(extraídos de Hijos de nadie 2, suplemento del Taller literario Universo publicado en el número 2 de la revista Proyección, 1994)
HABITACIÓN 506
Mi abuelo
tiene el mejor caballo cien rodeos
(un alazán azul de ancas sedosas)
y una estrella de lata al sur del pecho
La hija del alcalde (una trigueña
de ojos carbón y torso contundente)
llovizna las enaguas cuando pasa
Él casi no la mira
Sigue el rumbo al Salón con pie de bronce
y entra y se hace un marrón de sepultura
El cantinero sirve aquel menjunje
con el brazo derecho tiritante
Billy viaja su mano hacia la pierna
pero mi abuelo es ágil como un lince:
su treintaiocho escupe un as de plomo
que abre un ombligo rojo entre las cejas
del rufián que aterriza de ojo abierto
Mi abuelo apura el resto de agua verde
y echa un centavo en cruz en la madera
Regresa a contrapelo de Oklahoma
Cuando la Eros de blanco le masculla
QUE SI NOSE DIO CUENTA QUE SE
TERMINÓ EL SUERO
LA SECRETARIA DE VENTAS
Elena
es la mejor pianista de opus marketing
Teclea ochenta redondas por minuto
en un piano sin alma
Tiene la media hora sin bemoles
a mitad del concierto
(Desconecta el bretel de la cartera
y saca espejos pinturas y manzanas
Mastica peinándose los ojos de violeta)
Se abre una puerta
el director le trae un ramo de violines
Ella mira la puerta que se cierra
Saca el culo del fondo de la silla
Acoda la cadera contra el vidrio
aspirando del lápiz blanco fuego
y se sube hasta un pájaro
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