lunes

GUIONES ELABORADOS EN LA ESCUELA DE CINEASTAS DEL URUGUAY


NOCHE DE ROCK


Pablo Nion

Escena 1

Noche de sábado. En un callejón muy oscuro un vagabundo revuelve la basura y al quitar una gran bolsa de escombro encuentra un cadáver. La cámara enfoca desde encima al vagabundo y no se ve el rostro del cadáver. El hombre se da vuelta y mira para los dos lados: en la vereda de enfrente resalta una pegatina que publicita un concierto de la guitarrista de rock-pop ELENA. Primerísimo plano del rostro sonriente y deslumbrante de la muchacha.

Escena 2

Letras en pantalla: 48 HORAS ANTES.

ELENA deja de afinar su guitarra tirada sobre su sofá y atiende el celular.

ELENA: Sí.

ROBERT (saliendo de un edificio): Soy yo.

ELENA (sonriendo): ¿Quién?

ROBERT: Robert, nena.

ELENA (riéndose fuerte): ¿Creés que no te conozco, tontito?

ROBERT: Escuchá, rockstar: tenés que tocar mañana en el ciclo unplugged del canal Sony. Ahí te va a ver el director de la discográfica y si le gustás ya firmamos todo y lo dejamos pronto.

ELENA (enderezándose y soltando la guitarra): ¿En serio? Yo sabía que para algo servías.

ROBERT: Estás preparada, ¿no?

ELENA: Yo soy Elena, nene. Siempre estoy preparada. Y más si me lo pedís vos.

ROBERT: Dale, no empieces.

ELENA: ¿Querés venir a celebrar conmigo?

ROBERT: No empieces, Elena. Ya hablamos de esto: ahora soy tu representante y no se pueden mezclar las cosas. Acordate, mañana a las 22hs en Sony.

ELENA: Ta. Como quieras. Nos vemos mañana.

ROBERT: Beso, chau.

Escena 3

ROBERT espera en la puerta del canal. Son las 22hs de una noche muy hermosa y ELENA baja de un taxi con su guitarra al hombro y lentes negros.

ELENA (abrazándolo): Hola, tontito.

ROBERT: Por fin, nena. Pensé que no llegabas.

ELENA (bajando sus lentes): Ja… ja… Tu alma nunca te va a fallar.

ROBERT: ¿Y el guardia que te puse? Tenés que andar con cuidado. Acordate que al demente del mes pasado no lo agarraron nunca.

ELENA: Tranqui, Robert. ¿Qué me puede pasar? No le vas a dar bola a cada tipo que me mande cartitas…

ROBERT: Pero el demente se zarpó salado.

ELENA: Ta. Ya fue. ¿Cuándo entramos?

ROBERT: Dale. Primero te tengo que presentar a los productores.

Escena 4

ELENA y ROBERT entran al estudio de televisión, donde los esperan dos productores muy bien trajeados.

ROBERT: Elena, te presento a Walter, productor ejecutivo de Sony Music y a Nicolás, productor del programa.

ELENA (saludando a WALTER con un apretón de manos, mientras NICOLÁS se adelanta para besarla): Mucho gusto.

NICOLÁS: Es un gusto conocerte personalmente.

WALTER: Bueno, te llevo al camerino. En 10 minutos salimos al aire.

Escena 5

ELENA sigue a WALTER al camerino por un pasillo. NICOLÁS y ROBERT quedan hablando, mientras arranca el programa.

ROBERT: ¿Qué te parece la nena?

NICOLÁS (riéndose): Tiene mucho futuro, y además debe enamorar gente a lo bobo. ¿Cómo manejan el tema de los fans?

ROBERT: Es un tema complicado. El mes pasado tuvo un problema con un enfermo que trató de meterla en un auto. ¿Podrás creer?

NICOLÁS: Hay cada loco en este mundo. ¿Y no tienen idea de quién fue?

ROBERT: No. Después le mandó flores y una cartita, pero al final nunca se supo más nada. Esperemos que haya quedado por esa…

NICOLÁS: Esperemos.

Escena 6

WALTER, NICOLÁS y ROBERT conversan fuera de cámara mientras ven actuar a ELENA.

ROBERT: ¿Qué les parece la nena?

WALTER: La verdad que muy bien. Tiene futuro, buena actitud, presencia.

ROBERT: Yo te dije.

NICOLÁS: Aparte es muy bonita, realmente muy bonita.

Se escuchan aplausos. ELENA termina de tocar y se enfoca un monitor donde aparece la conductora despidiéndola.

VOZ DEL DIRECTOR (en off): Estamos en el corte. 5 minutos.

ROBERT (riéndose): Me parece que ya podemos terminar el negocio.

NICOLÁS: Esperá que la voy a acompañar al camerino y vuelvo.

Escena 7

ELENA y NICOLÁS en el camerino.

NICOLÁS: Sonó muy bien, te felicito. Me parece que en este momento están charlando sobre tu contrato con Sony.

ELENA: ¿En serio? Buenísimo, me alegra pila.

NICOLÁS: Elena, me gustaría que charláramos sobre algunos pormenores del contrato.

ELENA: Dale, arreglamos con mi representante y nos juntamos a charlarlo.

NICOLÁS: Yo estaba pensando en algo másss…. ¿Te gustaría cenar hoy y charlarlo?

ELENA (recostándose sobre el marco de la puerta): Emmm…. Tendría que hablarlo con Robert para saber qué opina… Bueno, dale…. Me cambio y vamos.

NICOLÁS: Perfecto, te espero en el estacionamiento de abajo.


Escena 7

ROBERT entra al camerino mientras ELENA enfunda su guitarra.

ROBERT: Estuviste increíble. Arreglamos un contrato de exclusividad con Sony por dos años: salida para canales, videos, todo todo todo!!!

ELENA (riéndose): Buenísimo, Robert!!! Valía la pena tener a un representante capo!!!

ROBERT: ¿Cuántas veces te dije que lo que tenías que hacer era dar el último salto y listo?

ELENA (sacando un lápiz de labios y empezando a pintarse frente al espejo): Es verdad.

ROBERT: ¿Y por qué te estás pintando otra vez? ¿En qué andás?

ELENA: En nada… Voy a salir…

ROBERT: ¿Con quién?

ELENA: Con Nicolás, el productor. ¿No es lindo?

ROBERT: Mirá, ya hablamos de esto. Lo que pasó entre nosotros quedo atrás, nena. Olvidate y no trates de darme celos porque me vas a obligar a dejar de ser tu representante!

ELENA: Tranqui, Robert. Eso ya lo entendí. Sos vos el me dice que salga y conozca gente. Y acordate que fui yo la que te dejó, así que no me debés nada. Con este tipo vamos a hablar de los pormenores del contrato, nomás.

ROBERT: Okey, pero cuidate porque yo no lo conozco bien a este tipo. ¿Te mando al guardia?

ELENA: No, dejá. Me voy porque me esperan.

ELENA se cuelga la guitarra, saluda a ROBERT con un beso y se va.

Escena 9

ELENA y NICOLÁS entran a un apartamento.

NICOLÁS (encendiendo la luz y yendo hacia la cocina): Pasá, ponete cómoda.

ELENA (yendo hacia la ventana): Qué lindo apartamento tenés. Muy linda vista.

NICOLÁS (volviendo de la cocina con dos copas de vino): Siempre me gustó la vista al mar. ¿Un vinito? Poné música, si querés. ¿Te gusta la pasta?

ELENA (revisando los cd´s): Me encanta.

NICOLÁS: Okey. Ya vengo.

Corte.

NICOLÁS (volviendo de la cocina): Uh, qué buen disco elegiste. No me imaginé que a una chica como vos le gustara el jazz.

NICOLÁS deja la copa de vino sobre la mesa, se acerca, la toma de la cintura y comienzan a bailar suavemente.

ELENA: ¿Así que también sos bailarín?

NICOLÁS: Sólo dependiendo de la ocasión, y esta lo amerita.

ELENA (riéndose): ¿Ocasión? Somos nada más que dos chicos bailando.

ELENA recuesta su cabeza sobre el hombro de NICOLÁS y bailan suavemente algunos minutos.

NICOLÁS: Voy a ver si la pasta esta pronta. ¿Más vino?

ELENA (sonriendo): Bueno, pero no demores.

Corte.

ELENA está parada mirando el mar cuando NICOLÁS aparece con una bandeja de plata. Trae dos platos de pasta, una botella de vino y un pequeño adorno de flores sobre la bandeja.

ELENA: Mmm… qué pinta tiene. Parece que te esmeraste.

NICOLÁS (sirviéndose más vino): Ojalá te guste. Hace mucho que espero este momento.

ELENA: Lo decís como si ya me conocieras de antes.

NICOLÁS (atorándose): No exactamente. Pero yo estaba en el Plaza la noche que te dieron el Grafitti revelación. ¿Te gusta ser famosita?

ELENA: Sí, claro, yo nací para esto. Es lo que siempre quise ser.

NICOLÁS: Y además ya te persiguen los fans. Robert me contó que tuviste un problema el mes pasado.

ELENA: Pero no pasó a mayores. Y además nunca supimos quién era el loco.

NICOLÁS: Menos mal. Debe ser jodido pasar por esas situaciones tan tensas. Y mirá que dentro de un tiempo te va a costar hasta salir a la calle.

ELENA: Sí, va a ser muy jodido. Pero quiero el contrato.

NICOLÁS: El tipo que te acosó tendría que estar muy enamorado de vos para arriesgar una carrera.

ELENA: ¿Y vos cómo sabés que tiene una carrera?

NICOLÁS: Porque si te quiso meter en un último modelo es porque debe tener plata.

ELENA (parándose y alejándose de NICOLÁS): Eso no te lo pudo haber dicho ni Robert.

NICOLÁS (parándose para agarrarla): Pará, te lo puedo explicar. Ese día mal interpretaste las cosas. Yo quería nada más que…

ELENA (tapándose la boca con las manos): No lo puedo creer.

NICOLÁS (mientras ELENA corre hacia la puerta): Dejame que te explique.

ELENA: Dejame salir!!! Auxilio!!! Ayuda!!!

ELENA no puede abrir y corre tropezándose y haciendo caer las copas de la mesa, hasta que NICOLÁS le agarra los brazos y se sienta sobre ella en el sofá.

NICOLÁS: Quedate quieta!!! No grites más, carajo!!! Yo quería hablar contigo, nada más!!! Vos no entendiste nada!!!

ELENA: ¿Entender qué?!!!! ¿Que sos un loco obsesionado con la cantante del momento?!!!!!

NICOLÁS (taponeándole la boca): No, yo estoy enamorado de vos, Elena!!! Y lo que vos no podés entender es que te están explotando!!! Te quieren usar, nena!!! Ninguno de ellos te quiere realmente!!! Sabés lo que acaba de arreglar tu Robert conmigo? Quedarse con el 90 por ciento de la recaudación de los recitales!!!

ELENA (quedándose quieta hasta que NICOLÁS le destapa la boca): A mí Robert me quiere!!! No es capaz de hacer eso!!!

NICOLÁS: Haceme caso, tonta. Esto ya lo veníamos cocinando hacía tiempo. ¿O por qué te pensás que mandé a un loco a tratar de meterte en el auto y hoy te traje hasta aquí!!! No tenía otra manera de hacerte verlo claro!!! ¿Entendés?

ELENA (quedándose un momento callada y tranquilizándose, hasta que NICOLÁS la suelta y se le sienta al lado): ¿Pero cómo es posible que Robert me haya hecho esto? No!!!! Déjame ir!!!!

NICOLÁS (volviendo a agarrarle un brazo): Ahora que sabés la verdad no puedo dejarte ir, porque Robert es capaz de matarme si vos le contás esto.

ELENA (zafando y recostándose contra la mesa): ¿Pero cómo puedo confiar en vos si ni siquiera te conozco, loco? Déjame ir!!!

ELENA agarra la botella de vino y se la destroza en la cabeza a NICOLÁS, que cae desmayado. Ella le busca las llaves en el traje y después se escapa del apartamento.

Escena 10

ELENA
llega en taxi a una casa lujosa y amaga tocar el timbre dos veces, mientras se mira el rostro despeinado y lloroso en el vidrio de la puerta. Después que se decide a llamar ROBERT le abre con un vaso de whisky en la mano, descalzo y con la camisa desprendida y salida del pantalón. Un reloj de pared marca la 1:43.

ROBERT: ¿Que hacés acá? ¿Por qué llorás? ¿Qué pasó?

ELENA: Vos… vos… me mentiste, me usaste, no lo puedo creer, creí que podía confiar en vos.

ROBERT: ¿Pero de qué me hablás? Vení, pasá. Tranquilízate.

ELENA (pasando y quedándose parada, mientras ROBERT cierra la puerta): Nicolás me contó todo, que me estas usando, que te estás quedando con casi todo lo que gano!!! Yo pensé que podía confiar en vos!!!

ROBERT: ¿Cómo? ¿Quién te dijo eso? ¿De qué hablás, nena?

ELENA: De eso, escuchaste bien. Te hablo de que me estás explotando, Nicolás me explicó todo y también me contó que él fue el que intento meterme en un auto para avivarme… Sos un hijo de puta!!!

ROBERT: No, pará!!! ¿Cómo te pudo versear todo eso? ¿Qué puede saber él? Pará. Vení, cálmate, que te puedo explicar todo.

ELENA (mientras ROBERT trata de abrazarla): No me toques!!! Déjame quieta, te voy a denunciar!!! Voy a ir ya mismo a denunciarte por estafa, no te quiero ver más, sos un hijo de puta!!!

ROBERT: Pará, Elena. Y tranquilizate que podemos llegar a un arreglo.

ELENA (sacando un celular y viendo que hay varias líneas de cocaína sobre la mesa): No quiero llegar a nada, voy a hablar con mis abogados. Pa, ¿y ahora le estás dando a la merca? Sos otro tipo totalmente distinto al que conocía!!!

ROBERT: (sacándole el celular de la mano a ELENA, haciendo fondo blanco con el whisky que le quedaba y aspirando una línea de cocaína): Y vos sos una pendeja de mierda, consentida y malcriada. No tenés ni la más puta idea de lo que es el mundo real!!!

Después tranca la puerta y se guarda la llave en el pantalón.

ROBERT: No te puedo dejar ir, Elena.

ELENA: ¿Y qué vas a hacer? ¿Dejarme acá encerrada? No seas imbécil, no entendés, me quiero ir, te voy a denunciar y no me vas a joder nunca más en la vida, hijo de puta!!! Dame la llave!!!

ROBERT va tranquilamente hacia una repisa, saca un arma, se acerca a la mesa y aspira otra línea de cocaína.

ELENA: ¿Qué vas a hacer? ¿Desde cuándo tenés armas? Déjame ir, Robert. ¿Te acordás cuando éramos novios en la secundaria y vos decías que yo era tu alma?

ROBERT camina en círculos con el revólver en la mano mientras ELENA gira mirándolo y trata de sonreír.

ELENA: Robert, no te conozco, cambiaste demasiado, dejá esa arma, lo podemos arreglar de otra manera, podemos rockear juntos como los viejos tiempos… Dejá el arma, que yo no voy a contar nada.

ROBERT se sirve más whisky, aspira otra línea de cocaína, se acomoda la nariz, toma más whisky y se acerca a ELENA.

ROBERT (hablándole al oído mientras le levanta la barbilla y le clava el caño del arma en el cuello): Mirá, pendeja: vos nunca entendiste nada. Yo para que llegaras adonde llegaste tuve que hacer muchas cosas, muchos favores que después tuve que pagar, la música es una mafia muy grande y pesada y por vos arriesgué el pescuezo, pendeja de mierda, pero eso nunca lo entendiste. Vos siempre con tu mundo color de rosa!!!

ROBERT se separa unos metros, vacía el whisky de golpe, tira el vaso contra una pared y apunta directamente a la cabeza de ELENA.

ELENA: Pará, Robert!!! Por el amor que me tenías, bajá el arma, podemos hablarlo, no tenemos que terminar en esto, bajá el arma… Mirá, mirá ahí, esa foto, ¿te acordás? ¿Cuántos años teníamos? Mirá: vos, tu hermana y yo. ¿Te acordás?

Silencio. ROBERT y ELENA miran la foto que está sobre una repisa. Después se oye el disparo y la caída de un cuerpo.

Corte. Pantalla negra.

Escena 10

Callejón. Un auto estaciona en plena oscuridad, se apagan los focos y un hombre con un sombrero y un sobretodo negros baja para sacar del baúl una bolsa donde parece haber un cuerpo, tirarla adentro de una volqueta y volver a sentarse frente al volante. Desde el asiento trasero se ve llegar la sombra de un hurgador. Se repite la Escena 1, pero esta vez se enfoca al vagabundo en el momento de escaparse y dejar al descubierto el rostro muy ensangrentado de ROBERT, que tiene un tiro en la sien. Mientras tanto, se escucha una conversación en el auto.

ELENA: Gracias por ayudarme, Nicolás. No sabía qué hacer con todo esto, no puedo creer que se haya matado ahí adelante mío, como si nada… No sabía a quién llamar…

NICOLÁS (tratando de sonreír): No te preocupes, ahora ya esta todo resuelto, aunque todavía me duele la cabeza.

En el espejo retrovisor se ve a ELENA sentada en el asiento de atrás, con lentes, una pañoleta y una campera oscura. Después el auto da marcha atrás y desaparece.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+