CREACIÓN HUMORÍSTICA (1)
Cuando Mozart se expresa
en forma humorística aparece alternativamente el factor juego y el factor
drama. Juego mientras lo visto y lo vivido sirva para alegrar y drama cuando se
trata de hacer valer el resultado gracioso de una exposición interesante. Pero
muy a menudo se aúnan ambos para realizar una síntesis muy graciosa:
…ahora
tengo que contarle una triste historia que acaba de ocurrir en este instante.
Cuando estaba en lo mejor de la carta oigo algo en la calle. Dejo de escribir,
me levanto, me acerco a la ventana -y- no oigo nada más. Vuelvo a sentarme,
empiezo nuevamente a escribir y apenas he escrito 10 palabras vuelvo a escuchar
algo -vuelvo a levantarme- y en cuanto me levanto sólo escucho algo muy
levemente, pero siento un olor como a quemado y cuando me muevo, hiede. Cuando
miro por la ventana se pierde el olor, vuelvo a mirar para dentro, aumenta el
olor. Finalmente dice mi mama: Te apuesto a que largaste uno, -no lo creo mama,
-sí, si seguro que es así. Hago la prueba, meto el primer dedo en el traste y
luego lo llevo a la nariz, y -Ecce Provatum est- la mama tenía razón. (1)
Aunque se sea un esteta
puntilloso la obscena gracia lo hará reír seguramente. Mozart quiere contarle a
su primita una “triste historia”. Todo parece indicar un suceso misterioso.
¿Acaso ocurrirá una desgracia de consecuencias imprevisibles o quizá estallará
un incendio? No, finalmente se explica con suma grosería que se trata de un
pedo. Su existencia se demuestra aparatosamente, como si se tratara de deducir un
resultado matemático. El Ecce Provatum
est está en sospechosa cercanía de la conclusión casual. Después de las
sabias palabras no se expone la consecuencia de una especulación, sino la
prosaica vida misma, que nos arranca de la expectativa por lo venidero, y colma
insistentemente el momento presente, con tal claridad, como no hubiera podido
hacerlo ningún final abstracto.
En el informe objetivo
del encuentro con viejos conocidos tiene cabida una mención de la parte del
cuerpo, cuyo nombre se suele eludir, con grosería y desvergüenza aristofánica,
sólo con el objeto de hacer una rima:
…toda
mi diversión es el teatro, donde encuentro una cantidad de conocidos de Viena,
Munich, Mannheim y hasta de Salzburgo, Franz Lange, el trompa, y Grea, el
tesorero, están aquí, y también el viejo Wendling con su Dorotea -levanta el
culo para arriba… (2)
Allí donde la chocante
sensualidad se acredita a sí misma, dice Goethe ! Wie seiend (3) y Mozart exclama: Vivat.
P.D.
Este mierda de Dibitari, el cura de Rodempel ha lamido a su cocinera el… para
dar el ejemplo. Vivat, vivat. (4)
Seguramente que esta
posdata no cuadraba mucho con las formas convencionales del rococó, pero Mozart
salta por encima de las convenciones, da a lo humano, ay demasiado humano, sus
derechos y lo asevera con un vigoroso Vivat.
Notas
(1) A la primita,
Mannheim, 5-XI-1777, II, 334/35.
(2) A su esposa, Francfort,
3-X-1790, II, 270.
(3) Goethe, Italienische Reise.
(4) A la primita,
Kaiserheim, 23-XII-1778, II, 340.
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