OJOS DE BARRO
a Emiliano Zapata
I
Lágrima de noche
doblada por el viento
que huele a polvo
hace arder un nido de tristezas
al extender su aliento:
verdugo que decapita el milagro
de nuestras bocas
A pesar de ello
un puño de hormigas
entreteje el color de las flores
que dan color a la memoria
II
Sobre el madero de estos versos
ruedan nombres que no conozco
la muerte derrumba el rostro
que jamás se repetirá
III
La sed de nuestros muertos
imagina el susurro de los bosques
que llevamos bajo la lengua
Y la sed de nuestros muertos
saciará con los pechos
que cuelgan sobre venas de petróleo
La sed de nuestros muertos
se mezcla con los ojos de barro
que empotran el horizonte
IV
¿Cómo nombrar el ayer de los muertos
para que cante la aurora
si bajo la sombra del álamo
un caballo espera?
¿Algún día seremos
semillas sin lágrimas?
V
Repite su nombre hasta que
construyas un espejo que llene
murmullos de aire
Grita su nombre y dibújalo
en las paredes del amanecer
con un cuchillo córtate las uñas
que impiden abrigar la desnudez
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