REALISMO (3)
Mozart hubiera tocado
gratis en el concierto si por lo menos hubiera visto lleno el teatro:
…pues,
por mi honor, no hay nada más triste que una gran mesa de 80 cubiertos con sólo
tres comensales… (1)
A Mozart le gusta la
expresión de que una aria debe “sentar”, “como un vestido bien hecho”. Que
Mozart no usa la comparación por pura fórmula, sino que, por el contrario, la
aplica al pie de la letra, lo demuestra el siguiente párrafo:
…Finalmente
me di cuenta que podía utilizar el tema festivo para la fuga. No pregunté
mucho, sino que lo hice en seguida, y anduvo tan bien como si el mismo Daser lo
hubiera hecho de medida. (2)
Daser era el sastre de
Salzburgo. Tampoco le faltan comparaciones dentro del limitado círculo del
mundo musical. Los exagerados trémolos al cantar le parecen antinaturales:
Me
recuerdan un órgano cuando el fuelle golpea… (3)
Desaprobando a poetas
pedantes, que siguen reglas antiguas y rígidas, comenta:
Los
poetas me parecen casi como trompeteros en la pose que requiere su oficio… (4)
Aquello que sus sentidos
captan directamente y con los que tiene contacto práctico forma el tesoro de
donde extrae sus imágenes. Siempre permanece comprensivo y natural frente a las
circunstancias reales y sencillas.
Cuán imponente resulta el
modo de escribir de Beethoven al lado de la desenvoltura de Mozart, cuando
escribe a su editor:
Me
sorprendió usted la vez pasada demasiado, como para que pudiera comportarme
serenamente en su casa, tanto más que justamente estaba escribiendo y poco
después me ocupó un negocio. Es como si lo transportaran a uno del Etna a los
glaciares de Suiza. (5)
Si Mozart escribe gráficamente,
también es seguro que conoce los pormenores. De ninguna manera ha de relacionar
esferas distintas por puro espíritu especulativo, despreocupándose de la
realidad.
Con las siguientes
palabras previene a su padre contra una mentirosa persona conocida:
…la
conozco, esté seguro de ello, tiene azúcar y miel en la boca, pero en la cabeza
y en el corazón, pimienta… (6)
A partir del concepto “pendencia”
construye Mozart toda una batalla. En realidad, se trata de la posibilidad de
una discusión con los franceses que tendría a la ópera como motivo:
…yo
no armo pendencia, pero si me provocan, sabré defenderme. Si se solucionara sin
duelo, me gustaría más, pues no me gusta pelear con enanos. (7)
De un músico dice:
…a
menudo marcha en los tonos demasiado… pesadamente;
Y sigue, dentro del tema:
El
señor conde estaba parado allí como alguien que siempre ha creído ser
excepcional en su viaje por los tonos. (8)
Notas
(1) A su padre, Viena,
5-IX-1781, II, 120.
(2) A su padre,
Estrasburgo, 26-X-1778, I, 551.
(3) A su madre,
Augsburgo, 24-X-1777, I, 264.
(4) A su padre, París, 12-VI-1787,
I, 475.
(5) A su padre, Viena,
13-X-1781, II, 134.
(6) Beethoven, a M. Schlesinger, Baden, I-IX, pág.
229.
(7) A su padre, París,
9-VII, 1778, I, 486.
(8) A su padre, París,
31-VII-1778, I, 504.
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