lunes

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LECOR / UNA HISTORIA DE ADORACIÓN




por HUGO GIOVANETTI VIOLA

un webguión seccionado en 40 episodios y escrito como base para una miniserie televisiva que producirá elMontevideano / Laboratorio de Artes

TRIGESIMOSEXTA ENTREGA

EPISODIO XXXVI

El Fuerte convertido en un vestuario de almas.

PRIMERA HISTORIA 1 / INT. DÍA

Selva Primavera y Julia desayunan en el comedor, cuando aparece Aurora Bendita con una invitación.

Aurora Bendita: Tiene lacre del Fuerte.

Selva Primavera (abre el sobre con furia y lee): El sexo débil de esta infeliz y sacrificada plaza participa a Vd. del baile que tendrá lugar en el salón de Gobierno en reparo de los ultrajados pacificadores que acudieron para salvarnos del total naufragio político en el que yacemos. Suplica a Vd. y familia favorecerle con su asistencia, en lo que recibirá merced.

Julia: Lo que pueden dos putones.

Selva Primavera: Pues por mí que se les chinguen las adulonerías y desde hoy en adelante pueden tirarse juntas en el Muelle que aquí no se las recibirá ni para el chocolate.

Harley (apareciendo con su bastón): Pues yo necesitaría concurrir a esa fiesta, miladies.

Julia: ¿Pero qué sanguijuela te amorcilló, Edwarcito?

Harley: Es que últimamente se me colora el magín con el verdor del odio que unta los esqueletos, y podría serme útil catar tanta ruindad reunida.

Selva Primavera: Toma con Don Investigador.

Harley: Algún día se escribirá el elogio de la sombra.

SEGUNDA HISTORIA 1 / INT. / DÍA

Porto se confiesa en la catedral con el Vicario Dámaso Antonio Larrañaga.

Larrañaga: Yo lo supe enseguida pero no me alarmé con gravedad porque os conozco, Porto.

Porto: Foi otra quijotería, Excelencia. Mais no logro comprender qué grado de locura me llevó a profanar esta dulce oscuridad.

Larrañaga: No olvidéis que nuestro pobre Quijote y su mismísimo autor fueron pecadores místicos. Expusieron la verdad de su ánima a destiempo. De ahí la venialidad.

Porto: Paloma se apavoró.

Larrañaga: Pero fue reverenciada. En vuestra última confesión os debí recordar que Santo Tomás de Aquino definió a Nuestra Señora con un apelativo estupendo: Triclinium totis Trinitatis. Es decir: Lugar donde la Trinidad encuentra su reposo. Porque, con motivo de la Encarnación, en ninguna criatura como en Ella las tres divinas Personas inhabitan y encuentran delicia y alegría en vivir en su alma llena de Gracia. Por su intercesión podemos obtener toda ayuda.

Porto: Pobre Aldonza Lorenzo.

Larrañaga: ¿Por qué pobre, mariscal? El adorador loco halló en ella a Dulcinea.

Porto: Ojalá que la Inmaculada invencible haga fonte en Palomiña, Excelencia.

Larrañaga: Ojalá.

PRIMERA HISTORIA 2 / INT. ATARDECER

Acuña de Figueroa, vestido de etiqueta, termina de hacerse perfeccionar el diseño inglés de las patillas en la barbería.

Acuña de Figueroa: Voto a bríos que me verías mucho más feliz esta noche en el nido artiguense de la pulpería que en el Fuerte, maestre.

Barbero: Pero entiendo que se trata de un baile de rogativa por el apañamiento del reingreso de nuestro País a los dominios del Deseado.

Acuña de Figueroa: ¿Usía escuchó nombrar una especie de arácnido donde la hembra se fagocita al macho?

Barbero (retirando la navaja para reírse fuerte): No. Pero en este sillón desembuchan sus cuitas los varones casados y no veo diferencia.

Acuña de Figueroa: Pues este baile fraguado por las Mendoza en representación del sexo débil huele a emboscada sucia. Invitaron hasta al Vicario.

Barbero: ¿No será otra zoncera inventada contra el microbio del aburrimiento?

Acuña de Figueroa: Eso es el papier maché que tapa al cangrejote. Ya os anuncié que hay tragedias que caminan en yunta. Don Luis de Góngora dejó mucha enseñanza en su vestuario de almas.

Barbero: Pues me tenéis en vilo.

Acuña de Figueroa: Ca. Yo hoy quisiera trocar el Fuerte por El Hacha.

SEGUNDA HISTORIA 2 / INT. / ATARDECER

Juan Mendoza baja a la sala principal de su mansión vestido de etiqueta y encuentra a Paloma esperándolo. La muchacha usa un escotadísimo traje blanco y una diadema hecha con jazmines del país.

Juan Mendoza (deslumbrado): A fe que a la Inmaculada que adoran en los santuarios le faltan tus estrellas.

Paloma: Pero a ella le sobra corazón, mi rey. Y yo tengo que esperar a que me crezcan de nuevo las alas.

Juan Mendoza (hincándose para besarle una mano a la muchacha): Tu rey vive a tu sombra.

Paloma: Entonces concededme una petición.

Juan Mendoza: Que me ahorquen, si te place.

Paloma: Necesito vivir esta noche en familia. Ver bailar a mis padres como si los ingleses no nos hubiesen hecho naufragar la cordura y Jesusito estuviese vivo. Deberían perdonarse.

Magdalena (entrando a la sala con humilde altivez): El pecar es humano pero sabe / que es don de las alturas el perdón.

Juan Mendoza (sin poder sonreír): Que nos guíen las alturas, entonces.

Paloma: Y que bailen los ángeles.

PRIMERA HISTORIA 3 / INT. ATARDECER

El tuerto Fitzgerald termina de doblarle el brazo a Baltasar en El Hacha y festeja con tres Hip Hip Hurra.

Baltasar (pagando la apuesta y frotándose el estómago): Entuavía me retortija el chinchulín, aparcero.

Aleijadinha (recortándose sobre la última claridad del cielo portuario): Te chegó la hora, lusco.

Fitzgerald (acomodándose en el poyo para desparramar un pedo que enloquece de risa a los timberos): Estou es pa que estornuden hasta en el Fuerte, monster.

Aleijadinha (sacándose el atado de ropa de la cabeza): En ese baile hay tanto jedor a traición que no puja ni el blanquillo.

Pulpero: Tengo recado pra Yemanjá, boneca.

Aleijadinha (remangándose un brazo que hace que tanto los puebleros como los gauchos retrocedan asqueados): Estos güesos navegan en la merda da praia tudo o puto día, lusco. ¿Y vocé qué face aquí, Baltasar?

Baltasar: A los Mendoza no les cabe un güevo con el sarao y como no hubo cancha me abrieron la portera.

Aleijadinha: Dipois que te obligaron a manducar resaca. ¿Recado de quéin, che?

Pulpero: De un bailarín del Fuerte: el Manucho Artecona.

SEGUNDA HISTORIA 3 / INT. ATARDECER

Selva Primavera y Julia entran al Fuerte guiando a Harley y encuentran a Porto en la puerta de la capilla del Gobernador. Después que se saludan, el escocés les pide a las damas que se adelanten solas hacia el salón del baile.

Harley (prensándole un antebrazo al mariscal): Jamás olvidaré aquella mano que el Espíritu Santo os mandó posar sobre mi desespero, querido Porto.

Porto (entrelazando sus dedos con los del hombre que todavía utiliza la vincha de un vendaje debajo del tricornio): Bendigo voltar a veros.

Harley: Estáis congelado, hermano.

Porto: Y no es por el otoño.

Harley: Recordad que está escrito: Porque el diablo se ve. Pero la luz del mundo sólo podemos verla cuando la vida nos rompe los ojos.

Porto: ¿Y quién puede arrepentirse de haber visto a la virgo en um olhar humano? A divindade trocó la miña vida en um abismo de oro.

Harley: Estas son las batallas que le importan al cielo, mariscal. No olvidéis que la doncella que defendió San Jorge representaba a nuestras almas a punto de incendiarse en lo hondo de la bestia.

Porto: Iso no acontecerá nunca.

Harley: Depende de nosotros.

PRIMERA HISTORIA 4 / INT. NOCHE

Aleijadinha termina de doblarle el brazo a Fitzgerald entre un murmullo contrariado y se chupa el sudor y eructa en dirección a la reja del pulpero.

Aleijadinha: Hasta a vos te desplumé, cascarria. Y agora no pregunto cuántos son sino que vayan saliendo. Machaje es lo que sobra neste encuevadero ascoso de cisplatinos lustrados.

Pulpero: Hay que responder recado al Fuerte antes del ángelus.

Aleijadinha: Ese Manucho Artecona es o traidor mais grande que ficó no Cabildo desde la invasión hereje.

Baltasar: Y dizque fue por él que mi patrona me obligó a manducar la guisada de folios.

Aleijadinha: Y agora se le ocurrió brincar con Yemanjá pra darle celosía a las yeguas do Paso.

Fitzgerald: He’s good para echar culou.

Aleijadinha: Y o povo va pral rollo. ¿Sai que entuavía me abrasan los olhos de la perriña?

Pulpero: Al verdugo lo tuvimos que atar en el cotarro pa que no se matara.

Aleijadinha: Acuña de Figueroa siempre diz que cuanto mais coñece a los hombres mais quer a la perrada.

SEGUNDA HISTORIA 4 / INT. ATARDECER

Juan Mendoza, Magdalena y Paloma llegan al baile y encuentran a Porto fumando en la puerta de la capilla.

Juan Mendoza (revoleando el tricornio): Dios os guarde, mariscal. Aquí trae su calorío una familia decidida a insuflarle bravura a la patria cisplatina.

Magdalena (cubriéndose el escote y la boca con la mantilla mientras el gigantesco peinetón le cruje como un velamen): Os ruego nos excuséis, Excelencia. Tan luego las anfitrionas caemos casi con el ángelus.

Paloma (dándole el brazo a su madre y sin mirar a Porto): Pues venga ya, mamita. Qué pensará Lecor.

Juan Mendoza (mientras Magdalena y Paloma se escapan hacia el salón de baile recogiéndose los pollerones): Nunca os podré agradecer como corresponde el afecto que le ofrecéis a la Sirio de mis ojos.

Porto: Vita Dulcedo et Spes Nostra, Salve. La Patria es Ella, don Juan.

Juan Mendoza: ¿Qué os sucede, mariscal?

Porto: O pampero me achucha. Agoriña voy a danzar con vosotros, hermano.

Juan Mendoza se cruza con Paloma, que sale corriendo del salón y le deja un jazmín en la mano a Porto.

Paloma: Hoy necesito de tu valentía más que nunca, maestro.

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