jueves

MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS - CLARISSA PINKOLA ESTÉS



CAPÍTULO 14

La tercera fase: El vagabundeo (3)

Aquí la antigua religión nocturna nos sale de nuevo al encuentro en el camino. Aunque la antigua historia de Hades que se llevó a Perséfone al averno es un bello drama, otros cuentos mucho más antiguos pertenecientes a religiones matriarcales como los que tienen por protagonistas a Ishtar e Inanna sugieren la existencia de un claro vínculo de "amoroso anhelo" entre la doncella y el rey del infierno.

En estas antiguas versiones religiosas, no es necesario que un oscuro dios se apodere de la doncella y se la lleve a rastras al mundo subterráneo. La doncella sabe que tiene que ir, sabe que todo eso forma parte del rito divino. Aunque tenga miedo, ya desde un principio quiere ir al encuentro del rey, su esposo del averno. Efectuando el descenso a su manera, se transforma, adquiere una profunda sabiduría y asciende de nuevo al mundo exterior.

Tanto el clásico mito de Perséfone como el núcleo del cuento de hadas de "La doncella manca" son dramas fragmentarios derivados de otros más completos que se describen en las religiones más antiguas. Lo que al principio era el ansia de encontrar al Amado del Mundo Subterráneo se convirtió en mitos posteriores en lujuria y rapto.

En la época de los grandes matriarcados se daba por hecho que una mujer sería conducida de manera natural al mundo subterráneo bajo la guía de los poderes de lo femenino profundo. Tal cosa se consideraba parte de su formación y el hecho de que adquiriera esta sabiduría gracias a la experiencia directa era un logro de primerísimo orden. La naturaleza de este descenso es el núcleo arquetípico tanto del cuento de hadas de "La doncella manca" como del mito de Deméter / Perséfone.

En el cuento, la doncella vaga por segunda vez como un animal mugriento. Esta es la manera adecuada de descender, con una actitud de "Me importan muy poco las cosas del mundo". Pero, como podemos ver, su belleza resplandece a pesar de todo. La idea de no lavarse también procede de los antiguos ritos cuya culminación es el baño y las nuevas vestiduras que representan el paso a una nueva o renovada relación con el Yo.

Vemos que la doncella manca ha pasado por todo el ciclo del descenso y la transformación, el ciclo del despertar. En algunos tratados de alquimia, se describen tres fases necesarias para la transformación: la nigredo, la negrura o la oscura fase de la disolución, la rubedo o la rojez de la fase sacrificial, y la albedo, la blancura de la fase de la resurrección. El pacto con el demonio era la nigredo, la fase de oscuridad; la mutilación de las manos era la rubedo, el sacrificio; y el abandono del hogar envuelta en gasas de color blanco, era la albedo, la nueva vida. Y ahora, como vagabunda que es, es arrojada de nuevo a la nigredo. Pero el antiguo yo ha desaparecido y el yo profundo, el yo natural, es la poderosa vagabunda (21).


Notas

(21) Alguien se podría preguntar cuántos "yos", es decir, centros de la conciencia, hay en la psique. Hay muchos y uno de ellos suele dominar sobre los demás. Como los pueblos y casitas de Nuevo México, la psique se encuentra por lo menos en tres fases: la antigua parte caída, la parte en la que uno vive y la parte en fase de construcción. Según la teoría junguiana, el Yo con Y mayúscula significa la vasta fuerza del alma. El yo con y minúscula se refiere al ser más personal y limitable que somos.

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