por
Miguel Sánchez-Ostiz
La
editorial Siruela publicó en España «Hilos de tiempo», la autobiografía del
premio Princesa de Asturias de las Artes 2019
«Hilos de tiempo» (Siruela)
es un espléndido libro de la memoria que se abre con una duda y una
perplejidad, la de quien se da cuenta de que conforme escribe se le van pasando
las ganas de contar la verdad (que es una humorada que deberían tener más en
cuenta los memorialistas) porque sabe que las construcciones de la memoria son,
como mínimo, representaciones, puestas en escena mejor o peor pergeñadas, en
las que el autor intenta sacar el mejor perfil posible, el que más le favorece,
y evita los pantanos y los eriales.
Ir al fondo de lo que uno
es, penetrar -como dice Peter Brook, flamante premio Princesa de Asturias de
las Artes 2019-, en esas zonas de la conciencia que se conocen mal y que son
tenebrosas, es por demás dificil, a veces es un viaje baldío, otras un viaje abrumador,
destructivo. A todo lo más puede uno seguir algunas guías y eso es lo que hace
Brook con el propósito confesado de ser útil a la experiencía de otros, cosa
que es en sí misma.
«Hilos de tiempo» es un
libro de memorias y una autobiografía espiritual, rara al dia de hoy (mejor no
olvidar la obra memorialística de Salvador Pániker en España), esto es,
escribir de lo que el autor ha buscado, lo que en el fondo es, lo que ha
encontrado en el otro lado del espejo famoso, más que lo que ha hecho, más que
la mera sucesión de acontecimientos públicos y privados de su vida.
Una autobiografia poco o
nada previsible, por tanto, como su autor, y un teatro y un viaje, de la
memoría ambos, o así es como está planteado. El relato de una pesquisa personal
intensa, la de la calidad personal, la de quien o quienes emprenden viajes de
verdad interiores. Gente luminosa esta, gente que quema y cuyo trato directo o
indirecto resulta turbador. La indiferencia no tiene cabida en ese viaje. Así
estas páginas a las que es preciso acercarse con tiempo, en una lectura de ir y
volver.
Vida
inquieta
La vida que en las
páginas de «Hilos de tiempo» aparece es una vida inquieta, de una envidiable
plenitud, la de quien se pregunta mucho por el sentido de las cosas y por el
sentido de su lugar en el mundo, en medio de sus semejantes, uno más entre
muchos, alguien que escribe de «la incómoda verdad de que tan sólo empezamos a
existir cuando servimos a un propósito situado allende nuestros propios gustos
y aversiones», alguien apasionado por la verdad que esconde el teatro y por dar
con la puerta de acceso a esos mundos escondidos que están al otro lado de los
decorados, bajo la tierra, debajo de las piedras, como nos cuenta de manera
contagiosa, de manera que despierta en el lector lejanos ecos, en unas
bellisimas páginas.
Peter Brook, nacido
inglés de padres rusos, con una vida dedicada obsesivamente al teatro a caballo
entre Londres y París y otras muchas ciudades y países (el impagable viaje a
Kabul o a India, del que se desgajaría como un fruto maduro su Mahbarata
después de haberlo cortejado durante años), hombre nada acomodaticio, escribe
sus memorias con humor cierto (el de quien por buscarse mucho se sabe múltiple
y siente una instintiva desconfianza hacia las rotundidades del yo soy y
demás).
Brook hace aparecer un no
muy conocido y sorprendente Peter Brook, persona y personaje literario,
imaginativo, desmedido, lleno de fuerza, de fantasía, de rara sensatez (la que
se da la mano con el disparate), que contrata al demonólogo (o lo que fuera)
Aiistair Crowley como asesor en uno de sus montajes, que viaja como un
trotamundos por África improvisando piezas teatrales o que se interesa
vivamente por el esoterismo y por el pensamiento de Gurdielf y su guía
espiritual. Aparece el viajero inquieto, el hombre alegre, el atravesador del
globo en busca de esa única certeza que a todos nos constituye, el ser mínimas
piezas de un más vasto rompecabezas.
Una vida jalonada de
montajes teatrales, películas, algunos libros, muchos viajes y encuentros,
mucha gente, amigos, colaboradores, de renombre algunos de ellos, anónimos
otros, escrita con esa eficacia que hace que su entusiasmo, su pasión por
vivir, sean estimulantes, contagiosos. Un libro inevitable.
(ABC Cultura / 24-4-2019)
(ABC Cultura / 24-4-2019)

























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