Reflexiones sobre la ecología, el medio ambiente, las multinacionales,la contaminación, los países desarrollados, los países dependientes, los organismos internacionales y el destino de los dinosaurios.
LOS CAMINOS DE LA VIDA
Seres vivos, plantas y animales están relacionados entre sí y a la vez con el entorno “no vivo” como el agua y los minerales; todas estas interacciones y quienes participan de ellas conforman una trama que es la que sustenta la vida, que merced a un proceso evolutivo de millones de años, ha ido aumentando en complejidad y riqueza hasta conformar el entorno que nos rodea,
La ecología emerge como la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y de estos con su entorno, que en conjunto constituyen lo que ha sido definido como un "sistema ecológico”. Explica el analista de temas medioambientales Eduardo Gudynas (http://www.gudynas.com/) en su libro "El hilo de la vida", que ellos "son los que albergan y producen casi todos los alimentos y recursos que utilizan los seres humanos. Cuando un sistema ecológico es alterado se pone en peligro la vida de las plantas y animales, y en muchas ocasiones la propia calidad de vida del hombre".
Gudynas agrega que el mal aprovechamiento de los recursos naturales puede generar impactos negativos sobre el ambiente y que al igual que una persona se enferma,los ecosistemas también pueden enfermarse. Y añade que cuando el sistema ecológico se altera la trama de la vida tiende a hacerse más simple y frágil, pero puede recuperarse si a tiempo se inician "enérgicas acciones de restauración y rehabilitación", aunque alcanzado cierto nivel, "las modificaciones pueden ser irreversibles, e incluso el ecosistema puede morir".
Y sale al paso de las visiones ingenuas, según las cuales “se espera que tanto la justicia social como la justicia ecológica resulten como consecuencia automática del crecimiento económico. De esta manera, se justifica la depredación de la naturaleza con la excusa de que "somos pobres y subdesarrollados", añorando que esa destrucción nos provea de la riqueza que nos liberará del atraso. Pero hasta el día de hoy se ha destruido, contaminado y depredado, sin que se solucionaran nuestros problemas de pobreza, y por el contrario el deterioro ambiental ha aumentado".
Entre tantos países, en los que, bendecidas por el discurso neoliberal, las empresas han degradado el medio ambiente, ha estado Chile: por ejemplo en el 2016, en la región de Chiloé, miles de personas debieron movilizarse ante la crisis provocada por la marea roja producida por el vertimiento de desechos por parte de las empresas salmoneras. Para los trabajadores hubo una relación entre esta contaminación y la muerte de los mariscos en el sector.
HUAICOS
Últimamente la economía peruana ha sido golpeada por el clima. El denominado “niño costero” ha calentado las aguas del Pacífico, frente al Perú, lo que ha generado fuertes lluvias en los Andes. Como consecuencia las aguas bajaron con fuerza destruyendo todo a su paso, convertidas en fuertes “huaicos”. En los últimos meses el fenómeno causó 79 muertos, más de 100 mil damnificados y 600 mil afectados, según los reportes; este y otros fenómenos atmosféricos están mostrando un clima que parece “enloquecido”. Es que entre los graves problemas que los eventos internacionales han constatado, está el calentamiento del planeta debido al “efecto invernadero”.De acuerdo a estudios realizados por las Naciones Unidas, el recalentamiento en el próximo siglo por la expansión del calor y el derretimiento de los glaciares, podría causar la elevación de los océanos hasta 60 centímetros, efecto que ya se habría producido, por ejemplo, en el Océano Indico, en particular en el Golfo de Bengala, Sri Lanka, Sumatra y Java.
Pese a que en Río de Janeiro fue elaborada una estrategia de reducción en la emisión de los fluidos que producen el mencionado “efecto” y a que 150 países la ratificaron, un cuarto de siglo después la cantidad de gases presentes en la atmósfera alcanzaron nuevos máximos, con la amenaza de mayores cambios climáticos, por lo que el planeta será en el futuro un lugar más peligroso e inhóspito.
El Boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre los gases de efecto invernadero no deja espacio a la duda: entre 1990 y 2014 el forzamiento radiativo –que tiene un efecto de calentamiento del clima– experimentó un incremento del 36% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, tales como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) o el óxido nitroso (N2O), resultantes de las actividades industriales, agrícolas y domésticas.
“Todos los años informamos de que las concentraciones de gases de efecto invernadero han batido un nuevo récord”, dijo Michel Jarraud, Secretario General de la OMM. “Y todos los años decimos que el tiempo se está agotando. Tenemos que actuar AHORA para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero si queremos tener alguna posibilidad de mantener el incremento de las temperaturas en un nivel razonable”.
Los diferentes encuentros también han constatado la escasez de reservas mundiales de agua dulce, problema considerado como “una de las mayores preocupaciones ecológicas del siglo XXI”. Los expertos vienen alertando que son necesarias nuevas medidas si queremos evitar crisis regionales de abastecimiento de agua potable en los próximos treinta años, como preludio de una crisis global. Si bien las reservas de agua dulce no han disminuido, su consumo se multiplicó por seis durante el siglo XX por el crecimiento demográfico y la mayor irrigación. No es un dato menor que debido a la contaminación del agua mueren anualmente en el mundo más de cinco millones de personas.
También está en la agenda ambientalista la preservación de los océanos, que un día sí y otro también se ven impactados por los más variados desastres producidos por el hombre, entre ellos el derrame de crudo, que ha perjudicado al mundo marino. De acuerdo a los expertos en el tema, los océanos corren el riesgo de entrar en una fase de extinción de especies marinas sin precedentes en la historia de la humanidad, solo comparable a la hecatombe que hace 55 millones de años provocó la desaparición del 50% de los peces de aguas profundas. A nadie escapa la importancia de evitar la depredación de los recursos y de asegurar “una explotación sostenible en beneficio de la humanidad”. La ruptura del equilibrio ecológico acuñado durante millones de años en el Mar del Norte, por ejemplo, condujo a que cerca de las costas de Dinamarca y Suecia, los peces hayan desaparecido. En este último país hay más de mil lagos muertos o casi muertos y sus aguas “están ácidas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario