante. Si tu hija arruina un juguete, no le compres otro. Tolera su llanto y el sentimiento de culpa que va a intentar depositar en ti, y dile “qué tristeza, la próxima vez que tengas algo que te guste, no permitas que le suceda algo malo”. O cuando es hora de llevar a tu hijo a dormir, si se enoja por mas de 15 segundos o trata de golpearte, dale una manguera de plástico y dile que golpeé  el colchón… que saque su enojo… y luego se irá a dormir.
Si pretendes que tus hijos crezcan saludables mentalmente, primero deberás sanar tu parte infantil interna. Si fuiste golpeado por tus padres, en lugar de repetir conductas o manifestarlo a través del poder físico hacia niños completamente indefensos y llamarlo “autoridad”, encuentra un escape para tu rabia y enojo. Corta madera, golpea un tapete y maldice todo lo que necesites. Cuando regreses y confrontes el problema, ya no tendrás una reacción exacerbada. Recuerda que a pesar de que los niños siempre necesitan saber que son amados, también necesitan saber que quizás en ocasiones tú no amas su comportamiento.
Además, observa tus propios actos, especialmente observa que tan consistente eres en la aplicación de castigos. A los niños se les confunde si un día el papá viene de buen humor y no se molesta ante una actitud que tuvo el día anterior y por lo que recibió una cachetada. Si vienes malhumorado del trabajo, trata de decirlo. “Tuve un terrible día, así que probablemente tendrán que estar mas tranquilos que otras veces, pero espero que no me sienta así a menudo”. Los niños aprenderán a ajustarse rápidamente. Y luego si un día ellos te manifiestan su mal humor, deberás respetarlos.
Por último, no los sobreprotejas de las asperezas de la vida. Si crías a tus hijos como plantas adentro de un invernadero, tarde que temprano, si esas plantas las expones a la intemperie no podrán soportar el frío.
Elisabeth, es difícil deshacerse de nuestros aspectos negativos, implica mucho trabajo.
Desde luego. En Norteamérica el trabajo para promover la salud emocional del individuo en un concepto rechazado. En su lugar, después de que una persona está seriamente enferma, se le recetan tranquilizantes o se le encierra. Eso es horrible. Lo que practico y enseño en simplemente psiquiatría preventiva… y necesitamos mucho más de ella. Deberíamos tener habitaciones para gritar en cada hospital, dirigido por personal quienes han perdido seres amados ellos mismos, de manera que las familias puedan descargar su duelo después de la muerte de un ser querido. Los maestros debieran utilizar la técnica de interpretación simultánea de dibujos de los niños como una herramienta de exposición en la que el docente detecte tempranamente qué niños necesitan ayuda.
¿Qué pasa si una persona puede deshacerse de su negatividad?
Conforme vas trabajando tu cuadrante emocional, tu propia intuición se incrementará y florecerá convirtiéndote un una persona más espiritual. No tienes que asistir a  la escuela o meditar  para desarrollar tu espiritualidad; ha permanecido contigo desde tu nacimiento y sólo tiene que emerger: si te puedes deshacer de las malezas que impiden tu habilidad para contactarte contigo mismo esa parte de ti crecerá naturalmente.
Obsérvame, soy una granjera suiza; mis antecedentes son opuestos al estereotipo californiano. Aún puedo sentarme y meditar, He estado en la India, o asistido con un gurú, y aún así he tenido casi cualquier experiencia mística.
Elisabeth, hablemos un momento de la muerte. Basándose en su investigación y experiencia, ¿que diría usted que sucede cuando muere una persona?
Existen tres etapas de muerte. La primera ocurre a un nivel físico, la que está ligada a tu consciencia normal y a tu cuerpo. Cuando estás mortalmente herido, en coma o similar y pierdes la conciencia, tu cerebro deja de funcionar. Tu “yo” real emerge de tu cuerpo físico y se traslada al segundo nivel psíquico… como una mariposa emergiendo del capullo. En este punto, tienes lo que yo denomino, “alerta-total”: tu cuerpo siente todo y tú permaneces completamente alerta de todo lo que está sucediendo a tu alrededor. Las personas ciegas pueden decirme aún el color de las corbatas de sus doctores. Una ancianita que había permanecido en coma total, me dijo que la enfermera había dicho “esa vieja… espero que se vaya”. Muchos investigadores han apuntado este tipo de cosas. Después de escuchar acerca de estas experiencias, uno comienza  a darse cuenta de que ningún ser humano puede morir solo, por tres razones. Por una cosa, una vez que estás fuera de tu cuerpo físico, el tiempo y el espacio no existen, así que puedes viajar hacia la gente que amas a la velocidad del pensamiento. Segundo, podrás ver a tus familiares y amistades que te precedieron. Los encontrarás, reconocerás y estarás rodeado por más amor del que puedas imaginarte.
Y esto es fácilmente verificable. Lo chequeé recolectando casos de tragedias en las que un niño seriamente lastimado recobró la conciencia un tiempo largo después del accidente y en la que otros miembros de su familia fallecieron. Estos jóvenes han narrado sus experiencias acerca de lo que sucedió mientras permanecían inconsciente diciendo cosas como “Ví a mi Mamá y a Peter esperándome”. Identificando a esas personas quienes habían fallecido.
La tercera razón por la que no puedes morir en soledad, es porque tú tienes un ángel guardián. Este guía espiritual que te ha sido asignado y que te asistirá durante tu vida, tratando por todos los medios de mantenerte en el curso que has escogido durante tu vida. Cuando mueres, te encontrarás con este ángel guardián y experimentarás un reconocimiento instantáneo junto con el más grande amor que jamás hayas sentido.
Pero, ¿como puedes científicamente verificar la existencia de estos guías espíritus?
Tú y yo podemos saberlo por experiencia personal, pero en este momento la ciencia no lo puede verificar… porque nuestros conocimientos tecnológicos no posee aún las herramientas o lenguaje para manejarlo. Esto no significa que esas cuestiones no sean científicas o verdaderas, pero la realidad es que en este momento la ciencia está en pañales.
Sin embargo, nuestras capacidades tecnológicas están mejorando, y estoy absolutamente cierta, que en la próxima década estaremos en posibilidad de fotografiar la energía de la separación de la “mariposa del capullo” y el punto de contacto entre lo espiritual y lo físico- que sucede durante la muerte.
¿Pero es posible alcanzar o contactar este nivel sin morir o tener una experiencia similar?
El nivel psíquico puede ser alcanzado y manipulado por los humanos, pero yo me opongo terminantemente a enseñar tales cosas, incluyendo técnicas que auxiliar a inducir a sí mismo experiencias extra-corporales. Con esto no pretendo decir que la energía psíquica sea mala, sino que existen personas que hacen uso indebido  de la misma. Yo diría que cualquiera que juega con la energía psíquica, corre un 90% de posibilidades de convertirse en una farsa.
Pero, regresemos al tema de la muerte, ¿cuál es la tercera etapa de la muerte?
Al final de la segunda etapa, la persona atraviesa algo que para ella representa una transición hacia el tercer nivel, o nivel espiritual. Ese símbolo puede ser un pasaje de una montaña, el río Ganges, un túnel… la percepción de cada individuo de la transición será determinada culturalmente. En cualquier rango, al final del túnel o lo que sea, usted verá una luz. Una vez que la  has vislumbrado, no tendrás temor de la muerte. Cuando finalmente falleces experimentarás la luz que te dará un inmenso  sentimiento de amor y felicidad y completarás tu jornada hacia el nivel espiritual. Este nivel es el Reino de Dios. No puede ser manipulado por ningún ser humano.
En ese momento revisas todas las palabras, pensamientos y actos de tu vida y sabes cómo afectaste con ellos a terceras personas. Aprendes que la suma de tu vida es la consecuencia de cada decisión tomada. Observas si aprendiste las lecciones que te prometiste a ti mismo aprender o tal vez debas regresar a la tierra y tratar de nuevo. ¿Ves? No puedes regresar a Dios con las manos sucias, porque tú eres responsable de tus acciones. Por ejemplo, no puedes matar y esperar sentarte a la derecha de Dios en el cielo. Deberás regresar y hacer cosas buenas que sanen tus errores.
Elisabeth, no es mi intención negar algo de lo que me dices -no soy quién para juzgar. Pero parece claro que nuestra discusión se ha tornado hacia las creencias religiosas. ¿Cuáles serían tus puntos de vista religiosos?
Practico el cristianismo.
Lo siento, pero nuca pensé que el cristianismo tomara en cuenta la reencarnación y la guía espiritual.
Sí, la reencarnación fue enseñada por el cristianismo durante cientos de años. Su enseñanza estaba eventualmente prohibida por el Primer Consejo Ecuménico, exclusivamente por razones políticas, de hecho, la Biblia hace múltiples referencias a ángeles guardianes.
¿Qué consejo le puedes dar a otras personas?
La única manera de luchar en contra de la negatividad, no es maldecir la oscuridad, porque eso en sí mismo, es negativo, sino ver al Hitler que todos llevamos dentro. La forma de sanar este mundo es sanarte a ti mismo de manera que cada vez que tomes una decisión trates de que sea de mayor importancia o de un más alto nivel, la que beneficie a un número mayor de personas.
Deja que te lo expliqieue de esta forma: pregunta a ti mismo cada día “si todas las personas vivieran como lo hago yo, ¿sería el mundo un mejor lugar para vivir?

(Traducción: Rosa María Vázquez Mellado)

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