PRIMERA PARTE “LAS ENSEÑANZAS
(Una forma yaqui de conocimiento)
IV (1)
Don Juan casi nunca hablaba abiertamente de Mescalito. Cada vez que yo lo interrogaba sobre el tema se negaba a contestar, pero siempre decía lo suficiente para crear una impresión de Mescalito: impresión que siempre era antropomórfica. Mescalito era masculino, no sólo por el género gramatical de su nombre, sino también por sus constantes cualidades de ser protector y maestro. Don Juan reafirmaba estas características en formas diversas cada vez que hablábamos.
Domingo, 24 de diciembre, 1961
-La yerba del diablo nunca ha protegido a nadie. Sólo sirve para dar poder. Mescalito, en cambio, es manso, como un niñito.
-Pero dijo usted que Mescalito es a veces aterrador.
-Claro que es aterrador, pero una vez que lo conoces es manso y bondadoso.
-¿Cómo muestra su bondad?
-Es un protector y un maestro.
-¿Cómo protege?
-Puedes guardarlo contigo a toda hora y él verá que nada malo te ocurra.
-¿Cómo puede uno guardarlo consigo a toda hora?
-En una bolsita, amarrada con un cordón debajo del brazo o alrededor del cuello.
-¿Lo tiene usted consigo?
-No, porque yo tengo un aliado. Pero otra gente sí.
-¿Qué enseña?
-Enseña a vivir como se debe.
-¿Cómo enseña?
-Enseña las cosas y te dice lo que son.
-¿Cómo?
-Tendrías que verlo por ti mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario