por Arantxa Alvaro
Fariñas
Este artículo ha sido
verificado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González el 26
septiembre, 2017.
Viktor Frankl, psiquiatra
y escritor, fue internado durante la II Guerra Mundial en Auschwitx, Dachau y
otros campos de concentración. Esa experiencia y su formación, le permitieron
hacer una gran reflexión sobre el sentido de la vida, también sobre la adversidad,
que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca “El hombre en busca de
sentido”.
Fundó la logoterapia o
análisis existencial. El término deriva de “logos”, acuñado por Heráclito de
Éfeso en el siglo VI a.c., Viktor Frankl lo utiliza como “sentido”, es decir,
la logoterapia es la terapia que se enfoca en descubrir el sentido de la vida
para cada persona. Se trata de una terapia que se utiliza para personas que
sufren problemas existenciales, ante algún cambio profundo o debido a una
crisis personal.
Todos pasamos por
situaciones en la vida que nos producen sufrimiento y que no sabemos cómo
afrontar, pero no existe una fórmula que funcione siempre, sino que debemos
aceptar que el sufrimiento es parte de la vida.
«Quien tiene algo por
qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo»
Friedrich Nietzsche
Las lecciones que nos
puede dar una persona que estuvo tres años en un campo de concentración y supo
superarlo, se deben considerar para hacernos ver la vida desde otra perspectiva
y para motivarnos día a día. Estas son algunas de las lecciones que nos enseñó
Viktor Frankl.
La importancia de elegir
La diferencia entre una
persona que sabe superar sus problemas y enfrentarse a la adversidad en la vida
y una persona que no logra esa superación, es que la primera es una persona que
decide, que elige ser una cosa u otra, a pesar de las condiciones que le toque
vivir.
La vida tiene sentido en
cualquier circunstancia
El Doctor Frankl habla en
este sentido de la desesperanza como una operación matemática. La desesperanza
es igual a sufrimiento sin propósito. Si una persona no puede encontrar un
sentido a su sufrimiento, tenderá a la desesperanza. Pero si la persona es
capaz de encontrar un sentido a la adversidad, puede convertir sus tragedias en
un logro, en una forma de superación.
“El amor a uno mismo es
el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de
hacerse responsable de su propia existencia”
Viktor Frankl
Tus acciones diarias te
llevan a ser la mejor versión de ti mismo
Esa es una pregunta que
nos debemos hacer cada día para saber quiénes somos y quiénes queremos ser,
para lograr ser la mejor versión de nosotros mismos, para mostrar lo
extraordinario que hay en cada uno y que los demás lo vean y puedan apreciarlo.
Piensa en por qué o por
quién vale la pena vivir
Todos tenemos un por qué
o por quién vivir, una razón que nos permite seguir adelante cada día, que nos
motiva y que da sentido a cada segundo de nuestra existencia, a cada paso que
damos o a cada acción que realizamos. Cómo reaccionamos ante condiciones que no
pueden ser cambiadas, depende de nosotros.
Si no tenemos poder para
cambiar la situación, siempre podemos elegir nuestra actitud frente a esa
situación. Es decir, siempre hay algo en nuestro interior que podemos cambiar,
cómo nos sentimos, siempre hay una parte de nosotros mismos que depende sólo de
nosotros.
No importa que no
esperamos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Piensa en
lo que le aportas a la vida, en lo que espera la vida de ti, porque nuestra
vida nos cuestiona y nos exige continuamente.
Lo que debemos
preguntarnos es qué podemos hacer para cambiar nuestra vida, qué le aportamos
al mundo y reaccionar en consecuencia
La adversidad y el
sufrimiento existen
Todo lo malo de nuestra
vida es algo que existe y que debemos aceptar. Se crea una tensión entre lo que
ya se ha logrado y lo que todavía queda por lograr. No necesitamos vivir sin
adversidades, sino saber que van a existir, que son parte de la vida y que
debemos luchar por algo que merezca la pena, dar un sentido.
“Ser lo que somos y
convertimos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida”
Robert Louis Stevenson
Nadie es indispensable,
pero todos somos irremplazables
Cuando se acepta que es
imposible reemplazar a una persona, se manifiesta la responsabilidad que el
hombre asume ante su existencia. Un hombre que se hace consciente de que le
espera una persona o de que tiene una obra inconclusa, asume su responsabilidad
y conoce el por qué, el sentido de su vida.
Descubre el sentido de tu
vida
El interés del hombre no
es encontrar el placer o evitar el dolor, sino encontrar el sentido de la vida.
Incluso en los momentos en los que sufrimos, debemos encontrar un sentido a ese
sufrimiento.
Nadie puede ponerse en tu
lugar y sufrir por ti, por lo que tu única oportunidad es la actitud que
adoptes ante el sufrimiento. Todos tenemos una razón de ser, pero a veces, no
somos conscientes de esa razón. ¿Qué visión tienes ahora sobre la adversidad?
(La mente es maravillosa / 9-12-2015)
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