LA MUELA DE CRISTALINO
Hombre sufrido pa los
dolores, aura que dice, Cristalino Palero.
Supo dolerle una muela 22
años seguidos. El día que se calmaba un poco andaba mal; estrañaba. Pa pior,
como perseguido por la disgracia, cada vez que se sacaba mentiras de los dedos,
había que enyesarlo.
Una güelta en el boliche
El Resorte, taban Cristalino, la Duvija, Orosmán Frontera, Encíclico Cartucho,
el tape Olmedo y el pardo Santiago, mamaus por unanimidá.
Orosmán Frontera y el
tape Olmedo jugando a la escoba e quince, con unas cartas tan grasientas, que
en una el tape vio que tenía escoba, se afirmó con un cinco, lo dio contra la
mesa, y hubo que despegar la carta con un cuchillo.
Encíclico Cartucho jugaba
con el gato, un lindo barcino, rabón dende una güelta que taban cortando
salchichón y metió la cola.
Más allá, en un rincón,
sentau en un casillero e cerveza, Cristalino con la cara hinchada por la muela.
-¿Cómo anda esa muela don
Cristalino? -le preguntó Orosmán.
El otro contestó con un
quejido. Encíclio le dijo al pardo Santiago:
-Pa los dolores
Cristalino es sufrido como pantalón de presidente. Un hombre que ahí ande lo
ve… ¿lo ve?
-Lo veo, sí.
-Güeno, ahí ande lo ve,
la otra güelta se reventó un dedo con un martillo, y en lugar de tirar el
martillo tiró el dedo y siguió clavando como si tal cosa.
-¡Fijesé!
-Un hombre que ahí ande
lo ve… ¿lo ve?
-¡Lo veo sí!
-Güeno, ahí ande lo ves
es de lo más bromista.
-¿Bromista es?
-Una cosa especial. Y
andando en carro, no le digo nada.
Fue la Duvija la que se
le arrimó a Cristalino:
-¿Cómo anda esa muela,
don Cristalibo? -le prieguntó.
-Es el nervio.
-¿Por qué no se toma unos
vinitos pa dormirlo?
-Tengo tomáu.
-¿Y no se durmió?
-Se me durmió el brazo e
levantar vino; pero el nervio nada. La cara se me sigue hinchando.
-No se priocupe -le dijo
Orosmán- que cuando usté no alcance yo se las rasco.
Fue cuando el tape Olmedo
dejó los naipes, se le aprosimó a Cristalino, le puso una mano en el hombro, le
tanteó la hinchazón y le dijo:
-Si usté fuera deseoso yo
le sacaba la muela, don Cristalino. Porque ta bien que el hombre macho se hizo
pa sufrir, pero usté me tiene medio podrido con tanto quejarse.
En un grito Cristalino.
Sufrido y todo, en un grito.
En eso llega al boliche
Policlínico Estrofa, con una escopeta. Cristalino fue verlo y decirle:
-Vea don, hagamé una
gauchada y encájeme un tiro aquí en esta muela, asomesé -y abrió la boca- ¿Ve…?
Priéndale cartucho.
Policlínico Estrofa se
asomó. Pidió un vino. Manso el hombre, cargó la escopeta. Acarició al gato. De
un lengüetazo cambió el pucho e rincón. Le clavó las vistas a Cristalino y le
ordenó:
-Abra.
Cristalino en un grito,
va y abre.
La Duvija como sonsiando
salió pa fuera. El tape Olmedo le empezó a hacer punto a un palito. Los demás
miraron pa otro lado.
Se oyó gatillar, y
Cristalino cerró los ojos justo cuando Policlínico le descargó el cartucho
adentro e la muela.
No sólo le mató el
nervio, sino que además se la emplomó.
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