jueves

ALBERT HOFMANN - LSD: CÓMO DESCUBRÍ EL ÁCIDO Y QUÉ PASÓ DESPUÉS EN EL MUNDO (51)

 

 Los parientes mejicanos del LSD (7)

 

La “enredadera mágica” ololiuqui (2)

 

Cuando en 1959 me decidí a intentar aislar el principio activo del ololiuqui había un solo informe sobre trabajos químicos con la semilla de la turbina corymbosa. Pertenecía al farmacólogo C. G. Santesson de Estocolmo, y era de 1937. Pero Santesson no había logrado aislar una sustancia activa en su forma pura.

 

Sobre la eficacia del ololiuqui se habían publicado hallazgos contradictorios. En 1955, e psiquiatra H. Osmond realizó autoensayos con las semillas de la turbina corymbosa. Tras la ingestión de 60-100 semillas entró en un estado de apatía y vacío, acompañado de alta sensibilidad visual. Cuatro horas después siguió un período con una sensación de relajamiento y bienestar, que se mantuvo un buen rato. Esto se contradecía con los resultados que publicó V. J. Kinross-Wright en 1958 en Inglaterra, según los cuales ocho voluntarios, que habían ingerido hasta 125 semillas, no sintieron efecto alguno.

 

Por mediación de R. Gordon Wasson obtuve dos muestras de semillas de ololiuqui. En la carta con que acompañaba las muestras, Wasson me escribía el 6 de agosto de 1959 desde México-City:

 

Le envío aquí un pequeño paquete con semillas. Según creo, se trata de rivea corymbosa, conocida también como ololiuqui, el famoso estupefaciente de los aztecas. En Huautla se la denomina semilla de la Virgen. Como verá el paquete contiene dos botellitas con semillas que me dieron en Huautla, y un recipiente más grande con semillas que me dio Francisco Ortega, un indio zapoteca, que las había recogido él mismo de las plantas de la localidad zapoteca de San Bartolo Yautepec…

 

Las semillas redondas, de color marrón claro, provenientes de Huautla, resultaron ser efectivamente rivea corumbosa (sinónimo: turnina corymboca) en su identificación botánica, mientras que las semillas negras y angulosas de San Bartolo Yautepec fueron identificadas como ipomoea violacea.

 

Mientras que la turbina corymbosa se desarrolla sólo en climas tropicales o subtropicales, la ipomoea violacea se encuentra también en zonas templadas como planta de adorno y está difundida en toda la superficie del planeta. Se trata de la enredadera, que con sus campanillas de distintas variedades, con cálices azules o a rayas azules y rojas, engalanan nuestros jardines.

 

Además del ololiuqui progonal, es decir, además de las semillas de la turbina corymbosa, que denominan badoh, los zapotecas emplean también el badoh negro, las semillas de la ipomea violacea. Esta observación la realizó T. MacDougall, quien nos hizo llegar un segundo envío, más abundante, de estas últimas semillas.

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