martes

OCÉANOS DE NÉCTAR (LA NOVELA CAPITAL DE LA CIENCIA FICCIÓN URUGUAYA) 24 - TARIK CARSON


1ª edición WEB: Axxón / 1992
2ª edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019

EPÍLOGO

DOS (3)

-Asimismo, podemos arriesgarnos -dijo Cinco, que, al contrario, en ese momento resplandeció algo más-. Es un hecho que tenemos a muchos muy parecidos a los terráqueos, aunque nuestro aspecto más diluido igual denote, para ellos, una cristalina deficiencia mental, a la primera vista.

-Que nos crean idiotas nos ayuda bastante -opinó Q uince, con una sonrisa-, pero no pienso que sea una creencia estable. El problema ahora será el de los sustitutos, para lo cual tengo una propuesta.

-Pueden descargar los informes en mi placa o en la placa de Cinco -sugirió Veintiuno-, dada la urgencia del caso de los observadores en peligro. Yo, o Cinco, plantearemos los puntos por orden, de acuerdo a la urgencia.

Los veintiún Ciphers votaron sobre sus placas en silencio, enviando luego sus informes a la placa de Cinco.

-Bien -dijo Veintiuno-. Cinco ha sido autorizado. Llevará la voz, aunque para agilizar la solución remitiré los datos de todos a cada uno.

Algo después Cinco dijo:

-Debemos crear un centro de genética rápida para modificar y dar a nuestros observadores todas las condiciones físicas de los humanos. También tendremos que sincronizar nuestra alma con el alma humana para que no hayan conflictos espantosos como el de Procardus. Leyendo luego la sintonía nos anticiparemos a muchas de sus acciones, por irracionales que nos resulten… Los observadores deberán integrarse plenamente a la vida terrestre e informarnos de una forma inconsciente, sin retroceso posible. Los observadores no podrán romper el velo jamás, como le ocurrió a Procardus. Serán misiones suicidas, y debemos implementar mecanismos que los hagan inmunes a los sentimientos de tristeza terrestre frente a la muerte. Así no sufrirán los padecimientos y terrores terrestres, y cumpliremos hasta con los pormenores del Códex. Asimismo, resguardaremos nuestro sistema anímico, nuestros colores vitales, ante un eventual accidente como este de la burbuja.

-¿No interpretará el Códex que hemos creado seres sin alma? -preguntó Trece.

-Podemos verlo desde otro punto de vista. El de seres que dan la vida para mantener las leyes del Códex. Por otro lado, serán humanos en todo. Nunca sabrán que son antenas vivientes que registran y trasmiten información.

Hubo algunos minutos de silencio.

-¿Hay objeciones?

-Tal vez no hay nada mejor.

-A medida que avanzan técnicamente, nuestros sacrificios para mantener el Códex habrán de ser mayores. Es inevitable, pues sus habilidades destructivas y tiránicas serán mayores para lograr sus fines. No sólo han quebrado leyes de su historia que parecían inevitables, sino que han revertido la historia. Consta en los registros del Códex que en muy pocos sistemas conocidos ha ocurrido algo semejante… Pero sus fines no están en discusión acá, los conocemos…

-Demasiado bien -sentenciaron el Siete, el Once y el Diecisiete casi a la vez.

Los colores de casi todos menguaron con una rapidez extraordinaria. La penumbra duró mientras meditaron sobre lo que habían oído. Luego, poco a poco, volvieron a tomar fuerza pensando higiénicamente durante unos minutos en la vida en otros sistemas de la Galaxia.

-Hay aprobación -afirmó Veintiuno digitando su plaza, al observar que todos habían terminado de realizar su ejercicio de higiene mental y que ya había una mínima armonía que permitiera el curso de la reunión.

-Cada década se nos hace más difícil nuestra tarea de vigilantes. Opino que nuestra raza será reprobada tarde o temprano.

-Proseguiré -advirtió Cinco, que, al parecer de todos, no oyó esta comentario-. Hay varias propuestas básicas para conformar a los observadores… Unificadas afirman lo siguiente. Los observadores deben tener las dimensiones y los colores que más atraen a los terráqueos. Estos datos, sin duda, están en los registros, o los podemos extraer de las últimas estadísticas mentales terrestres. Aunque los padrones han sido siempre los mismos, independientemente del nivel espiritual del terráqueo, existe el fenómeno que llaman “moda”. Este es un hecho ilógico para nosotros, pero es importantísimo para ellos. Pero no es más ilógico que el de atribuirle insignes virtudes a una estructura celular por encima de otra similar. Para resumir, los haremos perfectos, sean machos o hembras, de acuerdo a la “moda” que promuevan en el presente.

-Hay acuerdo -dijo Veintiuno.

-La política será la misma sobre dónde habrá que ubicarlos. Aunque mi idea, como la de Trece y Diecinueve, en este caso, es la de introducir el factor sexual. Es un factor que jamás tomamos en cuenta. Después del amor por el Oro, es lo que más desquicia a los terráqueos. Hemos descuidado las dos cosas, junto al aspecto de los observadores. Este prurito es necesario que sea abandonado de inmediato o en unos siglos nos… Pido la aprobación para hacer hincapié en el aspecto del Oro y del Coito.

-No hay oposición.

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