1º edición WEB / 2018
La pelotita de pimpón es
la más cordial y alegre de todas las esféricas. Leve, escurridiza, una bolita
de aire que repica com pim pim delicado hecha para estimular la síntesis de
aciertos como cuando pega y salta sobre el agua una piedra bien fina. Vuela
entre los contrincantes que son afines a las bolitas de papel, a la caída de
una pluma. Salta graciosamente cobrando vida cuando el ojo y la mano se unen
para hacer de ti un espíritu que juega. Es como la cascarita de un huevo de
perdiz, una bolita para tirar sin viento, pica para que te contengas, para
mostrar que detrás de su pim pon hubo un artista sencillo que ideó a la blanca
pelotita sabiendo lo que hacía.
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