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ENCUENTRO CON LA SOMBRA (El poder del lado oscuro de la naturaleza humana) - 79


SEXTA PARTE: DESCUBRIENDO A EN EL CAMINO: EL LADO OSCURO DE LA RELIGIÓN Y LA ESPIRITUALIDAD

21: LA SOMBRA EN LA ASTROLOGÍA (1)

Liz Greene

Analista junguiana, astróloga y escritora. Reside habitualmente en Londres y ha publicado cuentos infantiles, novelas y libros de astrología como The Astrlogy Fate; Relating: An Aastrological Guide of Living with Others on a Small Planet; Saturn: A New Look at an Old Evil The Jupiter / Saturn Conference Lectures (en colaboración con Stephen Arroyo).

Una de las cosas más interesantes que podemos hacer con la carta astral es tratar de determinar sus aspectos oscuros y sus aspectos luminosos. La figura de la sombra -que puede ocupar cualquier lugar de nuestra carta astral- suele ocultarse bajo la máscara de una persona de nuestro mismo sexo. No creo, sin embargo, que se trate de una regla absoluta porque, en realidad, la sombra no tiene nada que ver con la atracción o el rechazo sexual sino que, por el contrario, está relacionada con la aceptación de nuestra propia sexualidad (es decir, nuestra propia masculinidad o femineidad). Así pues, la sombra no sólo tiene que ver con el tipo de persona de la que nos enamoramos sino que también está estrechamente ligada con los aspectos oscuros de nuestra alma. Por otra parte, los aspectos planetarios también están relacionados con la sombra y con las personas del sexo opuesto que más nos fascinan. Por último, ciertos puntos de la carta - como, por ejemplo, el descendente y el IC (Imun Coeli, el nadir o fondo del cielo)- tienen también una estrecha relación con todos aquellos aspectos de nuestra personalidad que, de un modo u otro, permanecen bajo el influjo de la sombra.

En la interpretación astrológica el tema del IC suele dejarse de lado. Pero conviene señalar que así como el medio cielo (MC) está relacionado con la forma en que queremos aparecer ante los ojos de los demás, el punto opuesto -el IC- tiene que ver con aquello que deseamos que los demás ignoren. Así pues, el signo astrológico que está situado en la parte inferior de la carta representa nuestra zona más oscura, el lugar más bajo de la orbita solar y constituye, por tanto, uno de los puntos más vulnerables a las acometidas de la sombra.

Para descubrir el tipo de personas y grupos que tendemos a idealizar conviene inspeccionar el signo que ocupa el IC en nuestra carta y cuáles son sus principales características (para ello también conviene prestar atención al signo que se halla en el descendente). Lo que amamos y lo que odiamos no son cosas diferentes entre sí, es por ello que si colocamos la imagen de lo que odiamos quizás descubramos sorprendidos a la misma figura oculta bajo ropajes diferentes.

Si, por ejemplo, tienes a Tauro en el ascendente y presentas las características típicas de ese signo quizás menosprecies a las personas cerradas que mantienen relaciones poco claras. Los Tauro suelen desdeñar a las personas reservadas, manipuladoras e indirectas, a quienes complican innecesariamente las cosas creando problemas donde no los hay. Pero, por otra parte, Tauro suele sentirse fascinado por quienes se rodean de un halo de misterio que les hace inaccesibles y parece tener intuiciones extraordinarias sobre la naturaleza humana. Estas dos tendencias, sin embargo, no son tan diferentes como podría parecer a simple vista ya que, en ambos casos, el descendente está en Escorpio y bien podríamos decir que se trata de la misma figura. Una figura que cuando es admirada por el sujeto se convierte en algo atractivo, profundo y poderoso y cuando es rechazada se transforma en algo diabólico, escurridizo y artificial.

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