domingo

PETER BROOK - EL ESPACIO VACÍO (49)


Arte y técnica escénica

EL TEATRO TOSCO (18)

Me he referido extensamente al mundo interior y al exterior, oposición que como todas es relativa, simple conveniencia. He hablado de belleza, magia, amor, maltratando estas palabras con una mano mientras parecía querer alcanzarlas con la otra. Y, sin embargo, la paradoja es simple. Todos lo relacionado con estos términos nos parece mortal: lo que implican corresponde a lo que necesitamos. Si no entendemos la catarsis es porque se ha identificado con un emocional baño de vapor. Si no entendemos la tragedia se debe a confundirla con la interpretación del papel de rey. Necesitamos la magia, pero la confundimos con el truco, y mezclamos desesperadamente el amor con el sexo, la belleza con el esteticismo. Pero sólo buscando una nueva discriminación ampliaremos los horizontes de lo real. Sólo entonces podría ser útil el teatro, ya que necesitamos una belleza que nos convenza: necesitamos experimentar la magia de una manera tan directa que pueda cambiarse nuestra misma noción de lo que es sustancial.

No ha terminado el necesario período de revelar la verdad, apartando falsas tradiciones. Por el contrario, a lo ancho del mundo, y con el fin de salvar al teatro, casi todo lo teatral tiene que barrerse. El proceso apenas ha comenzado y tal vez no acabe nunca. El teatro requiere su perpetua revolución. No obstante, la destrucción desenfrenada es criminal; produce violenta reacción y mayor confusión. Si demolemos un teatro pseudo-sagrado, hemos de procurar no engañarnos pensando que está pasada de moda la necesidad de lo sagrado y que los cosmonautas han demostrado de una vez para siempre que los ángeles no existen. De la misma manera, si nos sentimos insatisfechos por la vaciedad de tanto teatro de revolucionarios y propagandistas, no hemos de dar por sentado que la necesidad de hablar del pueblo, del poder, del dinero y de la estructura de la sociedad obedece a una moda periclitada.

Pero si nuestro lenguaje ha de corresponder a nuestra época, debemos aceptar que actualmente la tosquedad está más viva y lo sagrado más muerto que en otros tiempos. Antiguamente el teatro pudo comenzar como magia: magia, en el festival sagrado, magia al surgir las candilejas. Hoy día es todo lo contrario. Apenas se necesita el teatro y apenas se confía en sus trabajadores. Por lo tanto, no cabe suponer que el público se agrupará devota y atentamente. A nosotros nos toca captar su atención y ganar su fe.

Para lograrlo hemos de convencer de que no hay truco, nada oculto. Debemos abrir nuestras manos y mostrar que no escondemos nada en nuestras mangas. Sólo entonces podemos comenzar.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+