LAS CARTAS DE MOZART COMO ESPEJO DE SU POSICIÓN FRENTE AL MUNDO (2)
REALISMO (17)
AUTOPRESERVACIÓN
(4)
Después de haber partido
de Salzburgo, lejos de las chicanas, escribe en su primera carta al padre:
…debes
pensar papá… siempre con alegría, como yo, que el muftí H. C. un rabo, Dios sea
compasivo, misericordioso y lleno de amor… (1)
Para crear un contrapeso
al odiado arzobispo Hierónymus Colloredo. Mozart antepone la gracia divina, que
pretende para él sin preguntar mucho si se la merece. Esta infantil confianza no
la comparte Beethoven. Este cree tener que ganar la bondad de Dios por medio de
un hecho formal.
Dios
ha de oír mi ruego y ha de librarme nuevamente de mis males. Desde mi niñez le
he servido confiadamente y he hecho el bien donde he podido, por ello confió
sólo en Él… (2)
Dios ha de juzgar algún
día:
He
hecho lo mío y por ello puedo presentarme antes el más alto de los Jueces. (3)
Mozart que no reconoce
ninguna regla de conducta que se le haya prescripto, vive su vida por necesidad
interior. No hay un deseo dirigido a una meta, regido por leyes cuyo
cumplimiento ha de ser recompensando alguna vez. La vida tiene sentido por sí
misma. Que pueda no ser grata a Dios, ni se le pasa por la cabeza. Permanece
ajeno a tales problemas. Su naturaleza feliz le garantiza una vez más la
creación sin trabas. Cuando Mozart implora ingenuamente a Dios la concesión de
algún bien para su provecho personal se consuela de antemano diciendo que si
Dios accediera a sus ruegos ello estaría bien:
Tengo
fe en Dios. Le pido aquello que creo me será y nos será de mayor utilidad, pero
siempre agrego: Señor, tu deseo se cumpla tanto en el cielo como en la tierra,
Nosotros los hombres creemos a menudo que es malo, pero, al final, siempre es bueno.
Dios siempre sabe mejor que nadie cómo debe ser. (4)
Una posible desilusión no
ha de representarle gran dolor si piensa de esa manera. No ha de tener que
sacrificar valiosas horas de labor a los pensamientos tristes.
Notas
(1) A su padre,
Wasserburg, 23-IX-1777, I, 208.
(2) Beethoven, al
archiduque Rodolfo Nussdorf, I-IX-1817, pág. 141.
(3) Beethoven, al sobrino,
Baden, 22-V-1825, pág. 220.
(4) A su hermana,
Mannheim, 7-III-1778, I, 433.
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