lunes

ENCUENTRO CON LA SOMBRA (El poder del lado oscuro de la naturaleza humana) - 109


SÉPTIMA PARTE

27. REDIMIENDO NUESTROS DIABLOS Y NUESTROS DEMONIOS (2)

Stephen A. Diamond

Diablos, demonios y lo daimónico (2)
  
El enfoque cartesiano separó la mente del cuerpo y el sujeto del objeto, rechazó de plano todos los fenómenos subjetivos “irracionales” y sólo consideró “real” a los fenómenos objetivamente mensurables y cuantificables. Este avance supuso un considerable paso adelante en el desarrollo del pensamiento humano y permitió al Renacimiento tardío desembarazarse -en una clara maniobra de depuración científica- de la superstición, la brujería, la magia y toda la amplia panoplia de criaturas míticas, tanto de signo positivo como negativo, que tan importantes habían sido hasta ese momento, Pero, como declaró May, “al desembarazarse de las hadas, los duendes y toda su cohorte, terminamos empobreciendo nuestras vidas y el empobrecimiento no es el mejor modo de eliminar la superstición de la mente humana… De ese modo, nuestro cuerpo terminó desencantándose y eso quebró nuestra armonía con la naturaleza y con nosotros mismos”. (9)
  
La dilatada investigación realizada por Jung le llevó a concluir que las poderosas fuerzas arquetípicas del inconsciente “poseen una energía específica que causa o fomenta determinados impulsos o modalidades de conducta, es decir, que bajo determinadas circunstancias constituyen una fuerza posesiva u obsesiva (¡numinosa!). Concebirlas, por tanto, como daimones, es algo perfectamente acorde con su naturaleza”. (10)
  
Siguiendo la misma línea, May nos recuerda que el moderno término daimon se deriva de la antigua noción griega de daimon y utiliza este concepto para elaborar su modelo mitológico de lob daimónico: “Lo daimónico es cualquier funcional natural -como la sexualidad, el erotiswmo, la cólera, la pasión y el anhelo de poder, por ejemplo- que tiene el poder de dominar a la totalidad de la persona. Lo daimónico puede convertirse en un acicate para la creación o en un terremoto destructivo y, con mucha frecuencia, en ambas cosas al mismo tiempo. Pero cuando este poder funciona mal y un fragmento termina usurpando el control de toda la personalidad padecemos una “posesión daimónica”, el término tradicional con el que se ha denominado a la psicosis a lo largo de la historia. Obviamente, lo daimónico no es una entidad sino una función arquetípica fundamental de la experiencia humana, una realidad existencial”. (11)


Notas
  
(9) Rollo May, Man searchs for Himself (Nueva York: W. W. Norton, 1953) , pp. 72-73.
(10) Jung, Memories, Dreams and Reflections, p. 347. 
(11) Rollo May, Love and Will (Nueva York: W. W. Norton, 1969), p. 121.


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