PAISITO TU MADRINA
Al otro día de jugada la semifinal mundialista en Sudáfrica, agregamos esta cuarta paginita a la serie iniciada durante las eliminatorias: La mirada de Forlán, La celeste de Forlán y La mano de la fe.
Nunca en su historia, como sucedió ayer, nuestro país emergió tan revitalizado de una derrota futbolística. La cultura oriental / uruguaya volvió a ocupar, en el plano hipnótico / simbólico, el primer nivel planetario que fue concebido sin ningún utopismo en Purificación.
Y hoy queremos invocar, junto al célebre Y si soñamos fue con realidades de Juan Cunha, un verso que Juan Carlos Macedo talló sobre la piedra durante la resistencia al fascismo: Anticipados, vencimos las derrotas.
Ese es el heroísmo que se constela no como un lujo sino por necesidad, señores manipuladores del consumismo salvaje. C. G. Jung dixit.
Hace quince siglos San Agustín sentenciaba: Creer lo que no vemos, para merecer ver aquello que creemos.
Y en la indomable década de los 60 el genial marxista checo Karel Kosik nos proponía la construcción de una espiral dialéctica más alta como única prospección mesiánica duradera.
Siempre reinará el vuelo.
Ayer la selección uruguaya despeinó inesperadamente al fariseísmo mediático implantándole al mundo una humildísima y redonda realidad construida al margen de cualquier bandería o institucionalismo o certeza que no provenga de esa invencible completud estrellada que puja desde cada ADN y transfigura todo.
Está escrito: Un segundo de puro amor te vuelve todo amor.
Y también está escrito: Alcanza con creer. Con no creer no alcanza.
No importa la palabra que elija cada uno para definir en qué.
H.G.V.
Al otro día de jugada la semifinal mundialista en Sudáfrica, agregamos esta cuarta paginita a la serie iniciada durante las eliminatorias: La mirada de Forlán, La celeste de Forlán y La mano de la fe.
Nunca en su historia, como sucedió ayer, nuestro país emergió tan revitalizado de una derrota futbolística. La cultura oriental / uruguaya volvió a ocupar, en el plano hipnótico / simbólico, el primer nivel planetario que fue concebido sin ningún utopismo en Purificación.
Y hoy queremos invocar, junto al célebre Y si soñamos fue con realidades de Juan Cunha, un verso que Juan Carlos Macedo talló sobre la piedra durante la resistencia al fascismo: Anticipados, vencimos las derrotas.
Ese es el heroísmo que se constela no como un lujo sino por necesidad, señores manipuladores del consumismo salvaje. C. G. Jung dixit.
Hace quince siglos San Agustín sentenciaba: Creer lo que no vemos, para merecer ver aquello que creemos.
Y en la indomable década de los 60 el genial marxista checo Karel Kosik nos proponía la construcción de una espiral dialéctica más alta como única prospección mesiánica duradera.
Siempre reinará el vuelo.
Ayer la selección uruguaya despeinó inesperadamente al fariseísmo mediático implantándole al mundo una humildísima y redonda realidad construida al margen de cualquier bandería o institucionalismo o certeza que no provenga de esa invencible completud estrellada que puja desde cada ADN y transfigura todo.
Está escrito: Un segundo de puro amor te vuelve todo amor.
Y también está escrito: Alcanza con creer. Con no creer no alcanza.
No importa la palabra que elija cada uno para definir en qué.
H.G.V.
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