domingo

LECCIONES DE VIDA (43) - ELISABETH KÜBLER-ROSS Y DAVID KESSLER


5 / LA LECCIÓN DEL PODER (4)

EKR (2)

Nuestro poder personal es un don inherente a nuestra persona y constituye nuestra verdadera fuerza. Por desgracia, lo olvidamos con frecuencia y no lo ponemos en práctica.

Cuando nos preocupa la opinión de los demás, entregamos nuestro poder. Para recuperarlo debemos recordar que se trata de nuestra propia vida. Lo realmente importante es lo que cada uno de nosotros piensa. No tenemos el poder de hacer felices a los demás, pero sí podemos conseguir nuestra propia felicidad.

No podemos controlar lo que los demás piensan, de hecho, apenas podemos influir en sus ideas. Pensemos en todas las personas a las que intentábamos complacer diez años atrás. ¿Dónde están ahora? Es probable que ya no formen parte de nuestra vida y, si lo hacen, seguramente todavía intentamos obtener su aprobación. Debemos liberarnos, recuperar nuestro poder y formarnos nuestra propia opinión sobre nosotros mismos.

El objetivo de nuestro poder es ayudarnos a llevar a cabo lo que queremos hacer y ser todo lo que podemos ser. No hemos recibido este poder sólo para poner en práctica lo que “deberíamos”. Eso es lo peor que podríamos hacer con nuestra vida. Debemos realizarnos plenamente nosotros mismos.

El poder personal deja espacio en nuestra vida, y en las vidas de quienes nos rodean, para la integridad y la gracia. Este poder implica que apoyemos a los demás para que sean fuertes: somos fuertes y podemos ayudar en lugar de recibir ayuda. Además, este tipo de poder nos sirve de apoyo interno. Cuando vemos que el otro es fuerte, reconocemos la fuerza que hay en nuestro interior. Cuando los demás nos responden con afecto, reaccionamos de un modo cariñoso, y encontramos el amor que se halla en nuestro interior. En resumen, lo que creemos de los demás acabamos por creerlo también de nosotros mismos. Si creemos que la persona que tenemos al lado no es una víctima, esta creencia nos ayuda a reconocer que nosotros tampoco lo somos. La gracia permite que estos buenos sentimientos se expandan, se exterioricen. Cuando creemos en los demás, encontramos la fe para creer en nosotros mismos.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+