martes

JESÚS DE PUNTA DEL ESTE (¿TE MOLESTA MI AMOR?)


una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET

VIGESIMOSEXTA ENTREGA

101 / SOPA

Franco apareció disfrazado de gramillero cuando ya relampagueaba draconíferamente sobre el océano y descubrió a Alda sentada contra la Torre y le hizo una reverencia con la galera a rayas:
-¿No te da la nafta para festejar el milagro, bombón? Yo no puedo atenderte porque me espera una sopita de almejas.
La locutora trató de escaparse pero el gnomo horizontalizó el bastón babeando un coágulo aquerosenado:
-A vos no te va a salir nunca el tiro del final, pelotuda. Rezale a Satanás y chau. Y se te pasa todo.
Al final la Cadáver pudo correr hacia la vereda del cañón y se cruzó con el auto de Federica, que estacionó a media cuadra de la esquina.
-A gozar, caballeros -trató de manotearles una caja de vino el gnomo a unos planchas que casi lo desnucan, y al distinguir el Gol color lagarto lo rodeó desenredando unas lentísimas eses candomberas para eructar en la ventanilla: -Me imagino que ya te pelaste la tanga, Julita Roberts.
-El León está en la iglesia.
-Abrí que llueve, loca. ¿Sabés cómo me dicen en el queco de Pan de Azúcar? One million minetas baby.
-Quedate quieto o grito, escuerzo.
-Y yo te reviento ese huevo duro con peluca igual que en un partidos de polo -se le azufraron más los colmillos que la galera al hombrecito-jockey. -Abrite, yara vieja. Mirá que todo el mundo sabe cómo curran ustedes. Y esto es mucho más cómodo que el escritorio de cualquier canal.
-Ay.
-¿Viste cómo te mojás, container?
-Salí, que ahí viene Leonardo. Y ya me vio, carajo.
El muchacho de sobretodo terminó de cruzar la calle sin apuro y se dejó besar por su primo comentando:
-Ay, don Hugo. Tanto que nos quisiste.
-¿Te llevo hasta El resorte, corazón? -mordió la peineta agujada como un pirata la productora mientras se rehacía el moño.
-Para qué.
-Se picó. Te quieren allá arriba.
-Pero que sea muy rápido.
-Bueno, loca -se acomodó la bragueta todavía hinchada el gnomo. -Nos vemos en el casino.
-Ta. Pero primero matate.
-Yo siempre te hago caso.
Entonces Federica se sacó los zapatos con novelería de novia para correr hasta el auto y el Flaco Jefe le hizo adiós dulcemente a la Torre.

102 / EL RESORTE

El resorte era un galpón que quedaba en la cuadra del quilombo: tenía cuatro mesitas y un mostrador con banquetas atendido por un traficante de cocaína.
-Otra cueva preciosa -entrelazó los garfios sobre el escote Federica. -A mí pedime una Coca Light.
-Rápido -prendió el porro y trajo las botellas Leonardo. -Que querés.
-Salió un toque muy groso. Al Rey lo enloqueció el reportaje y te quiere en una fiesta nudista.
El Flaco Jefe les estudió las muecas esquizoides a dos patovicas que estaban en la barra y ya se habían dado cuenta que la productora no usaba bombacha y cabeceó:
-Tendría que ser hoy mismo. Sin la banda. Y les va a salir caro.
-Pedí.
-Veinte mil dólares.
-Estás pirando.
-Un par de temas. Vos viniste a buscarme. ¿Por qué no averiguás lo que te cobraría el crack de Arjona?
-Ta. Dejame hacer números con el Rey y te llamo.
-No. Me contestás ya y tiene que ser hoy. París con aguacero.
-¿La actuación hoy?
-Voilà.
-Piraste.
Y de golpe la mujer de clavículas muy aperchadas se quedó contemplando los desagües que retumbaban sobre su auto y sonrió:
-La joda es esa arquitectura de mierda que no existe y que con ustedes siempre parece que existe.
-Y lo peor es que no nos puedan matar a todos, flaca.
Después Leonardo se paró agregando una carcajadita de porro y le preguntó a un patovica:
-Vos mandás a la gente a la puta madre.
-A veces.
-Te pegó mal, hermano -ladró el barman. -Borrate.
-Pero carajo: ¿no nos pasamos mandando a todo el mundo a la putísima madre que lo parió? Y eso es amor.
Federica puso plata en la mesa y salió resoplando:
-Yo prefiero mojarme.
-Amor -se desabrochó el sobretodo Leonardo. -Vivimos puteando a Dios porque nos parió a todos. Y se llama la Dios. ¿Cómo no va a poder azular y planchar todos los caos?
Entonces el securitie más lobuno lo sostuvo y el otro le empozó un pómulo con un solo piñazo mientras la productora abría la puerta de atrás del Gol:
-Tírenlo acá mejor, que así va planchadito.

103 / BAÑO

Cuando Mariana y el Pato volvieron de comprar ropa en la peatonal ya hacía rato que no llovía.
-¿Seguís buceando, coboy? -auscultó la puerta del baño la negra. -¿No querés que te traiga patas de rana?
-La pregunta por el millón, mamá: ¿para qué precisamos ropa nueva si la fiesta es nudista?
-Porque yo me desbolo cuando quiero. Y andá a saber: capaz que esta trolada todavía ni nos deja entrar al country.
-Pero el León pidió que lo acompañáramos para brindar por el fin de la Esclavatura y el Sistema Triste.
-Ahí va. La Independencia Mística.
-Me dijeron en la escuela que algunos de los que se desnudan usan caretas de Bin Laden.
-Por mí que se disfracen de condones, lo mismo.
-Estás linda, mamá.
-Ta, Pato. No preciso cumplidos. ¿Sabés cuánto valen estos trapos? Cuatro fiestitas y un millón de memazos. Pero Cristo quiere show en el country. Y se cree que le van a garpar y todo. Mirá: todavía no firmaron el contrato y ya le dejaron la trucha como la franja de Gaza. Esa gente vive para joder a los giles, mijito. Che, coboy: yo preciso mear.
-Pasá.
A Leonardo le había quedado tatuada una cicatriz color manteca y con forma de boca sobre el pómulo izquierdo, y Mariana se apoltronó en el water y recogió una fotocopia empapada del suelo.
-Esa es la carta que le escribió Carolina Tomillo a Natacha antes que la trajeran para Maldonado -desparramó las rastas en la bañera el muchacho como si estuviera haciendo la plancha. -Regalásela al Pato.

Natacha: en este momento me estás mirando y estoy tratando de no toser. Papá fue a trabajar en la verdulería. La italiana de arriba se ofreció a lavarme la ropa y a cocinar porque no están los hijos. Entonces se me ocurrió escribirte esto. Para cuando te cueste ser mujer. De golpe vas a estar volando con tu traje de novia todavía enganchado en las nubes y va a venir un viento venenoso. No te asustes, hija. Papá dice que todo es una fiesta. Y cuando íbamos juntos a los parques papá decía que se podían partir los parques con la mano. Yo no entendía pero me daba cuenta. Después Teobaldo y Juan se volvieron de luz y pasábamos horas sin hablar, nada más que tratando de no entristecerte. Pero un domingo negro yo te llevé a la casa de los italianos y bajé y me acosté al costado de tu padre. Cómo hay que hacer para resucitar, le pregunté agarrándole una pierna. Así, me dijo. Y me agarró una pierna. Nunca dejes decir que no hay amor. Nunca desprecies el amor que das. Nunca pienses que no hay nadie perfecto.

104 / VISITA

Todavía lloviznaba cuando el padre Fidel le pidió a un seminarista que lo alcanzara hasta el quilombo y lo esperara un rato en la camioneta.
-Qué pasó -se acercó corriendo Paco apenas el viejito de barba blanca y calvicie compacta terminó de bastonear disneicamente la escalera.
-Quisiera hablar con Naná, si no es mucha molestia.
-De ninguna manera. Deme el brazo que lo acompaño hasta el despacho. ¿Se va a servir algo?
-Una grapita miel.
-Pero qué honor -se le enlentejueló la mirada al travesti. -¿En que podemos ayudarlo, padre?
-Me dijeron en la iglesia que a Leonardo Regusci lo contrataron para tocar en una fiesta nudista del Rey.
-Yo me enteré recién.
-Sí. Y creo que lo van a acompañar casi todos los muchachos del Laboratorio -trajo las copas Paco.
-¿Sabés que voy a tutearte, Naná? Porque nos conocemos hace años. De vista, por lo menos.
-Otro honor.
-Bueno, vos sabés que nosotros somos más chusmas que los políticos y los escritores y los psiquiatras juntos. Los negocios con las almas desnudas son bravísimos. Y no siempre muere el toro.
-No me digas a mí.
-La pregunta es muy directa. Me imagino que Mariana Ventura debe ganar muy bien. En Maldonado ya se hizo más famosa que este payaso porteño que acaban de nombrar ciudadano ilustre.
-Gana una barbaridad. Claro que el último marido que tuvo le dejó un agujero negro. El vikingo. Y además ellas compran felicidad de shopping: les viene la viaraza y salen con una amiga y se gastan todo, aunque al otro día no coman. Y vos lo ves al hijo y parece un porteñito de Pinares. Bueno, medio mundo es así.
-Sí. Ser feliz de verdad cuesta horrores. Adoro la filosofía barata.
-Sí. Y para colmo joderse es carísimo -carcajeó acercándose al cuadro del Señor de la Paciencia Naná. -Mirá, esto lo pintó Leonardo Regusci cuando tenía cuatro años. La madre me lo regaló el día que se internó con un cáncer terminal.
-Y él ya era lo que es.
-No entiendo.
-Este muchacho siempre fue alguien que no precisa creer porque ya sabe lo que hay más allá. ¿Puedo darte un beso de cristiano?
-Por favor.
-Así que Mariana Ventura gana una barbaridad -vació la copa y recogió el bastón el cura. -Y Leonardo hoy va a torear con el alma desnuda.

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