CAMILA / VI
Confesión
de la acusada Doña Camila Barbosa, realizada en la Cárcel de Montevideo, a los
5 días del mes de mayo del año mil ochocientos once.
Sr. Fiscal, el
Tribunal me reclama que no realice alegatos políticos y me ciña a los hechos.
Lo intentaré… Fue en los inicios del mes de abril. Como si se tratara de un
anuncio, de una premonición, prácticamente en el mismo momento en que me
comunican la muerte de mi padre, Capilla de Mercedes se viste de luto. Como si
fuera un manto negro, una avanzada de la noche, al poblado lo envolvió un
súbito crespón: miles de tordos lo invadieron, lo cubrieron, lo sitiaron.
Ennegreció el horizonte y en cuestión de segundos, ennegreció el cielo,
ennegrecieron los follajes, ennegreció el viento, ennegreció las Plaza. Hasta
la anochecida parecía el ala de un tordo. Ante la imprevista irrupción las
palomas y los gorriones huyeron a refugiarse en los recovecos de la
iglesia y de las casas y el ambiente se atestó de tan ensordecedores trinos,
que no se podía tan siquiera intercambiar palabras. Era un imponente concierto
que amedrentaba. A la mañana siguiente partieron, dejando a Capilla Nueva
sucia, revuelta, conmocionada. Durante un tiempo, repitieron la visita.
Llegaban al anochecer y partían a la madrugada. Los vecinos organizaron batidas
provistas de largos palos, con los que agitaban las ramas y golpeaban los
follajes, para hacerlos huir. Pero no tuvieron suerte. Tomasa se persignaba
cuando los veía, argumentaba que su presencia era un mensaje de los dioses y
que según la leyenda en tiempos remotos había habido una lucha para dominar el
mundo entre chimangos, cuervos, jotes y tordos, por un lado y gavilanes y
halcones por el otro, que habían ganado estos últimos. Al parecer su primera
medida luego del triunfo habría sido incinerar el hogar de los tordos, por lo
que desde ese momento su plumaje es completamente negro. Con los primeros
fríos, su llegada a Capilla Nueva mermó, hasta desaparecer. Lo recuerdo porque
no vinieron más el mismo día que las tropas patriotas avanzaron sobre Colla. No
nos fue fácil corregir los trastornos que dejaron.
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