domingo

IRMA HOESLI - MOZART: LAS CARTAS DE UN GENIO DE LA MÚSICA (20)


CREACIÓN HUMORÍSTICA (3)

La falta de significado no debe considerarse necesariamente como efecto inesperado de suspenso:

…me queda demasiado poco sitio para seguir poniendo cosas inteligentes y lo inteligente causa siempre dolor de cabeza. De cualquier manera mi carta está llena de cosas inteligentes y sabias, si ya las ha leído usted tendrá que admitirlo, y si no las ha leído aun le pido que lo haga pronto. Sacará mucho provecho de ello. En pocos renglones derramará amargas lágrimas. (1)

Tras una formulación aparentemente razonable se esconde una ausencia total de significado. El lector ingenioso podrá interpretar el trozo y adivinar la ironía de Mozart. Son ridículas las pretensiones de sabiduría e inteligencia, y, el final, cuando dice que la prima ha de llorar a causa de las insignificantes líneas del párrafo citado. Esta carta de 1777 se evidencia como una parodia de la lacrimógena época de Werther, pues Mozart, no atacado del sentimentalismo, dice en broma lo que para otros corresponsales de la época era un anhelo: derramar abundantes lágrimas.

En el siguiente párrafo Mozart encarga a Nannerl que le diga a una de sus amigas:

…que le he devuelto todas las canciones, pero que de cualquier manera la he llevado conmigo a Italia en altos e importantes pensamientos y que no dejaré de ponerlo en la carta, si lo encuentro. (2)

Tras semejante énfasis, el adolescente de 14 años expone un hecho baladí.

Qué incongruencia entre el estilo grandilocuente y la chatura de las personas a las que se refiere, también en este párrafo.

¿Viene a menudo el señor Deil?, ¿os honra aun con sus discursos inconscientes? ¿y el noble señor Karl von Vogt?, ¿se digna aun escuchar vuestras insoportables voces? (3)

¿No está fustigando nuevamente en estos floreos literarios el estilo rimbombante de su época, que le era tan conocido por la correspondencia de su padre con las cortes? Allí eran válidas expresiones como estas: “No suelo molestar a Vuestra Merced con mis cartas sabiendo las múltiples e importantes ocupaciones que debe atender”, o bien, “jamás me hubiera tomado el atrevimiento de presentarme ante vuestros ojos con mis insignificantes cartas conociendo los importantísimos asuntos de Estado. (4) El servilismo se convirtió en la época de Mozart en una convención carente de sentido real. Con su sana ingenuidad, Mozart lo advirtió. Pero no es lo bastante revolucionario para derribar, con empuje violento, las barreras artificiales de la exagerada cortesía. Por el momento lo pone en duda, en broma. Hasta se permite invertir atrevidamente las personas y adjudicar a su persona honras y altos e importantes pensamientos. Pero también esto ocurre sólo en broma. Mozart es demasiado superior espiritualmente, posee demasiado tacto y es demasiado modesto como par adorar abiertamente su propia genialidad, como lo hubiera hecho un Stürmer und Dränger.

Le gusta burlarse de la corriente literaria de su época, la de la Ilustración:

El pequeño Wolfgang, no tiene tiempo para escribir, pues no tiene nada que hacer, anda por la pieza como un perro con pulgas. (5)


Notas

(1) A la primita, Mannheim, 31-X-1777, II, 333.
(2) A su madre y hermana, Milán, 27-II-1770, I, 27.
(3) A su hermana, Bolonia, 1889-91, pág. 43.
(4) Georg Steinheusen, Geschichte des deutschen Briefes, Berlín, 4-VIII-1770, 71.
(5) A su madre y hermana, Viena, 8-IX-1773, I, 176.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+