domingo

ENCUENTRO CON LA SOMBRA (El poder del lado oscuro de la naturaleza humana) - 163


NOVENA PARTE

EL TRABAJO CON LA SOMBRA: CÓMO ILUMINAR LA OSCURIDAD
MEDIANTE LA TERAPIA, LOS RELATOS Y LOS SUEÑOS

37: LA UTILIDAD DE LO INÚTIL

Gary Toub (5)

Lo erróneo es lo correcto

Además de nuestra tendencia a infravalorar la sombra, también tendemos a considerar inútiles nuestros problemas físicos y emocionales. Se trate de una simple jaqueca, de un simple malestar digestivo, de una depresión o de un cáncer de mama, nos desagrada lo que no anda bien. Para nosotros, la enfermedad no sirve para nada y, por consiguiente, la consideramos como un obstáculo y tratamos de eliminarla a toda costa.

Esta actitud frente a la enfermedad es consecuencia del reduccionismo causalista del modelo médico occidental que da por supuesto que las enfermedades son perjudiciales e inadecuadas y que una vez que hayamos eliminado su causa el abordaje que pretende fomentar la curación genera, sin embargo, una actitud fundamentalmente negativa hacia los síntomas y hacia la enfermedad similar a la que sentía el carpintero de la historia de Chuang Tzu con respecto al árbol centenario.

Del mismo modo que ocurría en el caso del jorobado, el lisiado y el árbol retorcido, las parábolas de Chuang Tzu nos proporcionan una nueva perspectiva para sacar partido de nuestra situación y encontrar algo positivo en nuestras dolencias. Desde este punto de vista, lo que parece incorrecto es absolutamente adecuado porque nos proporciona un nuevo sentido que puede servir a algún propósito desconocido.

Según la psicología finalista de Jung nuestros problemas y síntomas contienen elementos positivos de fundamental importancia. Es por ello que Jung proponía que además de tratar nuestras enfermedades de un modo causalista y reductivo debíamos también tratar de encontrar su significado. Según Jung, nuestros síntomas y complejos neuróticos son elaboraciones del inconsciente para impulsarnos hacia el camino de la realización. En su libro, Two Essays on Analytical P^sychology, escribió:

Yo mismo he conocido a más de una persona que ha encontrado el sentido de su existencia en una neurosis… que le conducía a un modo de vida que desarrollaba sus potencialidades más valiosas. (4)

El vínculo existente entre enfermedad y autorrealización ha sido tratado posteriormente por Esther Harding en The Value and Meaning of Depresion (1970), donde demuestra que los estados depresivos constituyen intentos creativos del Yo para que establezcamos una comunicación más profunda  con la totalidad. Arnold Mindell, por su parte, llegó a la misma conclusión con respecto a los síntomas somáticos. En un artículo aparecido en la revista Quadrant afirmaba:

Si dejo mis opiniones de lado, cuanto más trabajo con el cuerpo más valoro y simpatizo con una determinada “enfermedad”. Cuando una filosofía finalista combinada con una observación exacta reemplace a las terapias causalistas y a los miedos basados en la ignorancia, el cuerpo dejará de parecernos un demonio enfermo e irracional y se nos mostrará como un proceso que posee su propia lógica y sabiduría interna. (5)

Las neurosis y las enfermedades físicas contienen pautas y valores inconscientes fundamentales para el desarrollo de nuestra integridad. Pero para descubrir su sentido es necesario dejar de costado nuestras creencias al respecto y estar de parte de la enfermedad prestando atención a sus síntomas sin tratar de modificarlos. Desde este punto de vista, lo que está ocurriendo es algo fundamentalmente correcto y es necesario que le prestemos toda nuestra atención.

Mindell compara este trabajo con la obra alquímica que también se inicia con una substancia impura e incompleta que debe ser transformada. Este “·cuerpo impuro” -o materia prima- son los dolores, los trastornos y las molestias cotidianas que deben ser transformadas alquímicamente hasta que revelen su verdadero significado. Este proceso consiste en concentrarse en lo que ocurre focalizando en ello toda nuestra atención para amplificarlo. Los ejemplos que brindamos a continuación ilustran la manera práctica de llevar a cabo este trabajo.


Notas

(4) C.G. Jung, Two Essays on Analytical Psychology (Princeton, N. J.: Princeton University Press, 1966), pat. 68.
(5) A. Mindell, “Somatic Consciousness”, Quadrant, 14 (I/1981), pp. 71-73

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