FEDERICO RODRIGO
AUNQUE EL TIEMPO NOS SEPARE
A plena noche: sus pies vestidos con
medias de rayas violetas se apoyaron de punta en el piso de madera. Sus padres
se susurraban en código y se abrazaban en esperanza. Como si por tener 5 años
no supiera que hablaban de morir (porque la gente tiene tiempo: vive y se
muere).
Sin pisar las líneas en el suelo se escapó
hasta la cocina, trepó a la mesada y segura desarmó el aparato. Las agujas
quedaron mudas: pero no mudas de miedo, más bien como cómplices. La niña volvió
a la cama silenciosamente rápida y se metió. Escondió las dos pilas
secuestradas en la funda de su almohada (ellas eran la vida del tiempo)
Al levantarse, el reloj funcionaba de
nuevo. Mamá le puso otras: como si fuera fácil, como si no le gustara que todo
se detenga, como si no le importara que al morir todos sus cuentos se
desramarán en letras (aunque el tiempo no se pare).
ANNA RHOGIO
MARDI GRAMILLA / 3
(HACIENDO SOÑAR A LOS NIÑOS)
Joven
y niño conversan contándose sus vidas.
Claro
dice que vive en el pueblo cercano y que es pastor. Slitz, que vive en la
llanura y pinta colores cuando se los muestra la naturaleza.
-¿Cómo
es eso?
-La
naturaleza siempre nos regala colores. No tienes más que mirar a tu alrededor.
Es inexplicable. Al escuchar los sonidos del mundo, veo nacer mil y mil matices
adentro de mi cabeza formando ignorados paisajes, composiciones increíblemente
armoniosas que parecen no significar nada, igual que cuando escucho la música
de una orquesta, Voy a casa y pinto lo que guardó mi memoria. Tu grito
interrumpió mi alma que estaba llena de estallidos, animados por las notas de
los caramillos.
Al
mismo tiempo que los cazadores, llega Mardi Gramilla y su cara es testigo del
gran enojo:
-¡Santos
sean los dioses menores! ¡Santos mis poderes y los del universo! ¡Y ustedes,
pandilla de sinvergüenzas, deberían recibir terribles castigos por sus
maldades! ¡No me vengan con que cazan para ganarse la vida!
-Verdad
es, señora.
-Mentira
es, señores. Háganme el favor de abrir los hierros del cepo y mirar las heridas
que causan.
-Ya
las conocemos -y escapan presurosos.
Entonces
ella usa la magia de sus alfileres de plata y libera al pastor mientras inventa
un implacable plan que dará a esos malvados un buen escarmiento. No habrá
piedad para ellos.
Necesitará
que Bosco la ayude forjando trampas, que Blizz y Juníperus las escondan en los
lugares por donde andan los cazadores y que duendes y elfos se mantengan alerta
impidiendo que los animales caigan en ellas.
-En
MI bosque, después que aquellos malvados reciban lo suyo, jamás volverán a
existir crueles.
Las
comunidades de elfos y duendes se aprontan a formar el escuadrón que ayudará a
Mardi con el problema de los cazadores sin advertir que hay perversos entes que
se unieron a los hombres de las trampas y las escopetas.
Son
oscuros seres que vinieron a la tierra desde una tétrica dimensión con el
propósito de hacer mal. Si acaso te los cruzaras en un sendero los confundirías
con ángeles buenos: ¡tan bien saben disfrazarse!
Pero
podrías reconocerlos viendo sus ojos, abismos sin fondo, vacíos de toda
expresión.
Y
ellos lo saben.
Entonces,
jamás te mirarán de frente y ocultarán las pupilas detrás de los párpados
entrecerrados porque en momentos de gran ira, suele brillar en su fondo la
verdosa llama de la malignidad.
Se
presentaron en el campamento de los cazadores una noche en que reunidos junto a
las fogatas, festejaban la abundancia de presas conseguidas y ellos, a pesar de
ser bárbaros, temieron ante esas formas siniestras que se mostraron en sus
verdaderas, horrorosas presencias. Parecidos a puercoespines, caminaban en dos
patas mostrando filosos colmillos en las espantosas sonrisas fingidas de sus
hocicos puntiagudos. Luego, se dejaron ver con disimuladas apariencias y los
hombres comprendieron la clase de aliados que les mandaba el infierno.
Ugrus
es el comandante de tan funesto ejército y sus soldados lo obedecen sin
chistar, temerosos de sus violentos arrebatos.
Ignoran
que Mardi les prepara un escarmiento para terminar con tanta malevolencia.
JOSÉ
LUIS MACHADO
UN
TEXTO FANTASMAGÓRICO
En un banco de
la capilla donde se puede ver una anciana rezando por el alma de su hijo que
murió, víctima de una mujer despechada. Donde la anciana se había casado con el
hombre de los sueños de sus padres. Donde había confesado su primer exceso de
amor propio y orgasmo. Donde había tomado la primera comunión vestida de blanco
lechoso. Donde había sido bautizada con agua de aljibe bendecida. Aún se puede
ver el espectro de un soldado niño que incendió la iglesia hace ya más de 100
años.
ANTONIO GARCÍA
PINTOS
PERTENENCIA
Cuando se produzca el
encuentro largamente esperado en cualquier lado serás capaz de llorar. Sabrás
que no se pueden ocultar sentimientos en el mar ni enterrar palabras en la
multitud de una ciudad. Salvo que se elija morir en vida con el disfraz de una
falsa pertenencia.
LUCIO CLAVIJO
MICAELA (UN MOMENTO DE LA CIUDAD PLATEADA )
Mi indudable mañana de arena
Cubre las rosas
y me impide decir te quiero
rozando tu posible esqueleto de vidrio
suspendido un instante
en el aire triste de las calles.
Pero emerges de abril
un abril de cenizas
apenas perdido
y hay en el espejo
una sonrisa que no comprendo.
Todo prueba sin embargo
que no existes
o eres de niebla
por qué entonces esta certeza
que trama en mi boca
lentamente
un te quiero.
FERNANDO ITALIANO
AMADEUS
se van largas las carretas olvidando el
olvido
entre el barro de mis sueños se pierde la
penumbra roja
no hay alfombras aquí ni turcos
ni que hablar de óscares oscuros de dinero
ni tesoros escondidos en las grietas
de la estatua pálida del mal amor
se van lánguidas
hipócritas voces en otoño
acompañando el
féretro de misa
está enterrado
así está vivo
así al fin está
vivo
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