Prólogo, selección y notas de Alejandro Hamed Franco
Primera edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes, 2016 / Primera edición: Arandurâ Editorial, 2002.
FADUA TUQÁN (3)
Al Mesías, en Navidad
Señor,
Rey de las cosas:
En tu fiesta, este año, se crucifican
las alegrías todas de Jerusalén.
En tu fiesta, este año,
Señor,
enmudecieron todas las campanas.
Desde hace dos mil años.
Desde hace mil años,
para callar en este solamente.
Todos los campanarios están de luto,
y la negrura envuélvese en negrura.
* * *
Por la Vía Dolorosa,
Jerusalén entera es azotada
bajo la cruz de la pasión,
sangra bajo la mano del verdugo.
Y el mundo es un corazón cerrado al drama.
Indiferente y rígido,
Señor,
ciego y descarriado,
no ha alzado ni una vela en el desastre,
no ha vertido una lágrima
con que lavar las penas de Jerusalén.
Señor:
Los viñadores han asesinado al heredero,
y robado las viñas (*).
El pájaro del crimen puso alas
a los pecadores del mundo,
y ha volado
manchando a la inmaculada Jerusalén,
cual demonio maldito
que odia hasta Satanás.
Señor,
y gloria de Jerusalén:
del pozo de las penas,
del abismo,
del fondo de la noche
y el corazón del ¡ay!
se alza hasta ti el lamento de Jerusalén.
¡Apiádate, Señor,
y apártale este cáliz!
(*) Alusión al pasaje evangélico: Mt. 21, 33-42; Mc. 12, 1-12; Lc. 20, 9-19.
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