por Carlos Reyna
La corta vida de Janis Joplin, quien
murió el 4 de octubre de 1970 a los 27 años, como muchos otros grandes, dejó un
legado musical de cuatro enormes álbumes que la convirtieron en la primera
reina del rock. Con el cabello alborotado y adornado con plumas, lentes
redondos y vestidos amplios, fue reconocida por sus interpretaciones al borde
del desgarro, con las que se ganó el mote “la dama blanca del blues”. En su
testamento dejó 2,500 dólares para que sus amigos organizaran una fiesta para
despedirla y 20 días después, así lo hicieron. Sucedió en un bar en San
Francisco, después de que sus cenizas fueran esparcidas en el Océano Pacífico
desde un avión.
Janis Joplin encontró su final después una
sobredosis de heroína, tan solo semanas después de que otro astro del
rock, Jimi Hendrix falleciera. Esa
semana Joplin se encontraba grabando su último disco.
Su vida se ha contado en diversos documentales,
quizá el más celebrado sea Janis: Little Girl Blue de Amy
J. Berg, estrenado el año pasado. Este documental narra lo inicios
de Joplin en su natal Texas y como se convirtió en un ícono que arrastraba
severos problemas de inseguridad y adicciones.
Con inspiración de la bluesista Bessie
Smith y de su contemporáneo Otis Redding, ofreció esa histórica
actuación en el festival de Woodstock en 1969, donde descalza y cantando con
los ojos cerrados, se entregó a una marea de gente que tenía tan solo un par de
años de conocerla.
Más que su biografía son sus cuatro discos de
estudio los que nos develan la búsqueda musical, vital y personal de Joplin, en
un tiempo donde pocas mujeres lograron conquistar el Rock. A 48 años de su
muerte hacemos un breve recuento por la músicaque la hizo ingresar al Salón de
la Fama del Rock en 1995.
Este disco que acaba de cumplir cincuenta años, fue
el primer número uno en las listas para Joplin y es quizá el disco que los
recopilatorios han aprovechado más. El álbum marcó un distanciamiento de la banda
con Mainstream Records y de Joplin con The Big Brother and the Holding Company.
Editado y producido por Columbia Records, tomó
varios meses producirlo por conflictos legales con la disquera que les abrió
las puertas al mundo de la grabación. Este disco tiene magníficos covers de
piezas como Summertime, Piece of My Heart,
originalmente grabada por Emma Franklin —hermana de Aretha— en 1967 y de Ball and Chain.
Estas canciones son un ejemplo de la fuerza interpretativa de Joplin y de la
energía renovada de la banda, en comparación con el primer disco.
En conjunto los 11 tracks, muestran más enfoque de
rock psicodélico con la guitarra de Sam Andrews y a la voz de Joplin, quienes
al finalizar el disco —que vendió más de un millón de copias— dejaron la Big
Brother and the Holding Company, para experimentar musicalmente, pues ambos se
quejaron del compromiso de los otros miembros de la banda.
I Got Dem Ol’ Kozmic Blues
Again Mama!, 1969
Tras experimentar con la psicodelia, Janis quiso volver a sus orígenes.
Tomó como inspiración a Bessie Smith y a Otis Redding y construyó un disco con mucha
influencia del soul y del blues.
En el se pueden escuchar grandes interpretaciones
como Maybe y Work me Lord —que
también interpretó en Woodstock— pero que la crítica definió como “una traición
al rock”. Tras la muerte de Janis, el disco fue revalorado y reconocido por su sonido
y por las interpretaciones de la cantante que parecieron mejorar con el paso
del tiempo. Este sería el último disco que Janis Joplin grabó completo.
Pearl, 1970
Pearl, fue producido por Paul
Rothschild, quien también trabajó con The Doors y se
empezó a grabar en Los Ángeles. Sin embargo, el proceso se interrumpió nada y
más y nada menos que por la muerte de Joplin. Pearl tiene
un sonido más pulido que las producciones anteriores. Tiene nueve tracks que
fueron aprobados personalmente por ella, entre los que figuran Me
and Bobby McGee, Trust Me — una canción
de Bobby Womack escrita exclusivamente para Joplin, y
canciones que se han convertido en el repertorio clásico de la cantante
como Move Over y Mercedes Benz.
Como homenaje, se publicó también la canción Buried
Alive in the Blues, una pista que ella aprobó un día antes de
morir. El disco ganó cuatro certificados de platino y se mantuvo en las
listas de popularidad por nueve semanas.
Janis Joplin se sumó al llamado Club de los 27 y desde el año 2004 se ha intentado llevar su vida a la pantalla grande. Entre los nombres que sonaron para interpretar el papel de “la primera reina del rock” estuvo el de la cantante country Melissa Ethridge y el de Renée Zellweger. Sin embargo, en 2016 se anunció que será Michelle Williams quien actuará el papel. La cinta aún está en proceso de preproducción, así que los fans de Joplin tendrán que esperar para ver a la bruja cósmica brillar en las salas de cine.
(GATOPARDO / 4-10-2018)
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