Elbio Chítaro nació
en Durazno pero desde hace tiempo está radicado en Mercedes (Soriano) y desde
allí es un activo y disciplinado usuario de la palabra poética. Sus textos
“hablan” como él; pausados, reflexivos, razonados. No practica de ningún modo
la inmediatez y la sinuosidad intelectual, todo lo que dice o escribe está
pensado con responsabilidad, no utiliza términos inadecuados y encara su oficio
literario con una seriedad pocas veces encontrada. Chítaro nunca diría algo que
lo pusiera en ridículo o que lo expusiera e alguna manera inapropiada. No le
gusta hablar mucho y deja que sus obras hablen por él. Es por eso ésta una
buena oportunidad de escucharlo (leerlo) en sus propias palabras y saber qué
piensa un creador tan intenso como reflexivo, tan imaginativo como punzante.
Al cierre de esta
nota Elbio recibió dos premios en la edición 2018 de los Premios Nacionales,
uno por "Aguantaraz" y otro en categoría inéditos.
Cómo es tradicional en estas Entrevistas, la primera pregunta es ¿Quién es Elbio Chítaro?
Elbio Chítaro: Cuando acepté participar en esta entrevista, según la propuesta original de Javier, sabía que iba a enfrentar algunas interrogantes de difícil respuesta. Ésta, la primera, “¿Quién es Elbio Chítaro?” es difícil de contestar. Pienso la respuesta y no puedo evitar pensar en mis hijos, mi mujer, mi familia, de dónde provengo. Pienso en mis hijos, pienso en mi familia porque no puedo evitar pensar en ellos y como ellos son parte insoslayable de mi ser. Pienso de dónde provengo porque la respuesta de ello es lo más cercano a la verdad. Soy aquel que proviene de un hogar humilde nacido en el corazón de este país. Pero también no dejo de pensar y recordar lo que escribió alguna vez el escritor Robert Louis Stevenson en “El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” cuando decía que “a pesar de mi profunda dualidad no era en sentido alguno hipócrita pues mis dos caras eran igualmente sinceras”. “Era lo mismo yo cuando abandonado todo freno. me sumía en el deshonor y la vergüenza, que cuando me aplicaba a la vista de todos a profundidad en el conocimiento y aliviar la tristeza y el sufrimiento”. Luego diría el mismo escritor “cada día y con la ayuda de los dos aspectos de mi inteligencia, el moral y el intelectual me acercaba más a esa verdad cuyo descubrimiento parcial me ha llevado a este terrible naufragio y que consiste en que el hombre no es sólo uno, si no dos y digo dos porque mis conocimientos no han ido más allá de este punto”. Eso decía Stevenson, es decir, respondiendo a la pregunta original, Elbio Chítaro es el integrante de una hermosa familia pero también es un hombre lleno de incertidumbres, náufrago en un mundo que no comprende y probablemente que no lo comprende a él.
¿Por qué poesía, Elbio? ¿Por qué
habiendo tanto sobre lo que escribir y cómo escribir llegas a la poesía?
Escribo poesía porque me enamora la palabra, me subyuga esa experiencia tan
intensa y particular de vivir una forma de ver que me es propia. El poeta
Roberto Juarroz dice que “la poesía es contemplación del mundo, es hasta contemplación
de los mundos que ella misma crea”. Creo profundamente en eso. Es una visión
del mundo que es asumida en toda su plenitud, algo que se impone y no deja, al
menos por ahora, otra opción.
Tanto para un lector atento y como para un lector desprevenido, no es extraño
coincidir en que la poesía de Elbio Chítaro no es de fácil lectura. Cualquiera
de ellos, tanto un lector comprometido como un lector indiferente, no queda
ajeno a un texto tuyo… ¿Tendrías una definición de lo que es tu poesía? Y unido
a eso, ¿Cómo ves el mundo a través de la poesía? ¿La consideras una
prolongación de tu intelecto?
No, no tengo una definición de mi poesía. No sabría ni por donde empezar. Y con
respecto a la visión que tengo del mundo a través de mi poesía, es una visión
de un mundo caótico, un mundo difícil, de un mundo extremadamente riesgoso, no
solamente para uno mismo si no para todos aquellos que uno ama. Y… uno ve el
mundo como fragmentos de un monstruo, de una criatura. Como fragmentos de
Frankenstein, o como la criatura que creo Frankenstein, hecho de diferentes
cuerpos, de diferentes vidas y creeme que no intento ser dramático. Realmente
veo eso. El creador, el poeta, intenta aunar esos diferentes fragmentos para
que quede algo lo más parecido a algo comunicable, a un sentido, a un
sentimiento. Es claro que no es lo mismo pero es difícil para mí explicar en
este momento.
Respecto a esto, y tomando la vieja discusión de si
a la poesía hay que explicarla o no, me gustaría saber, con el riesgo de que me
digas, no tengo una respuesta, si a la poesía hay que explicarla. Considerando
que la pregunta va dirigida a uno de los poetas más desestructurados que he
leído, porque cuando leí “Palabras Rotas” de 2010, sentí eso, que te
arriesgabas, que no te importaba nada. ¿Se explica, no se explica y qué papel
jugaría la crítica en ese sentido?
Te diría que ante el objeto estético, ante cualquier manifestación artística y,
por supuesto, ante un poema, uno debe estar lo más desnudo posible para que
todos los elemento que tiene ese objeto estético trasmita lo que quiere
trasmitir y lo que a pesar suyo, no quiere trasmitir o no sabe si trasmite.
Desnudo, ahora, desnudo no significa que uno no tenga la información para
apreciar para aumentar ese goce estético. Por supuesto si uno está bien
informado, si uno ante un poema uno no conoce una palabra, ni hablar que tiene
que ir al diccionario y saber de qué se está hablando, qué significa esa
palabra a pesar de que también tiene elementos fónicos que también dicen pero
uno tiene que saber cuál es el significado. Es imposible cuál es la etimología
y qué historia tiene esa palabra y qué significa la cultura de ese poeta, de
ese creador. Hay elementos que uno tiene que conocerlos pero eso no significa
que uno se plante como se planta muchas veces ante un objeto estético con
preconceptos. Es para todos conocido cuando algunos se apoyan en la ideología
de un creador para luego decir si el objeto se puede apreciar o no. Eso es
absolutamente deshonesto y otra cosa que tiene el goce estético es honestidad,
uno tiene que plantarse ante eso y ser honesto. Así como el creador tiene que
ser honesto también el que goza de ese objeto debe también actuar con
honestidad. Y con respecto a explicar, yo creo que no, que lo que hay que hacer
es informarse pero explicar es como matar el chiste. Hacer el chiste y después
explicarlo para que te lo entiendan, es tristísimo y por supuesto que estoy
absolutamente en contra de eso. No se debe hacer. El arte no se explica, el
arte se disfruta o no, se goza o no, pero va por otros canales, no tiene nada
que ver con la explicación, es más sería sumamente frustrante explicarlo.
Considerando la fuerza de tus textos,
¿en cuántos niveles es necesario o posible interpretar tu poesía? Niveles de
persuasión, de capacidad. Porque es una poesía masticable de difícil digestión
pero cuando uno la logra interiorizar siente como que tiene distintos escalones
o niveles de comprensión.
Tanto cuando escribo o cuando leo poemas de otros me gusta que el poema me diga
cosas. Ese decir no significa que me tenga que comunicar algo concreto, a veces
es puramente un estado de ánimo, una forma de… en fin, comunicar a través de
las palabras, de las imágenes, de las distintas herramientas que tiene un poema
(que tiene unas cuantas), comunicar algo, o sea… algo, dame un hilito de donde
yo me pueda agarrar e intentar descubrir algo y... repito, a veces es solamente
un estado de ánimo. Y bueno yo lo que busco… elijo muy bien las palabras, elijo
muy bien las imágenes, las metáforas, pongo atención en diferentes cosas y
trato de ser contundente, ahora, digo contundente que es una palabra que a mi
me gusta pero al mismo tiempo me arrepiento porque ¿a qué se le llama algo
contundente? Algo contundente es algo que generalmente produce daño. Yo no pretendo
producir daño al lector pero sí moverle el esqueleto, sí incomodarlo, sí hacer
que… obligarlo, si es que realmente le interesa la propuesta, el poema es una
propuesta, obligarlo a que lea por segunda vez y por tercera vez y tratar
justamente de buscar la punta de ese hilo. Yo jamás intento ser hermético, no
me gusta, o sea, me enoja mucho cuando me dicen que soy hermético. Entiendo que
sí, las propuestas a veces son difíciles… porque la vida es difícil, o sea,
vivir es difícil y bueno, yo trato de hablar de eso, hablar de mi vida, de la
vida de los demás, en fin, por medio de las palabras, no es sencillo, la poesía
no es un arte sencillo. Y bueno, los niveles, yo… yo que sé, no sé… (piensa)
sí, en todo poema hay que levantar el cobertor del poema y buscar por debajo,
que a veces es lo más interesante del poema. Sí, sí, puede ser que haya cosas,
haya niveles, en los poemas… es probable sí, es probable, o sea, no hay que
darle al lector para que saboree todo de primera. No, yo creo que el lector
debe hacer un esfuerzo, lo debe hacer. En la literatura el lector tiene que
hacer un esfuerzo porque si le das todo masticado para que el tipo, (piensa)
tanto en la literatura como en el arte, ¿no? Si le das todo masticado deja de
ser arte, deja de ser literatura.
Hablame de Aguantaraz como si no fuera un libro tuyo.
Javier, te pido disculpas pero me resulta muy difícil desprenderme del libro, o
sea, hablar como si no fuera salido de mis entrañas. Voy a decir cosas de las
que después me arrepentiría, o sea que prefiero no decir nada. Realmente me
resulta muy difícil desprenderme y hablar como si el libro fuera un extraño.
Lo que te puedo decir es
que a ese libro lo escribí, lo lloré, me lastimé, es un libro que habla de
cosas que no sabía como encarar, como enfrentar y salió como salió. Por
supuesto que tienen mucho ver las lecturas que estaba haciendo en ese momento.
Por supuesto que tiene que ver ese poeta enorme que tiene Argentina que es
Ricardo Zelarrayán. Por supuesto que también tiene mucho que ver Samuel Beckett
y algún otro también.
(Poetas Whatsappeados / Ciclo de entrevistas de Poeta del Interior / 22-5-2018 a 3-10-2018)
(Poetas Whatsappeados / Ciclo de entrevistas de Poeta del Interior / 22-5-2018 a 3-10-2018)
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