PRIMERA ENTREGA
I
Hay algunas cosas mínimas
que a los pobres los hacen reír o
que a los pobres los hacen reír o
llorar
desde lo más profundo sin que nadie
que no haya sido pobre alguna vez
pueda entender las causas de tales reacciones.
desde lo más profundo sin que nadie
que no haya sido pobre alguna vez
pueda entender las causas de tales reacciones.
Todavía no logro discernir
(tras años de pensarlo)
si es la existencia de esas
(tras años de pensarlo)
si es la existencia de esas
pequeñeces
o el modo en que los pobres
o el modo en que los pobres
reaccionan ante ellas
lo que hace que no tenga ni vestigios de duda
de que Dios existe siempre
y de que algunas veces
anda de un humor dulce y
lo que hace que no tenga ni vestigios de duda
de que Dios existe siempre
y de que algunas veces
anda de un humor dulce y
melancólico.
II
Amarillos y grasos los ojos
del plato de sopa miraban
mis ojos asombrados.
mis ojos asombrados.
No se apaga ese brillo amarillo
tantos años después.
tantos años después.
Tengo la edad que tenía mi abuela
cuando hacía esa sopa de asombro.
cuando hacía esa sopa de asombro.
III
Aquellas atroces tortillas de arroz.
Sabía mamá trabajar como burra
pero no cocinar
(y además abundaba la escasez en mi casa).
pero no cocinar
(y además abundaba la escasez en mi casa).
El fin de mes que comenzaba el
diez.
Como burra sabía mamá trabajar
pero pagarle bien
rara vez lo supieron sus patrones.
Como burra sabía mamá trabajar
pero pagarle bien
rara vez lo supieron sus patrones.
Viviría de nuevo esa niñez
-"una vez, otras cien, otras
-"una vez, otras cien, otras
quinientas"-,
mi niñez que no sé si fue feliz,
mi niñez con el Zorro en la tele
marcando con la zeta del ridículo
a todos los malvados con los que se cruzaba.
mi niñez que no sé si fue feliz,
mi niñez con el Zorro en la tele
marcando con la zeta del ridículo
a todos los malvados con los que se cruzaba.
IV
En elogio del dulce de membrillo
quisiera saber escribir
otros versos mejores que estos
quisiera saber escribir
otros versos mejores que estos
versos.
Quisiera también
que no fueran verdad mis cuatro
que no fueran verdad mis cuatro
décadas
huyendo de mi infancia de dulce de membrillo
pero soy el que fui,
no el que hubiese debido.
huyendo de mi infancia de dulce de membrillo
pero soy el que fui,
no el que hubiese debido.
No supe entender el honor,
el alto privilegio que implicaba tener
que endulzar la merienda con lo
el alto privilegio que implicaba tener
que endulzar la merienda con lo
mínimo
sin que nada sobrase pero sin
que faltara lo justo y necesario.
sin que nada sobrase pero sin
que faltara lo justo y necesario.
Los corazones de la gente buena
están hechos de dulce de membrillo.
están hechos de dulce de membrillo.
V
Los nísperos
deben comerse
a la siesta, calientes y en la altura
y tomados en préstamo
del árbol
de alguna
vecina
a veces compinche y a veces
feroz enemiga
(en ámbitos académicos
se debate aún
en cuál de los dos casos
resultan más sabrosos).
deben comerse
a la siesta, calientes y en la altura
y tomados en préstamo
del árbol
de alguna
vecina
a veces compinche y a veces
feroz enemiga
(en ámbitos académicos
se debate aún
en cuál de los dos casos
resultan más sabrosos).
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