domingo

UN POEMA INÉDITO DE ELBIO CHITARO



TRES ROSAS DE JERICÓ 

PARA MORAR LA CASA QUE NOS GUARECE

(Hablar como el que observa desde abajo y señala)


¡Ojalá pudieras verlos, Maestro! 

Pudieras ver el macilento culo del verdugo. La oscuridad de sus ojos sin luz. Su hora gris ceniza. Sus pocas horas.

¡Ojalá pudieras ver las tres rosas de Jericó en las cercanías de la ciudad de Nínive!

Si las ves, si das con ellas, ponlas en cuencos vacíos de barro cocido. Cámbiales el agua cada tanto, cada 72 horas para ser exactos. Hazlo a la misma hora de la última vez. Ah, siempre usa agua de manantial o lluvia. Nunca de la otra.

¡Ojalá leas mis pupilas!

¡Ojalá pudieras recorrer la negrura de tus venas al final del camino! 

Pudieras ver diamantes negros y perlas de cultivo. Como recorre el río cenagoso sobre el Gólgota. Como se zambulle el mesías, una y otra vez.

¡Ojalá hubieras visto consagrar la vida de nosotros sobre los cimientos! 

¡Cómo abandoné tu vida y olvidé tu cuerpo! 

¡Ojalá hubiera sido el hijo pródigo que mantuviste, haber volado o arrastrado los pies sobre tu cielo! 

¡Ojalá hubieras reído con mis cisnes!

Illum Oportet crescere me autem minui. Es necesario que Él crezca y yo mengüe.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+