“ACÁ LA GRANDEZA SE TAPA”
Santiago Barcellos (Uruguay, 1977) es uno de los integrantes fundadores del colectivo Buceo Invisible. En el final de la década del 90 integró el Taller Literario Universo junto a Álvaro Bassi, otro histórico del grupo. Es performer multimediático y escribe poesía y textos para ser cantados.
Buceo Invisible realmente bucea en lo invisible. ¿Se empieza a cosechar la comprensión rotunda cuando emergen a mostrarle al establishment los basurales y los tesoros que camufla a nivel continental el consumismo salvaje? En la última muestra que ofrecieron en el Solís campeó ese resplandor de gol celeste que nos verticaliza muy de cuando en cuando. ¿Podés contar cómo fuiste viviendo, tramo a tramo, la instalación de ese relampaguear?
Quizás buceamos en lo invisible de a ratos. A veces se plantean estas cuestiones como formas antagónicas y yo no lo veo así: el bucear en lo invisible es un poco redundante y eso me gusta. Es como sumergirse en lo que se desconoce, en el misterio; pero esto no es antagónico a lo visible sino que es sustento. Lo que no vemos sostiene y le da sentido a lo que vemos y para buscarlo hay que sumergirse.
Estas palabras, estos nombres que elegimos se retroalimentan. Uno puede hablar de lo invisible, de la nada, de las profundidades y siempre hay algo que decir que ya fue dicho, y no se agota porque no se cierra. Escribir versos es un poco lo mismo, el arte sin misterio no existe. Siempre se escapa más de lo que se pesca pero hay que estar bajo el agua para intentarlo.
No hay una intención pensada como un “plan de ataque” desde la trinchera, no intentamos desplegar nuestra verdad de forma que contrarreste o dialogue o insulte el capitalismo salvaje o lo que sea. Obviamente creemos en lo que hacemos y no practicamos la asepsia y en los textos y en las canciones y en las imágenes aparecen rastros de gritos y de bronca como de amor, de tristeza, de esperanza. En algunos casos se puede filtrar lo ideológico, pero la búsqueda es sobre todo estética y si desde ahí se le da un planchazo al capitalismo salvaje o a las putas maquinarias de muerte de este mundo, bienvenido. Como dije antes, creo en la importancia de lo que hacemos y lo digo con humildad, porque creo que puede ayudar a alguien como nos ayuda a nosotros a vivir. Que pase eso ya es muchísimo.
Te cuento que la muestra del Solís me parece que salió muy redonda; no sé si hubo verticalidad pero si que se fluyó de forma contundente. Yo vivo las muestras muy nervioso y casi todo el tiempo vichando detrás del telón y saliendo un par de veces a hacer mi gracia y en el Solís todavía peleando con los proyectores de diapos; es como actuar una película y no verla proyectada. Cuando al otro día miré unas fotos colgadas me sorprendió lo bien que se veía todo.
Acaba de editarse Disfraces para el frío, el tercer disco del grupo. ¿De qué clase de disfraces hablamos? ¿De qué clase de frío? ¿Hubo otras candidaturas al título?
El titulo surgió ya con el disco grabado, mezclado y a horas de mandarlo a la imprenta, fue difícil y sí, había varios nombres en danza pero no convencían del todo, se hizo votación y se empató. Yo ya estaba con una moneda en la mano para desempatar y cuando estaba casi en el aire girando mi moneda -al decir de Drexler- a Pablo le surgió destellos para el frío y bueno, cambiamos destellos por disfraces y lo que nos había llevado dos semanas de debate se resolvió en cinco minutos. Creo que el título es abierto y un buen disparador, escuchar el disco y relacionarlo con el título es para mí todavía un ejercicio pendiente.
¿Por qué señalizaron el último espectáculo con una intertextualidad ostensiblemente ofrecida a Darnauchans?
En el final de la canción 30 años -del disco Cierro los ojos y todo respira- Diego y Jorge cantan dos versos de Memorias de Cecilia; Diego incluyó esto en la canción al poco tiempo de morir el Darno.
Siempre mencionamos a Darnauchans como una de nuestras influencias y no es casual que los cinco fundadores de Buceo fuéramos todos entusiastas escuchas y admiradores de su obra.
Las canciones del Darno me conmueven profundamente, y creo que, junto con Zitarrosa, fueron los mejores cantautores que tuvo este país en los últimos 50 años. La mayoría de la gente parece ignorarlo; parece que les fuera más atractiva nada más que la anécdota del personaje decadente o los livianos y tontos rótulos de música bajón. Recuerdo que hace unos años, hablando con Edison Nogués (que era en ese entonces mi profesor de Escultura) yo me quejaba de que había ido a ver La piedad de Yepes al cementerio del Buceo y que estaba tapada por unas plantas. Nogués se rio y me dijo que sin quererlo yo había dicho una verdad: Acá la grandeza se tapa.
¿No les parece que además del excelente Prohibido pensar debería existir otro desfachatamiento televisivo llamado Prohibido creer? Y acá imito a Sandino Núñez y les pido que se imaginen una gran cara de San Agustín sugiriendo: Creer lo que no vemos para merecer ver aquello que creemos. Porque los que bucean creen que van a encontrar. ¿Considerás que la comunicación obtenida en la última muestra fue un pequeño milagro o un mojón cojonudo en la empresa de desencapuchar estéticamente el desafío alcanzable de la salvación colectiva?
Como ya sabés, yo celebro que en la pésima televisión uruguaya haya un programa de filosofía hecho por Sandino; es como agua en el desierto. Casi siempre estoy de acuerdo con sus análisis y me parece que muchas veces es potente e ingenioso, y obviamente también parcial.
Me imagino por dónde va tu sugerencia de un posible nuevo programa, creo que apunta a señalar la falta de trascendencia de ciertos discursos intelectuales. Sandino agarra una parte, dicotomiza la realidad, no pretende abarcar todo y sueña con monstruos que no escapan de la razón (como grabaría el viejo Goya). A mí no me molesta y creo que no inhibe que exista otro discurso posible.
La frase de San Agustín es como para tatuársela en el pecho.
No existen los pequeños milagros, los pequeños somos nosotros frente al milagro, sólo que nos olvidamos. Uno desencapucha otra cosa más íntima y si tiene suerte resuena en algún lado, es un aporte pequeño e indispensable. Creo que ahí radica su grandeza.
DOS POEMAS Y UNA CANCIÓN
1
Prendo una vela en silencio
Para escuchar mi aliento
apuñalado por la tristeza
Ya atardece sobre el corazón
y no hay camino a casa
El cielo y la caída del sol
guarda para nosotros
una única mirada
que es de piedra
Luego la noche
Y el sonido del mar nos arrastra
Hermano el dolor es sin fondo
una lluvia de piedras negras
y todo es intemperie
no hay sentido sólo hay fuerza
no hay alivio / sólo tiempo
2
Cuando dejé de crecer
armé un esqueleto con trocitos de espejos
Eran como las lágrimas de los ojos que miraban
desde las ventanillas.
Parezco un forastero
y sin embargo
ya caminé estas calles hacia la terminal
donde ahora desciendo.
Hay un lugar congelado en mi infancia donde vuelvo
Un lugar donde fui feliz
En la otra vereda de la muerte nos abriga un sol tibio.
Estoy volviendo.
Parezco un fantasma
cantando una canción de cuna que huele a quirófano.
Hay demasiado cielo en la mañana
Una vía vacía al costado del sueño
El amor es niebla en la noche sin viento
un oscuro comienzo / donde todo está quieto.
3
Nocturno
Para no estar perdido
Dame tu luna encendida
Junto al río
Tus ojos como faro
(Amor mío)
para no estar perdido
hay que mirar a lo lejos
dicen mis ojos cerrados
Levantarse y salir
gritan mis huesos cansados
Para no estar vencido
Dame la sal de tu boca
(Amor mío)
Tu piel como lluvia
De noche sobre el río
Para no estar vencido
Dame el alma esta noche
Ya viaja la luna
por el cielo dormido
para no estar perdido
no hay camino a casa
(Amor mío).
Santiago Barcellos (Uruguay, 1977) es uno de los integrantes fundadores del colectivo Buceo Invisible. En el final de la década del 90 integró el Taller Literario Universo junto a Álvaro Bassi, otro histórico del grupo. Es performer multimediático y escribe poesía y textos para ser cantados.
Buceo Invisible realmente bucea en lo invisible. ¿Se empieza a cosechar la comprensión rotunda cuando emergen a mostrarle al establishment los basurales y los tesoros que camufla a nivel continental el consumismo salvaje? En la última muestra que ofrecieron en el Solís campeó ese resplandor de gol celeste que nos verticaliza muy de cuando en cuando. ¿Podés contar cómo fuiste viviendo, tramo a tramo, la instalación de ese relampaguear?
Quizás buceamos en lo invisible de a ratos. A veces se plantean estas cuestiones como formas antagónicas y yo no lo veo así: el bucear en lo invisible es un poco redundante y eso me gusta. Es como sumergirse en lo que se desconoce, en el misterio; pero esto no es antagónico a lo visible sino que es sustento. Lo que no vemos sostiene y le da sentido a lo que vemos y para buscarlo hay que sumergirse.
Estas palabras, estos nombres que elegimos se retroalimentan. Uno puede hablar de lo invisible, de la nada, de las profundidades y siempre hay algo que decir que ya fue dicho, y no se agota porque no se cierra. Escribir versos es un poco lo mismo, el arte sin misterio no existe. Siempre se escapa más de lo que se pesca pero hay que estar bajo el agua para intentarlo.
No hay una intención pensada como un “plan de ataque” desde la trinchera, no intentamos desplegar nuestra verdad de forma que contrarreste o dialogue o insulte el capitalismo salvaje o lo que sea. Obviamente creemos en lo que hacemos y no practicamos la asepsia y en los textos y en las canciones y en las imágenes aparecen rastros de gritos y de bronca como de amor, de tristeza, de esperanza. En algunos casos se puede filtrar lo ideológico, pero la búsqueda es sobre todo estética y si desde ahí se le da un planchazo al capitalismo salvaje o a las putas maquinarias de muerte de este mundo, bienvenido. Como dije antes, creo en la importancia de lo que hacemos y lo digo con humildad, porque creo que puede ayudar a alguien como nos ayuda a nosotros a vivir. Que pase eso ya es muchísimo.
Te cuento que la muestra del Solís me parece que salió muy redonda; no sé si hubo verticalidad pero si que se fluyó de forma contundente. Yo vivo las muestras muy nervioso y casi todo el tiempo vichando detrás del telón y saliendo un par de veces a hacer mi gracia y en el Solís todavía peleando con los proyectores de diapos; es como actuar una película y no verla proyectada. Cuando al otro día miré unas fotos colgadas me sorprendió lo bien que se veía todo.
Acaba de editarse Disfraces para el frío, el tercer disco del grupo. ¿De qué clase de disfraces hablamos? ¿De qué clase de frío? ¿Hubo otras candidaturas al título?
El titulo surgió ya con el disco grabado, mezclado y a horas de mandarlo a la imprenta, fue difícil y sí, había varios nombres en danza pero no convencían del todo, se hizo votación y se empató. Yo ya estaba con una moneda en la mano para desempatar y cuando estaba casi en el aire girando mi moneda -al decir de Drexler- a Pablo le surgió destellos para el frío y bueno, cambiamos destellos por disfraces y lo que nos había llevado dos semanas de debate se resolvió en cinco minutos. Creo que el título es abierto y un buen disparador, escuchar el disco y relacionarlo con el título es para mí todavía un ejercicio pendiente.
¿Por qué señalizaron el último espectáculo con una intertextualidad ostensiblemente ofrecida a Darnauchans?
En el final de la canción 30 años -del disco Cierro los ojos y todo respira- Diego y Jorge cantan dos versos de Memorias de Cecilia; Diego incluyó esto en la canción al poco tiempo de morir el Darno.
Siempre mencionamos a Darnauchans como una de nuestras influencias y no es casual que los cinco fundadores de Buceo fuéramos todos entusiastas escuchas y admiradores de su obra.
Las canciones del Darno me conmueven profundamente, y creo que, junto con Zitarrosa, fueron los mejores cantautores que tuvo este país en los últimos 50 años. La mayoría de la gente parece ignorarlo; parece que les fuera más atractiva nada más que la anécdota del personaje decadente o los livianos y tontos rótulos de música bajón. Recuerdo que hace unos años, hablando con Edison Nogués (que era en ese entonces mi profesor de Escultura) yo me quejaba de que había ido a ver La piedad de Yepes al cementerio del Buceo y que estaba tapada por unas plantas. Nogués se rio y me dijo que sin quererlo yo había dicho una verdad: Acá la grandeza se tapa.
¿No les parece que además del excelente Prohibido pensar debería existir otro desfachatamiento televisivo llamado Prohibido creer? Y acá imito a Sandino Núñez y les pido que se imaginen una gran cara de San Agustín sugiriendo: Creer lo que no vemos para merecer ver aquello que creemos. Porque los que bucean creen que van a encontrar. ¿Considerás que la comunicación obtenida en la última muestra fue un pequeño milagro o un mojón cojonudo en la empresa de desencapuchar estéticamente el desafío alcanzable de la salvación colectiva?
Como ya sabés, yo celebro que en la pésima televisión uruguaya haya un programa de filosofía hecho por Sandino; es como agua en el desierto. Casi siempre estoy de acuerdo con sus análisis y me parece que muchas veces es potente e ingenioso, y obviamente también parcial.
Me imagino por dónde va tu sugerencia de un posible nuevo programa, creo que apunta a señalar la falta de trascendencia de ciertos discursos intelectuales. Sandino agarra una parte, dicotomiza la realidad, no pretende abarcar todo y sueña con monstruos que no escapan de la razón (como grabaría el viejo Goya). A mí no me molesta y creo que no inhibe que exista otro discurso posible.
La frase de San Agustín es como para tatuársela en el pecho.
No existen los pequeños milagros, los pequeños somos nosotros frente al milagro, sólo que nos olvidamos. Uno desencapucha otra cosa más íntima y si tiene suerte resuena en algún lado, es un aporte pequeño e indispensable. Creo que ahí radica su grandeza.
DOS POEMAS Y UNA CANCIÓN
1
Prendo una vela en silencio
Para escuchar mi aliento
apuñalado por la tristeza
Ya atardece sobre el corazón
y no hay camino a casa
El cielo y la caída del sol
guarda para nosotros
una única mirada
que es de piedra
Luego la noche
Y el sonido del mar nos arrastra
Hermano el dolor es sin fondo
una lluvia de piedras negras
y todo es intemperie
no hay sentido sólo hay fuerza
no hay alivio / sólo tiempo
2
Cuando dejé de crecer
armé un esqueleto con trocitos de espejos
Eran como las lágrimas de los ojos que miraban
desde las ventanillas.
Parezco un forastero
y sin embargo
ya caminé estas calles hacia la terminal
donde ahora desciendo.
Hay un lugar congelado en mi infancia donde vuelvo
Un lugar donde fui feliz
En la otra vereda de la muerte nos abriga un sol tibio.
Estoy volviendo.
Parezco un fantasma
cantando una canción de cuna que huele a quirófano.
Hay demasiado cielo en la mañana
Una vía vacía al costado del sueño
El amor es niebla en la noche sin viento
un oscuro comienzo / donde todo está quieto.
3
Nocturno
Para no estar perdido
Dame tu luna encendida
Junto al río
Tus ojos como faro
(Amor mío)
para no estar perdido
hay que mirar a lo lejos
dicen mis ojos cerrados
Levantarse y salir
gritan mis huesos cansados
Para no estar vencido
Dame la sal de tu boca
(Amor mío)
Tu piel como lluvia
De noche sobre el río
Para no estar vencido
Dame el alma esta noche
Ya viaja la luna
por el cielo dormido
para no estar perdido
no hay camino a casa
(Amor mío).
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