por HUGO GIOVANETTI VIOLA
un webguión seccionado en 40 episodios y escrito como base para una miniserie televisiva que producirá elMontevideano / Laboratorio de Artes
SEXTA ENTREGA
EPISODIO VI
Pandora y Paloma curan a Baltasar, y la esclava termina destrozando a bostazos los ventanales de Magdalena. Cuando Juan Mendoza baja a latiguearla, la muchacha se ofrece a ser castigada en su lugar y el hombre no se anima a consumar la venganza ordenada por su esposa. Mientras tanto, Abreu y Porto se emborrachan en las rocas que bordean el Fuerte San José filosofando sobre el sexo, el amor, la adoración y las endémicas depresiones femeninas.
PRIMERA HISTORIA 1 / INT. NOCHE
Pandora entra al establo con un farol y encuentra a Baltasar tirado sobre la paja con la espalda desnuda y embarrada por un amasijo de bosta sangrienta.
Pascualita (otra esclava): El señor nos prohibió que lo curáramos.
Pandora: ¿Y la señora?
Pascualita: Se encerró en el cuarto. No quiso ni comer.
Pandora: Y el señor debe estar bailando a pata suelta en el Fuerte. Pedile a Pascasio que me traiga agua, rápido. Y llamá a la señorita Paloma.
Pascualita: A nosotros nos prohibieron tocarlo.
Pandora (aúlla): Corré. O terminás curándole la espalda con la lengua, perrita de albañal.
Pandora apoya el farol en el suelo y se hinca para besarle las motas a Baltasar.
Pandora: Cuesta matarte, rey. Y Mendoza fue tan santo que te abrigó con bosta para que sufrieras menos. Cuando se entere la bruja lo escupe. Lindos santos tenemos.
Paloma (apareciendo con Pascualita y Pascasio, que cargan baldes de agua): Traje una untura de cebolla blanca para poder hacerle las primeras friegas sin tener que secarlo. Y hay que prender ramitas de mataojo porque a esta hora hay más mosco que mosca.
Pandora: Peor sería que ya se lo estuvieran comiendo los gusanos, mijita.
SEGUNDA HISTORIA 1 / EXT. NOCHE
Los mariscales Porto y Abreu toman cognac y fuman sentados en las rocas que rodean el fuerte San José, contemplando el resplandor lunar de la bahía y el Cerro.
Porto: Este pobre morrito me trae tanta saudade de Río que me iría a fazer matar a la zanja reyuna.
Abreu: ¿Saudade de tu mujer?
Porto: Esta noche no Fuerte sentí tristeza ajena. Porque tu futuro suegro también tiene una mujer que nao quer que la quieran.
Abreu: ¿La que va briaga a misa?
Porto: Y odia a la filia, además. La chama la yegüita madrina. ¿Sabés por qué les dicen así a las bonitiñas como Paloma Mendoza?
Abreu (carcajeando y parándose para orinar entre las rocas): Sí. En Porto Alegre las chaman igual.
Porto: A tu futura suegra la violaron los ingleses. Y dipois me enteré que mientras la violaban le aplastaron la cabeza en el suelo al hijo de tres meses.
Abreu: Hoy no puedo parar de mear.
Porto: Y yo no puedo parar de pensar en la Virgo María.
Abreu: Iso es porque los borrachos van al cielo, rapaz.
PRIMERA HISTORIA 2 / INT. NOCHE
Pandora y Paloma tijeretean una sábana para vendarle la espalda a Baltasar, que corcovea de dolor y llora sin ruido. Un farol agiganta las sombras de Pascasio y de Pascualita en el corralón donde duermen los esclavos.
Pandora: ¿Qué más quiere, mi rey? Lo curamos con cognac.
Paloma: Pero si no soltás la lengua no vamos a entender qué fue lo que pasó adentro del mosquitero.
Baltasar: Tengo miedo.
Pandora: ¿Es verdad que hoy trataste a doña Magdalena como si fuera un putón de verbena?
Baltasar: Ella quería que la ordeñara pero yo me morí.
Pandora: Te emborrachaste, rey.
Baltasar (señalándose el pecho): No. Me morí aquí adentro. Me mostró las montañas llenas de nieve y pensé en los ingleses.
Pandora: Pascasio, traeme un balde lleno de bosta fresca del establo.
Paloma: Hoy Porto me miró como si tuviera ganas de arrodillarse a lavarme los pies.
Pandora: Los pies llenos de bosta.
SEGUNDA HISTORIA 2 / EXT. NOCHE
Abreu: Así que vocé quer morrer en la zanja reyuna. Yo allá en Gorriti ni siquiera me podía imaginar qué carajo era eso.
Porto: A mí me lo contó mi hermano en una carta. Es una cortadura que mandó a hacer Lecor a pico y pala pra defenderse de las guerrillas que nos hacen los diabos de Frutos. Demoraron seis meses en terminarla y pusieron reductos. Mi hermano es artillero.
Abreu: Y el Barón de la Laguna habrá aprovechado para garrearle una buena dote de onzas al rey don Juan.
Porto: No. Los pesos los puso el cabildo artigueño.
Abreu: ¿Todavía es artigueña esta provincia?
Porto: Anoche soñé que reyunaban la ciudad para defenderme el alma.
Abreu (eructando fuerte): Pero lo que nos roba Frutos son caballadas. Y hablando de caballos: parece que mi yegüita madrina se pinta sola, como dicen acá.
Porto: ¿Vocé ainda no la vio?
Abreu: No. Y no quiero ir a la Iglesia porque me pongo a roncar enseguida. Mejor espero al baile del compromiso y allí le pego el manotón a lo garrucho. En pelo.
Porto: Mi hermano es el mejor hombre que coñecí en la mia vida.
Abreu: A lo mejor entiende pra qué merda se vive.
PRIMERA HISTORIA 3 / EXT. NOCHE
Pandora sale del corralón cargando un balde y Paloma la sigue como para atajarla.
Paloma: ¿Qué vas a hacer?
Pandora: Dar guerra de recursos. ¿No escuchaste que recién llegó tu padre de negociar en el Fuerte? A nosotros nos rematan en la Aguada y a ustedes en los palacios.
Paloma: ¿Pero qué vas a hacer con ese balde?
Pandora (después que cruzan el patio): Mirá. Ya le debe estar contando a doña Magdalena cuánto vale tu virgo. ¿Ves la luz?
Paloma: No me importa.
Pandora: ¿No te importa casarte con un carancho, boba?
Paloma: Dios me va a defender.
Pandora: Yo también. Pero primero tengo que defender a mi molembo, que es el único macho como la gente que bajó de los barcos. ¿Comprendés? A mí Exá me hizo nacer con dos culos y a Baltasar le puso dos corazones. Y ahora tu padre se va arrepentir de lo que gastó comprándole vidrieras de palacio a la yegua borracha.
Paloma se agarra la cara para no ver el desastre y Pandora empieza a tirar bosta contra el ventanal iluminado del primer piso hasta hacerlo pedazos.
Pandora: Ahí tenés nieve, loca. Pero de las montañas de mis dos culos negros.
SEGUNDA HISTORIA 3 / EXT. NOCHE
Porto: Hoy le escribí un versiño a mi mulher, aunque no se lo voy a mandar.
Abreu: A mí me enseñaron uno en Maldonado mejor que Las Lusiadas.
Porto: Deixa en paz a Camoens. Y además ni lo leíste.
Abreu: ¿No era lusco?
Porto: Perdió un ojo peleando.
Abreu: ¿Vistes que algo coñece? Escuchá este versito. Cada vez que considero / que me tengo que morir / me dan ganas de cagar / y empezar a repartir.
Porto corre a vomitar entre las rocas y al volver señala el Cerro y recita.
Porto: Te molesta meu fe. / Siempre te molestó. / Pero gracias a Deus / siempre te alimentó.
Abreu: Vocé nau sabe tomar.
Porto: Pero creo en las estrelhas.
Abreu: Y las bichas de merda nao creen ni en elhas mismas.
Porto: Pero en mi soño elha estaba tan feliz con mi fe que volábamos.
PRIMERA HISTORIA 4 / EXT. NOCHE
Juan Mendoza aparece corriendo en el patio con una fusta.
Juan Mendoza: Andá al establo, Pandora.
Paloma (rompiéndose el escote con majestuosidad): Aquí tenés la carne que va a comerse el portugo.
Pandora (dándose vuelta para caminar hacia el establo): No te pongas niñata.
Paloma: Aquí la carne para flagelar soy yo.
Juan Mendoza: Me cago en Dios, Paloma.
Magdalena (asomándose entre los vidrios rotos): Esas son las tetas que te gustan, cabrón.
Paloma: Pero yo no emborracho molembos para que me las ordeñen.
Magdalena: Pero en la catedral engualichaste a Porto. Te vio todo el mundo, puta.
Juan Mendoza: Ahora vayánse a la cama las tres y yo me quedo a limpiar la bosta.
Magdalena: ¿Por qué no te la comés?
Juan Mendoza: Es lo único que como.
SEGUNDA HISTORIA 4 / EXT. NOCHE
Abreu: ¿Vocé no estará falando de mi bonitiña, Porto?
Porto: Yo quiero a mi mulher.
Abreu: Y yo soy muy bicho en esto. Me parece que la yegüita madrina ya te embanderilló.
Porto: ¿Nunca soñaste con el resplandor de la Mâe de Deus?
Abreu: Eu nao soño con nada.
Porto (hincándose y apoyando la cabeza en una roca): Así rezan los árabes.
Abreu: Vocé está muy briago, Porto.
Porto: Eu la coñece.
Abreu: ¿A quién?
Porto (levantándose para sondear la noche): Cuando los guríes ven a la luna por primera vez sienten que la conocen desde antes de nacer.
Abreu: Iso está béin.
Porto: Y hay que aprender a darse la mano con la luna.
un webguión seccionado en 40 episodios y escrito como base para una miniserie televisiva que producirá elMontevideano / Laboratorio de Artes
SEXTA ENTREGA
EPISODIO VI
Pandora y Paloma curan a Baltasar, y la esclava termina destrozando a bostazos los ventanales de Magdalena. Cuando Juan Mendoza baja a latiguearla, la muchacha se ofrece a ser castigada en su lugar y el hombre no se anima a consumar la venganza ordenada por su esposa. Mientras tanto, Abreu y Porto se emborrachan en las rocas que bordean el Fuerte San José filosofando sobre el sexo, el amor, la adoración y las endémicas depresiones femeninas.
PRIMERA HISTORIA 1 / INT. NOCHE
Pandora entra al establo con un farol y encuentra a Baltasar tirado sobre la paja con la espalda desnuda y embarrada por un amasijo de bosta sangrienta.
Pascualita (otra esclava): El señor nos prohibió que lo curáramos.
Pandora: ¿Y la señora?
Pascualita: Se encerró en el cuarto. No quiso ni comer.
Pandora: Y el señor debe estar bailando a pata suelta en el Fuerte. Pedile a Pascasio que me traiga agua, rápido. Y llamá a la señorita Paloma.
Pascualita: A nosotros nos prohibieron tocarlo.
Pandora (aúlla): Corré. O terminás curándole la espalda con la lengua, perrita de albañal.
Pandora apoya el farol en el suelo y se hinca para besarle las motas a Baltasar.
Pandora: Cuesta matarte, rey. Y Mendoza fue tan santo que te abrigó con bosta para que sufrieras menos. Cuando se entere la bruja lo escupe. Lindos santos tenemos.
Paloma (apareciendo con Pascualita y Pascasio, que cargan baldes de agua): Traje una untura de cebolla blanca para poder hacerle las primeras friegas sin tener que secarlo. Y hay que prender ramitas de mataojo porque a esta hora hay más mosco que mosca.
Pandora: Peor sería que ya se lo estuvieran comiendo los gusanos, mijita.
SEGUNDA HISTORIA 1 / EXT. NOCHE
Los mariscales Porto y Abreu toman cognac y fuman sentados en las rocas que rodean el fuerte San José, contemplando el resplandor lunar de la bahía y el Cerro.
Porto: Este pobre morrito me trae tanta saudade de Río que me iría a fazer matar a la zanja reyuna.
Abreu: ¿Saudade de tu mujer?
Porto: Esta noche no Fuerte sentí tristeza ajena. Porque tu futuro suegro también tiene una mujer que nao quer que la quieran.
Abreu: ¿La que va briaga a misa?
Porto: Y odia a la filia, además. La chama la yegüita madrina. ¿Sabés por qué les dicen así a las bonitiñas como Paloma Mendoza?
Abreu (carcajeando y parándose para orinar entre las rocas): Sí. En Porto Alegre las chaman igual.
Porto: A tu futura suegra la violaron los ingleses. Y dipois me enteré que mientras la violaban le aplastaron la cabeza en el suelo al hijo de tres meses.
Abreu: Hoy no puedo parar de mear.
Porto: Y yo no puedo parar de pensar en la Virgo María.
Abreu: Iso es porque los borrachos van al cielo, rapaz.
PRIMERA HISTORIA 2 / INT. NOCHE
Pandora y Paloma tijeretean una sábana para vendarle la espalda a Baltasar, que corcovea de dolor y llora sin ruido. Un farol agiganta las sombras de Pascasio y de Pascualita en el corralón donde duermen los esclavos.
Pandora: ¿Qué más quiere, mi rey? Lo curamos con cognac.
Paloma: Pero si no soltás la lengua no vamos a entender qué fue lo que pasó adentro del mosquitero.
Baltasar: Tengo miedo.
Pandora: ¿Es verdad que hoy trataste a doña Magdalena como si fuera un putón de verbena?
Baltasar: Ella quería que la ordeñara pero yo me morí.
Pandora: Te emborrachaste, rey.
Baltasar (señalándose el pecho): No. Me morí aquí adentro. Me mostró las montañas llenas de nieve y pensé en los ingleses.
Pandora: Pascasio, traeme un balde lleno de bosta fresca del establo.
Paloma: Hoy Porto me miró como si tuviera ganas de arrodillarse a lavarme los pies.
Pandora: Los pies llenos de bosta.
SEGUNDA HISTORIA 2 / EXT. NOCHE
Abreu: Así que vocé quer morrer en la zanja reyuna. Yo allá en Gorriti ni siquiera me podía imaginar qué carajo era eso.
Porto: A mí me lo contó mi hermano en una carta. Es una cortadura que mandó a hacer Lecor a pico y pala pra defenderse de las guerrillas que nos hacen los diabos de Frutos. Demoraron seis meses en terminarla y pusieron reductos. Mi hermano es artillero.
Abreu: Y el Barón de la Laguna habrá aprovechado para garrearle una buena dote de onzas al rey don Juan.
Porto: No. Los pesos los puso el cabildo artigueño.
Abreu: ¿Todavía es artigueña esta provincia?
Porto: Anoche soñé que reyunaban la ciudad para defenderme el alma.
Abreu (eructando fuerte): Pero lo que nos roba Frutos son caballadas. Y hablando de caballos: parece que mi yegüita madrina se pinta sola, como dicen acá.
Porto: ¿Vocé ainda no la vio?
Abreu: No. Y no quiero ir a la Iglesia porque me pongo a roncar enseguida. Mejor espero al baile del compromiso y allí le pego el manotón a lo garrucho. En pelo.
Porto: Mi hermano es el mejor hombre que coñecí en la mia vida.
Abreu: A lo mejor entiende pra qué merda se vive.
PRIMERA HISTORIA 3 / EXT. NOCHE
Pandora sale del corralón cargando un balde y Paloma la sigue como para atajarla.
Paloma: ¿Qué vas a hacer?
Pandora: Dar guerra de recursos. ¿No escuchaste que recién llegó tu padre de negociar en el Fuerte? A nosotros nos rematan en la Aguada y a ustedes en los palacios.
Paloma: ¿Pero qué vas a hacer con ese balde?
Pandora (después que cruzan el patio): Mirá. Ya le debe estar contando a doña Magdalena cuánto vale tu virgo. ¿Ves la luz?
Paloma: No me importa.
Pandora: ¿No te importa casarte con un carancho, boba?
Paloma: Dios me va a defender.
Pandora: Yo también. Pero primero tengo que defender a mi molembo, que es el único macho como la gente que bajó de los barcos. ¿Comprendés? A mí Exá me hizo nacer con dos culos y a Baltasar le puso dos corazones. Y ahora tu padre se va arrepentir de lo que gastó comprándole vidrieras de palacio a la yegua borracha.
Paloma se agarra la cara para no ver el desastre y Pandora empieza a tirar bosta contra el ventanal iluminado del primer piso hasta hacerlo pedazos.
Pandora: Ahí tenés nieve, loca. Pero de las montañas de mis dos culos negros.
SEGUNDA HISTORIA 3 / EXT. NOCHE
Porto: Hoy le escribí un versiño a mi mulher, aunque no se lo voy a mandar.
Abreu: A mí me enseñaron uno en Maldonado mejor que Las Lusiadas.
Porto: Deixa en paz a Camoens. Y además ni lo leíste.
Abreu: ¿No era lusco?
Porto: Perdió un ojo peleando.
Abreu: ¿Vistes que algo coñece? Escuchá este versito. Cada vez que considero / que me tengo que morir / me dan ganas de cagar / y empezar a repartir.
Porto corre a vomitar entre las rocas y al volver señala el Cerro y recita.
Porto: Te molesta meu fe. / Siempre te molestó. / Pero gracias a Deus / siempre te alimentó.
Abreu: Vocé nau sabe tomar.
Porto: Pero creo en las estrelhas.
Abreu: Y las bichas de merda nao creen ni en elhas mismas.
Porto: Pero en mi soño elha estaba tan feliz con mi fe que volábamos.
PRIMERA HISTORIA 4 / EXT. NOCHE
Juan Mendoza aparece corriendo en el patio con una fusta.
Juan Mendoza: Andá al establo, Pandora.
Paloma (rompiéndose el escote con majestuosidad): Aquí tenés la carne que va a comerse el portugo.
Pandora (dándose vuelta para caminar hacia el establo): No te pongas niñata.
Paloma: Aquí la carne para flagelar soy yo.
Juan Mendoza: Me cago en Dios, Paloma.
Magdalena (asomándose entre los vidrios rotos): Esas son las tetas que te gustan, cabrón.
Paloma: Pero yo no emborracho molembos para que me las ordeñen.
Magdalena: Pero en la catedral engualichaste a Porto. Te vio todo el mundo, puta.
Juan Mendoza: Ahora vayánse a la cama las tres y yo me quedo a limpiar la bosta.
Magdalena: ¿Por qué no te la comés?
Juan Mendoza: Es lo único que como.
SEGUNDA HISTORIA 4 / EXT. NOCHE
Abreu: ¿Vocé no estará falando de mi bonitiña, Porto?
Porto: Yo quiero a mi mulher.
Abreu: Y yo soy muy bicho en esto. Me parece que la yegüita madrina ya te embanderilló.
Porto: ¿Nunca soñaste con el resplandor de la Mâe de Deus?
Abreu: Eu nao soño con nada.
Porto (hincándose y apoyando la cabeza en una roca): Así rezan los árabes.
Abreu: Vocé está muy briago, Porto.
Porto: Eu la coñece.
Abreu: ¿A quién?
Porto (levantándose para sondear la noche): Cuando los guríes ven a la luna por primera vez sienten que la conocen desde antes de nacer.
Abreu: Iso está béin.
Porto: Y hay que aprender a darse la mano con la luna.
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