LAS CARTAS DE MOZART COMO EXPRESIÓN
DE SU ESPÍRITU CREADOR (4)
JUEGO (4)
Mucho más se complican
las cabriolas epistolares de Mozart cuando mezcla en un orden misterioso las palabras
de las oraciones:
He
que tenido hacer un ante motete el primo el homo el cual producido será mañana
en Theatinos los. Quedad bien os ruego lo. Addio.
me
lamentable no nada mía para los buenos
y adiós
es que
sé nuevo, recuerdos todos amigos
amigas
mi a
mamá te
en
y como tu hermano mil veces quedo siempre fiel Milán. (1)
La sucesión natural de
las palabras dentro de la oración resulta evidentemente demasiado ordinario y
aburrido para Mozart. Tampoco en música se marcha sumisamente de un tono al que
le sigue en la escala. Mozart obliga nuestra vista a marchar a saltos para
poder formar una oración coherente. Tomemos cuatro palabras por vez para formar
un “compás”, 1, 2, 3, 4, y leámoslas en el siguiente orden: 1, 3/2, 4, y resultará
la frase: “he tenido que hacer un motete ante el primo homo, el cual será producido mañana en los Theatrinos.”
También en la frase siguiente reina un ordenamiento simétrico; son dos grupos
de tres palabras que deben ser leídos en este orden: 1, 3, 2. “Quedad muy bien,
os lo ruego.” Nuestra interpretación se basa en que para el músico se vuelven
casi idénticos el papel de carta y las palabras y el papel pautado y las notas.
El siguiente párrafo de la carta reparte su material en dos líneas, como si se
tratara de concebir la partitura a dos voces de un canto dialogado. Saltando de
la línea superior a la inferior, y, de esta a la superior, leyendo una a una
las palabras, resulta lo siguiente: “Me es lamentable que no sé nada nuevo, mis
recuerdos para todos los buenos amigos y amigas. Adiós, mi besamanos a la mamá
yo te beso…” En la última línea, totalmente incomprensible, reina un orden
mucho más enredado. La solución resulta, en cambio de perfecta simetría, a
ambos lados del eje formado por la expresión “mil veces”
1’ 2’ 3’ 4’
1 2 3
4
en y como tu hermano mil
veces queda siempre fiel Milán.
Nuestros ojos deben
saltar “quintas” y “sextas”: 1 > 1’, 2 > 2’, 3 > 3’, 4 > 4’, y las
dos palabras de los extremos, “en” y “Milán”, encierran la frase como llaves de
una partitura musical. La frase resulta así: “yo te beso mil veces y quedo como
siempre tu fiel hermano en Milán”. De la misma manera que Mozart siempre
permaneció atado en sus composiciones a claras leyes y estructuras arquitectónicas,
tampoco permite que aquí, en el juego y la broma, reine absoluta arbitrariedad.
El ejemplo comentado no
es de ningún modo lo más refinado que se le ocurre al ágil formalista:
…le
deseo una noche de buen descanso y mejoro un buen deseo, oyendo, en pronta
espera, que el sano sea completamente papá. Yo perdono por pedir por mi
espantosa letra. Yo papá a usted, mis más manosos besos 1000 besos las manos
queridísimas, y mi abrazo el corazón, hermana yo con toda canalla y soy de
ahora hasta la eternidad amén.
Wolfgang, obedientísimo
su amadé Mozart, hijo (2)
Las palabras no sólo ya
cambian de lugar, sino que en su nuevo emplazamiento cada palabra toma al mismo
tiempo la función de la palabra desplazada. Del sustantivo “mejoría” resulta un
verbo “mejoro”, del verbo “deseo” el sustantivo “deseo”, etc. * Mozart no se
deja intimidar si la radical de una palabra no le permite de ningún modo
realizar esa gimnasia gramatical, como en el caso de “desear” y “deseo”. Él construye
por su cuenta derivaciones, crea el verbo “papá”, un superlativo inventado es
adjetivo atributivo de un sustantivo “besos”, etc. La solución de la última
oración sería la siguiente: “Yo le beso, queridísimo papá 1.000 veces las manos
y a mi hermana, la canalla, la abrazo de todo corazón, y soy desde ahora hasta
la eternidad amén
su hijo obedientísimo
Wolfgang >Amadé Mozart.”
Notas
(1) A su hermana, Milán,
16-I-1773, I, 154.
(2) A su padre, Munich,
3-X-1777, I, 228.
* Naturalmente, estas
consideraciones de orden gramatical se refieren al idioma alemán. Los términos
usados son aquellos que, por analogía, corresponderían en nuestro idioma. (N. del T.)
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