UNA MAÑANA HERMOSA
Mauricio Collazo
Un barrio cualquiera de la ciudad, casas pegadas y dos vecinas que se encuentran. Legendaria barre las hojas caídas en la vereda y Petra sale a hacer los mandados con una bolsa chismosa.
Legendaria: Buenos días, Petra. ¿Cómo amaneció con esta mañana tan hermosa?
Petra: Buenos días, Legendaria. Aquí estoy, por salir a hacer los mandados.
Legendaria: Tengo algo para contarle que me pasó mi sobrina la Luján. Ella siempre al tanto de todo.
Petra: Cuándo no, su sobrina sabiendo algo nuevo. Después dicen que somos nosotras las chismosas. Pero cuente, a ver.
Legendaria: Bueno, sabe que el vecino de la esquina… ¿Se da cuenta de quién le hablo? Don Remedio Posado, el que quedó viudo hace cuatro meses…
Petra: Sí, cómo no. Vecino de toda una vida. Un churro con dulce de leche.
Legendaria: Dicen que anda de dragoneos con la que trabaja en la farmacia La nueva luz, ¿se da cuenta? La Lidia, ¿la ubica cuál es?
Petra: ¿Pero cuál me dice? ¿La que tiene treinta y poquitos años? ¿La Lidia? ¿La hija de Casimiro Novea?
Legendaria: La misma.
Petra: Pero Remedio le lleva unos cuantos años. Él tiene como sesenta.
Legendaria: ¿Y qué tiene de malo eso? El amor no tiene edad. ¿O usted no sabe eso?
Petra: Lo que también se sabe es que el hombre tiene mucha plata. Aunque de bobo no tiene nada.
Legendaria: Me dijo mi sobrina que los vio muy abrazaditos contra el corralón de las casas, muy enamorados, como dos pichoncitos y recién emplumados. Felices.
Petra: ¡Pero qué barbaridá…! Cómo han cambiado los tiempos, ¿se da cuenta? Qué barbaridá…
Legendaria: Y bueno, usté sabe que todo cambia, como dice la canción. Estamos en otra época. Nada que ver con el tiempo cuando nosotras éramos chiquilinas.
Petra: Pero vio, dese cuenta lo que son las cosas. Yo hace diez años que perdí a mi marido y aquí me ve sola y tranquila, nomás.
Legendaria: Pero qué oportunidá que se perdió ahí, con don Remedio Posado…
Petra: ¿Pero usté qué se cree? ¿Qué yo soy una cualquiera? Soy una mujer hecha y derecha…
Legendaria (murmura las tres primeras palabras mientras barre): Hecha y deshecha. Bueno, no era para que se enojara. Disculpemé si la ofendí en algo.
Petra: Está bien, haga de cuenta que no me dijo nada. Pero la voy a dejar porque se me hace tarde. Otro día conversamos de Remedio y la Lidia. Esos dos palomos enamorados.
Legendaria: Ay, Dios mío, y yo acabo de acordarme que dejé la caldera en el fuego…
Petra: Bueno, que pase bien y gracias por el chisme. Y como dicen los de la nueva ola: Es lo que hay. Hasta luego, Legendaria.
Legendaria: Hasta luego, Petra, que pase usté bien. Y si sabe de algo ya sabe que aquí estoy.
Mauricio Collazo
Un barrio cualquiera de la ciudad, casas pegadas y dos vecinas que se encuentran. Legendaria barre las hojas caídas en la vereda y Petra sale a hacer los mandados con una bolsa chismosa.
Legendaria: Buenos días, Petra. ¿Cómo amaneció con esta mañana tan hermosa?
Petra: Buenos días, Legendaria. Aquí estoy, por salir a hacer los mandados.
Legendaria: Tengo algo para contarle que me pasó mi sobrina la Luján. Ella siempre al tanto de todo.
Petra: Cuándo no, su sobrina sabiendo algo nuevo. Después dicen que somos nosotras las chismosas. Pero cuente, a ver.
Legendaria: Bueno, sabe que el vecino de la esquina… ¿Se da cuenta de quién le hablo? Don Remedio Posado, el que quedó viudo hace cuatro meses…
Petra: Sí, cómo no. Vecino de toda una vida. Un churro con dulce de leche.
Legendaria: Dicen que anda de dragoneos con la que trabaja en la farmacia La nueva luz, ¿se da cuenta? La Lidia, ¿la ubica cuál es?
Petra: ¿Pero cuál me dice? ¿La que tiene treinta y poquitos años? ¿La Lidia? ¿La hija de Casimiro Novea?
Legendaria: La misma.
Petra: Pero Remedio le lleva unos cuantos años. Él tiene como sesenta.
Legendaria: ¿Y qué tiene de malo eso? El amor no tiene edad. ¿O usted no sabe eso?
Petra: Lo que también se sabe es que el hombre tiene mucha plata. Aunque de bobo no tiene nada.
Legendaria: Me dijo mi sobrina que los vio muy abrazaditos contra el corralón de las casas, muy enamorados, como dos pichoncitos y recién emplumados. Felices.
Petra: ¡Pero qué barbaridá…! Cómo han cambiado los tiempos, ¿se da cuenta? Qué barbaridá…
Legendaria: Y bueno, usté sabe que todo cambia, como dice la canción. Estamos en otra época. Nada que ver con el tiempo cuando nosotras éramos chiquilinas.
Petra: Pero vio, dese cuenta lo que son las cosas. Yo hace diez años que perdí a mi marido y aquí me ve sola y tranquila, nomás.
Legendaria: Pero qué oportunidá que se perdió ahí, con don Remedio Posado…
Petra: ¿Pero usté qué se cree? ¿Qué yo soy una cualquiera? Soy una mujer hecha y derecha…
Legendaria (murmura las tres primeras palabras mientras barre): Hecha y deshecha. Bueno, no era para que se enojara. Disculpemé si la ofendí en algo.
Petra: Está bien, haga de cuenta que no me dijo nada. Pero la voy a dejar porque se me hace tarde. Otro día conversamos de Remedio y la Lidia. Esos dos palomos enamorados.
Legendaria: Ay, Dios mío, y yo acabo de acordarme que dejé la caldera en el fuego…
Petra: Bueno, que pase bien y gracias por el chisme. Y como dicen los de la nueva ola: Es lo que hay. Hasta luego, Legendaria.
Legendaria: Hasta luego, Petra, que pase usté bien. Y si sabe de algo ya sabe que aquí estoy.
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