JUEGO
(6)
Dos tendencias se
confunden: la exuberancia patética y la trivialidad realista. Los cariñosos
superlativos del encabezamiento con contrarrestados por la expresión casi
grosera en dialecto: “blas mir hin-t’eini
gut ist’s, wohl bekomms”. Nos hace recordar a la ópera bufa dondde el bufo
parodia al héroe. Una palabra aislada impulsa al autor a sorprendernos con
imprevistas asociaciones. Sólo el oído parece captar las palabras. “Primita” (Bäschen) suena más o menos “pequeño
contrabajo” (Bässchen), o expresado
con el latinismo “violonchelito”. La propia persona es presentada con una
escala de altisonantes latinismos como verbosa introducción. Pero muy pronto el
ímpetu retórico es interrumpido por el popular “taco de pantufla” (Pantoffel-Absatz), propinando de este
modo un sensible puntapié a tan elevada espiritualidad y volviendo las cosas a
su sitio. Con esto Mozart abandona el “estilo elevado” y continúa con un juego
de palabras. Una etimología bastante dispar reúne a “suave” (sanft) y mostaza (senf). Lo abstracto y lo real son nombrados de un solo tirón.
Interpretar lo que sigue sería perder el tiempo. Nadie podría encontrarle
sentido. La aparente lógica de “el que no tiene ninguna de las dos cosas, no
tiene nada” resulta una engañosa fórmula causal, tras la que no hay contenido
aceptable. Ya no es la palabra aislada con la que se juega desaprensivamente. Mozart
concibe toda una carta con un orden aparente, la que únicamente puede agradar
al lector que se abandona a una confusión de asociaciones y relaciones in
ilación, despreocupado por el significado de las frases.
Siguiendo la línea de lo
anterior, la fórmula final es, por una parte, extraordinariamente atenta y, por
la otra, decididamente grosera. De aquí en adelante ya no resulta sorprendente
que la cita siguiente, la exaltada oda “Edone”, de Klopstock (en la que Mozart
sustituye ese nombre por “primita”), lleve como firma “Noble de cola de chancho”
(Edler von Sauschwanz).
Todo el material visto
hasta ahora estaba a completa disposición del gusto y gana de Mozart. Con la
facilidad de maniobrar con las formas que le es propia, Mozart se divierte
escribiendo en estilos que le son extraños y en idiomas extranjeros,
posibilidad que como músico se le brinda plenamente.
Y el niño mezcla nada
menos que cuatro idiomas sólo para decir un cumplido a la madre y a la hermana.
Hodier avona begegnet per strada
Dominum Edlbach welcher uns die voi complinients ausgerich hat, et qui sich
tibi et ta mere Empfehlen last… (1)
En las líneas siguientes,
dirigidas a la primita, aparecen reminiscencias de dramas alejandrinos
confundidos con la muy personal rudeza del primo confíanzudo, que reúne un estilo
extraño con propias tonterías:
…si
usted aun me ama tanto como yo a usted no acabaremos nunca de amarnos, aunque
el león esté suspendido alrededor en las murallas, aunque la duda del duro
triunfo no estuviera prevista y la tiranía de los sanguinarios se haya deslizado
en extravío, Codrus, el sabio filósofo, come a menudo moco, y los romanos,
sostén de mi culo, son siempre, han sido siempre y siempre han de permanecer,
libre de casta. (2)
Notas
(1) A su madre y hermana,
Viena, 12-VIII, 1773, I, 167.
(2) A la primita,
Mannheim, 3-XII,1777, 335-36.
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