domingo

CONFIESO QUE HE MORIDO (14) - HUGO GIOVANETTI VIOLA



ISABELINO PENA detective de almas 3 / 4

primera edición WEB

DOS: LA REPÚBLICA DE LOS PINGÜINOS (2)
(el corralito secreto de los nuevos mafiosos)

13

Isabelino Pena aceptó un Santa Teresa.

-Tengo una pomada posta para esos chichones -escarba en un armario la madre del querube. -Te apuesto a que mañana sale menos de la mitad de lo que dijeron en el pasquín cerdoso.

-Ese adjetivo está usado así en el capítulo 68 del Quijote.

-Pernigotti por la noticia.

-Nunca fuera detective / de damas tan bien untado -se dejó curar el viejo y entreabrió una sonrisa color yerba. -¿Te acordás de la noche que vine a ver a la Moria y te encontré vestida con el traje de novia de tu abuela? Tendrías nueve o diez años.

-Los que vivimos abajo de una sábana no nos acordamos ni de los clavos de Peteco -miente relampagueantemente suavizada.

-Pero Peteco te devolvió la paloma invisible.

-Para lo que sirvió.

-¿Hace cuánto hay prostitución organizada en la península?

La mujer se sentó sobre el armario y ovaló un aro de humo:

-Yo qué sé. Ahora parece que el Six Stars y los cruceros manejan listas mixtas y todo. Podés pasar el fin de semana con una actriz argentina o con una actriz y la hija, por ejemplo. O el hijo. Hay muchos postres. Acuérdese que estamos en el paraíso de los porteños, don Coso.

-¿Y timbas? ¿Se timbean chiquilinas?

-Pero carajo: a nosotras nos transan desde que el mundo es mundo. ¿Qué me estás preguntando?

-Nada -recién me acuerdo que en la comisaría soñé que Punta del Este tenía un cáncer de colon operable. -Salud.

-¿Otro vinito?

-Bueno.


14

Isabelino Pena y Pablo Ventura se bajaron del ómnibus en el puerto y subieron hasta la plaza de Gorlero.

-Ta clavado -le explico al muchacho que en las últimas cuarenta y ocho horas terminó de perder la sedosidad infantil. -La Troya del poder pasó a ser la península: los obreros la sitian simbólicamente, el trepadurismo pingüinista pasteuriza el veneno pensando en la próxima Intendencia de Maldonado y los pelucones defienden las beneméritas democracias sin alma. Lo único que les interesa a todas las dirigencias es Helena, botija. Y Helena es el espejismo del lujo que sustituye a la falta campal de felicidad.

Entonces Pablo se frenó para desenfundar la guitarra y besó el nácar que fosforecía bajo la doble noche mercurial y galáctica:

-Yo creo en esto, don Pena.

Y cuando empezamos a actuar en una vereda de la plaza muerde y aterciopela el Sermón del camionero escrito por Leonardo:

-Mi amor / empujando camiones con la mano / se me quebró la rosa de la espalda. / Mi Dios / repartiendo el sermón a contramano / me masacré la luz de la garganta.

-Y repeché / me arrepentí / me rejodí / me congelé / pero te vi -lo complementó el viejo.

-Mi amor -sigue erizándome casi hasta el chucho el Pato. -Espantándole diablos al pantano / se me clavaron plumas en la espalda. / Mi Dios / repartiendo el blusón a contramano / me sangró la belleza en la garganta.

Pero esta vez los versos que le correspondía predicar al detective fueron interrumpidos por un aplauso y una carcajada:

-Quiero a Los redentores de Liverpool en el show del crucero. Mañana mismo.

-¿Nos querés como número cómico? -acepto asqueadamente una tarjeta de Piculín Romay.

-La posmodernidad no discrimina -le brilló la chatura de los enormes pómulos tahitianos al empresario VIP. -Llámenme cuando quieran.

-Tu concha -gruñe Pablo recogiendo los cinco dólares que quedaron tirados en la pandereta.


15

Isabelino Pena vio venir a Pablo con el diario y empezó a estornudar enloquecidamente.

-El mundo, amigo -me alcanza La farándula temblando como los jazmines entre el pampero de oro que barre la plaza.

-Ya los jodieron otra vez -se le descompone el sosiego recién amanecido a Mariana. -¿Y los bizcochos?

Pablo no le contesta y yo manoteo los lentes antes que el pañuelo para estudiar la foto y devorar los ítems que acompañan al gigantesco titular del pasquín: LA MISERIA NOS DIO OTRA CACHETADA.

-Apareció un botija ahogado en la Mansa -informó vaciándose la gran nariz grumosa el detective. -Muerto hace días. Al principio lo confundieron con un lobo.

-Y qué es lo que tiene entre los ojos.

-Una mancha con forma de estrella.

-Estate tranquilo que lo tiraron ahí a propósito. Habrá palmado en el cante y ahora el Pingüino lo usa para seguir armando quilombo con la venta de gurises. O capaz que se le murió a este mono de la Fundación que les hizo la nota, nomás.

Entonces Pablo sale corriendo y se sienta como un Buda frente a la Torre del Vigía.

-Dejá -chista Mariana. -Se zarpa. Debe estarle rezando al verdadero padre. A ver, fíjate si salió la nota.

Pero Isabelino Pena se besó un dedo y lo puso arriba de la estrellita de la fotografía:

-Eso es un asesinato.

-Sí, Peteco. Tal cual. ¿Y por qué no lo resolvés vos? Hablá con el Comisario o con el Ministro del Interior. Pero cobrales groso.

El pelo del querube sigue flotando en paz hacia nosotros y me chupo una lágrima con gusto a barro:

-¿Los gurises se venden nada más que en los asentamientos?

-No, valor. En las casas de masajes hay cualquier cantidad. Y mirá que Mimí no nos dejaba, pero hoy ya no te cobran ni esos orsai. Dale: prestame el diario y después traigo bizcochos.


16

Isabelino Pena estaba estudiando la gradación del atardecer espejado sobre la Torre del Vigía cuando llegó Perales.

-Salud, famoso -se recorta en el jardín con la placidez irreal de un velero. -Salió muy bien la nota de La farándula.

-¿Vas al Six, gordo? -gritó Pablo desde el patiecito.

-Si quieren los arrimo.

Y recién al orillar la incandescencia rosada de la Laguna del Diario el querube confiesa:

-Hace un rato nos llamó la Shirley.

-Mi Dios -bizqueó el hombre eternamente anclado en una degeneración escolar. -Qué bien la chupa esa criatura. ¿Vos sabés que una noche se le tuvo que regalar al Bin Laden para que no le cerrara el quilombo a Mimí? Esa noche me la chupó. Casi me vuelve loco.

Pablo parpadea asimilando el gancho en la zona baja como un boxeador de Hemingway y retruca:

-Sos un astro, Perales. ¿Nunca te hiciste dar en lo de Mimí?

-No te pongás estúpido. ¿Tas agrandado por lo que te dejaron cacarear en La farándula? Eso no le importa a nadie, mijo. Para lo único que sirve es para que el Pingüino se dé dique de demócrata. Jesús de Punta del Este nunca le importó a nadie. Es lo mismo que filmaran la vida de un dios verde.

-Puede ser.

Al llegar al Six Stars el productor free-lance escupió el escarbadientes que había venido baboseando y sacó la cámara de la valija:

-Todo esto es guita negra. Pero saben vivirla, me cago en Dios.

El hotel es una especie de crucero art-decó que se espeja en la Laguna del Sauce hasta el encandilamiento.

-Y sin embargo la única belleza que debe haber aquí es el alma de la Shirley -murmuró el detective.

Entonces el querube se cuelga la estrellera y sonríe mansamente.

-Y sí. Tate tranquilo que aquí por una memazo te cobran el alma -se reacomodó la entrepierna Perales.

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