Trabajaron junto a ellos en la vanguardia y por la modernidad, firmaron obras, proyectaron edificios, diseñaron, revolucionaron con nuevos materiales, realizaron diseños textiles y trabajaron el metal, pero aún así cuando hablamos de la Bauhaus, inmediatamente visualizamos a Gropius, Van der Rohe, Klee y muchos otros artistas todos ellos masculinos.
Como en tantas ocasiones los nombres femeninos están ausentes en los trabajos que se encuentran sobre esta Escuela y pocos son los que reconocen que, en muchas ocasiones, las obras que se han paseado por el mundo como bandera de vanguardia artística y de diseño, salieron de las manos de las mujeres de la BauhausAún hay más, muchas artistas contemporáneas de la Bauhaus no estuvieron integradas en ella, aún siendo parte indiscutible del panorama artístico, como es el caso de Delaunay (en este blog entrada día 8.mayo 2010), por el hecho de ser mujeres. Todas ellas son las grandes olvidadas y para que sus obras y talento hayan sido conocidos han tenido que pasar muchos años.
Indudablemente la concepción machista de la escuela fue el factor fundamental, porque la Bauhaus fue revolucionaria en sus conceptos artísticos y en su modo de llevar adelante la enseñanza, pero en cuanto a la mujer, como sucede en ocasiones, las ideas progresistas no estaban a la par.
También otros factores se unieron para que la mujer pasara a un segundo plano. Mientras recopilaba información para esta entrada recordaba que en una anterior. (Surrealismo y la mujer 8 de marzo 2010) llegue a parecidas conclusiones. En algunos casos a las propias mujeres les daba miedo estar en primer plano.
He encontrado una anécdota más que significativa. Dicen que una vez Le Corbusier dibujó unos trazos en una casa diseñada por Eileen Gray, arquitecta y diseñadora. Se fotografió delante y de inmediato la casa se la atribuyeron a él. Gray rompió con él pero se cuidó mucho de montar un escándalo o de reclamar la autoría.
Hay muchos más ejemplos del machismo imperante en la Escuela. Cuando se creó la Bauhaus, sus fundadores comprobaron que la mitad de los alumnos eran mujeres, algo que les horrorizó, pues según su director Gropius, esto daba a la escuela fama de lugar de aficionados. Así que no cejó en el empeño de reducir el número de mujeres hasta que consiguió que éste no superara un tercio de matrícula.
Muchas son las mujeres que pasaron por la Bauhaus y que se vieron discriminadas, pero como es lógico en ese número de alumnas hubo grandes investigadoras y artistas, aunque desgraciadamente pocas profesoras.
Entre las excepciones encontramos a Gunta Stölzl, que fue alumna, profesora, maestra de taller y finalmente directora del taller de Textil.
Pero es que el Taller Textil de la Bauhaus tuvo una importancia singular.
No se muy bien lo que diría el, en aquel tiempo, tan progresista Walter Gropius si viera el panorama actual, sobre todo en nuestro país, con sus Facultades de Arquitectura a rebosar de futuras arquitectas y con nombres femeninos en los mejores estudios de arquitectura.
Así que es bien cierto que cuando Mies van der Rohe en 1930, se convierte en director de la Bauhaus, ésta era prácticamente una escuela de arquitectura y cada vez había menos espacio que permitiese a la mujer destacar.
Fueron muchas y en diferentes disciplinas las artistas que allí se formaron y que salieron adelante. Imposible dejar aquí todos sus nombres pero sí nos vamos a detener en la obra de algunas
Algunos de los nombres que voy a añadir lograron sobresalir solamente una vez fuera de la Escuela.
Puesto que Gunta Stölzl fue de las pocas que llegó a convertirse en directora de un taller comenzaremos por ella. Por eso y por ser precisamente el más emblemático taller entre las mujeres. El de Textil. Fue figura indispensable por haber sido parte de la escuela desde el principio, pero aún así le costó conseguir ese puesto. Mujer de grandes recursos fue además la prueba de que la mujer podía hacer carrera en la Bauhaus. Pese a reconocer las grandes dificultades con las que se encontraron, trabajó e hizo trabajar la imaginación de todas las participantes en los talleres para experimentar con todo aquello nuevo que podía dar lugar a nuevas creaciones.
Acosada por los simpatizantes nazis por su matrimonio con un judío, en 1931 abandonó la Escuela y fundó su propia empresa de tejidos en Suiza.
Anni Albers llegó a la Bauhaus en 1922 como estudiante. Animada por su propia familia que vieron en ella las grandes cualidades para el dibujo y la pintura tuvo que matricularse en el taller textil puesto que fue lo único que le permitieron. No obstante allí encontró su estilo. Experimentó con nuevos materiales para tejer, con coloridos innovadores, diseño para papel, con el lino y el algodón. Todos estos materiales en manos de una persona de tal creatividad dieron como fruto obras de gran belleza.
Marianne Brandt, que trabajó el metal, fue de las pocas que se hizo un nombre durante la estancia en la Escuela. Sus lámparas en forma de globo han sido durante años un icono del diseño y una seña de identidad de la Bauhaus.
Fue de las pocas activas con ese material. Su línea elegante, sencilla y funcional fue parte de la imagen de la Bauhaus. Es fácil encontrar aún hoy en día, ceniceros, juegos de té y artículos que se inspiran en sus diseños. Cuando la escuela cerró, su nombre siguió en primera fila. Posteriormente, en Berlín Este, impartió clases pero no volvió a trabajar el metal. Se dedicó al cuero, la cerámica y la escultura.
Marguerite Friedlaender-Wildenhain, ceramista, también alcanzó éxito, una vez fuera de la Bauhaus, en EEUU.
Lilly Reich nacida en Berlín, fue una arquitecta autodidacta e interiorista. Fue socia de Mies van der Rohe para la exposición de Barcelona de 1929 y también para la de Berlín en 1931. También llegó a dirigir un taller de interiorismo en la Bauhaus pero fue por breve tiempo puesto que era la época en que los nazis censuraron la Escuela.
Fue creadora de interiores considerados de los mejores de la Historia de la Arquitectura del siglo XX.
Eileen Gray fue otra arquitecta y diseñadora irlandesa. Con el rumano Jean Badovici firmó importantes proyectos. Junto a el realizó la villa E-1027. El era editor de la revista L’Architecture Vivante, que publicó un número especial sobre esa casa titulado “E-1027 Maison en bord de mer”.
Tanto Eilen Gray como Charlotte Perriand, innovaron el diseño de muebles en Francia.
Perriand se tituló en la escuela de la Unión Central de Artes decorativas y ya a los 24 años se dio a conocer con obras en acero cromado en el Salón de Otoño de 1927. Más tarde seguiría su andadura con Le Corbusier. Con éste y con Pierre Jeanneret quedaron a cargo del “equipamiento de la habitación” del salón de Otoño. Se entiende por equipamiento las sillas, mesas y estanterías. .
Entre su intensa y muy abundante obra podemos atribuirle una bien conocida: “ chaise longue”, con tubos de acero y piel de potro.
La fotografía nos recuerda a un spot de los años 30. La chica que aparece en el spot es la propia Charlotte que posa sobre la silla tradicionalmente atribuida a Le Corbusier. Una obra que ella había diseñado por encargo del famoso arquitecto cuando trabajaba en su Estudio.
Charlotte Perriand, desarrolló ya en aquel tiempo un diseño de muebles desde una perspectiva que contempla problemas fisiológicos y funcionales. Fue una artista avanzada en su tiempo.
Tuvo que pasar tiempo hasta que Centro Pompidou parisino estudiara la obra de la diseñadora y arquitecta que había firmado algunas de las piezas de mobiliario más emblemático del siglo XX. Sólo entonces fue colocada en el lugar que le correspondía en la historia del Arte y el Diseño. Otra mujer maltratada por la historia.
Muchas mujeres de la Bauhaus simplemente desaparecieron sin dejar huella. Otras como a Otti Berger se le perdió la pista cuando no pudo conseguir un visado para ver a su madre en Yugoslavia. Más tarde se supo que siendo judía había muerto en Auschwiz en 1944. También se logró saber que Alma Siedhoff-Buscher, diseñadora de juguetes ,murió en un bombardeo.
Unas desaparecieron por el correr del tiempo y otras muchas fueron ignoradas como tantas y tantas mujeres que realizaron su obra a la sombra de los artistas hombres.
Fuentes consultadas:
Bauhaus. Ed.Jeannine Fiedler y Peter Feierabend
Historia del Arte E.H.Gombrich
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