(EL PERFUME ANTICIPADO DE LA ETERNIDAD)
21
-Gracias -apenas pudo construir una mínima sonrisa de labios y ojos cerrados el doctor Rabí después que Poli tocó Oración por todos.
-Te juro que recién sentí como si estuviera rezando, gordo.
-¿Y eso lo tocás ahí en Viena?
-Últimamente casi no puedo. Me hace acordar demasiado a Jerónimo, igual que la Canço del Lladre.
-El otro día tu hermano fue a llevarle a Abel Rosso el demo que grabaron Cristina y Ana Inés.
-Yo también la cantaba.
-Y te salía preciosa.
-Sí. Pero cuando Senel me dijo que Jerónimo la compuso pensando en que la única solución que teníamos mamá y yo era perdonar a Dios se me fueron las ganas de cantarla.
-Ah, yo creo que esa interpretación de tu hermano es muy tramposa -se le hinchó una fluorescencia lastimante al doctor. -Que no joda, el teólogo.
-Y por qué pensás que es tramposa -se puso a bordonear taquicárdicamente Poli.
-Porque un edípico como Jerónimo también tuvo que perdonar a Dios, por más santo que fuera.
-Mirá vos. Ni los santos se salvan.
-¿De qué?
-De odiar a Dios.
-¿Te acordás de aquella voz de Porchia que dice: Dios mío, casi no he creído nunca en tí, pero siempre te he amado?
-¿Cómo no me voy a acordar si los dueños de la verdad de la familia Rabí se pasaron paspándome toda la vida con eso?
Entonces el doctor bajó los rulos rubios y raleados para confesar igual que si vomitara:
-Cuando me enteré de lo que hizo Brenda en las fiestas me pasé un rato largo rezando a gritos para que no se enloqueciera. Y sentí que jamás la pude querer como ella se lo merecía. Pero lo terrible es que ahora siento que la amo así, aunque ya no podamos volver a juntarnos.
-Perdoname, pero no entiendo qué tiene que ver eso con la frase de Porchia.
-Es que una vez Jerónimo me dijo que él sólo era capaz de amar de verdad cuando escribía, ¿entendés?
-Pero eso no es verdad.
-Lo único que interesa es que él toda la vida sintió esa culpa. Y Abel me dijo que cuando se empedaba mal era capaz de poner patas para arriba la frase de Porchia: Dios mío, siempre he creído en ti, pero casi nunca te he amado. Y yo soy médico y a veces pienso lo mismo, Poli: que no tuve la fe que hacía falta para ayudar a tu madre a curarse de los recuerdos de la celda mental donde la torturaron cuando era chiquita.
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La mañana de Reyes Brenda almorzó con los Rosso y después fue hasta su apartamento a traer un DVD para compartir con ellos sus dos películas preferidas: Mujer bonita y El guardaespaldas.
-Ah, pero entonces la cantante no se queda con él. Así no vale -se le arrugó el deslumbramiento a Michita, que se había pasado las tres horas agarrándole la mano a su marido como en las matinés de los viejos tiempos.
-Yo antes veía primero Mujer bonita. Pero la realidad es así -se agachó para sacar el disco del aparato la ex-actriz de delgadez turgente.
-¿Y cómo es la realidad? -sonrió Pirín, casi con idiotez.
-Mi madre decía siempre: Las cosas se rompen, nena.
-¿Vos sabés que la Magdalena también pensaba que Jesús era un príncipe azul y al final terminó por entender que lo que se ata en la tierra en el nombre del reino no se deshace nunca?
-Ta -se apelotonó el rulerío sobre la cara la todavía esposa del doctor Rabí. -Biblia no, por favor. Y mirá que Poli y yo nos devoramos El código Da Vinci, aunque los dueños de Dios de la familia piensen que somos taradas.
-¿A Jerónimo también lo considerabas un dueño de Dios? -apenas pudo sonreír el viejo.
-Bueno -empezó a poner en una bandeja las tazas de té y el plato con migas de pastafrola Michita. -Mejor no escarbar en eso.
-Yo le veía a Dios adentro a mi cuñado -demoró en suspirar Brenda. -Y mirá que él decía que tuvo que dejar de leer El código Da Vinci en la página 30 porque era basura demasiado mal escrita.
-¿Y a tu marido no le veías a Dios adentro? -se le alfileró la curiosidad detectivesca a Pirín.
-Los primeros años sí. Hasta que cuando me empezaron las crisis depresivas me di cuenta que él ya me amaba como un guardaespaldas, nomás.
-No entiendo.
-Pero si lo acabamos de ver en la película -estiró un brazo irritadamente hacia el DVD la todavía esposa del doctor Rabí. -Los guardaespaldas aman por obligación, nomás. Y una empieza a sentirse como un pedazo de carne en peligro.
Entonces la mujer diminuta se fue a la cocina con la bandeja sin poder disimular un fruncimiento desconcertado y Brenda murmuró:
-Perdón. Es que yo debo tener 77 demonios en vez de 7.
-¿Y alguna vez Jerónimo te comentó por qué él pensaba que Jesús y la Magdalena fueron mucho más que esposos?
-No. Nunca hablamos de eso.
-Porque solamente una compañera del reino pudo alegrarse al verlo resucitado. Una esposa común le hubiera dicho: Pero mirá que sos pelotudo, Rabbuní. ¿Todo el mundo hecho mierda porque te crucificaron y vos todavía jugando a aparecerte disfrazado de jardinero?
23
Senel empezó sus vacaciones aislándose en el viejo chalé que tenían los Rabí en Atlántida para dedicarse a predicar clandestinamente a través del facebook, pero el segundo domingo tuvo que volver a encontrarse con su padre en la parroquia San Alejandro.
-Perdoná la ignorancia, ¿pero todavía existe la unción para los enfermos? -se puso colorado como un chiquilín el doctor cuando entraron a una de las piezas-confesorios de la sacristía.
-Por supuesto. ¿Estás bien?
-Muy bien. Mejor que nunca.
Y después que el muchacho-hombre con aura sajona trajo el óleo sacramental su padre se paró para olfatearle la ropa asqueadamente:
-No me digas que volviste a fumar.
-El otro día mamá me rezongó exactamente con la misma frase. Pero te pido que en este momento pienses que soy un prelado y no tu hijo. Y que el que se está confesando sos vos.
-Todo bien -sacó su teléfono del bolsillo el doctor para localizar una foto donde se distinguía el rostro de una especie de mujer-pájaro posado sobre la transparencia solar de una cortina. -¿Recibiste este testimonio que te compartí por facebook?
-Claro.
-Apareció el 8 de diciembre en la casa de un tallerista de Abel Rosso que estaba desayunando con la novia. Y aunque ninguno de los dos es católico gritaron al mismo tiempo Mirá la Virgen y tuvieron tiempo de sacarle una foto con el celular.
Entonces Senel bajó su perfil querúbico para suspirar con complaciente impasibilidad:
-A mí lo único que me demuestran estas epifanías es que a veces Dios elige formas muy imprevisibles para manifestarse.
-Pero no te conmueven demasiado.
-Es que no tendríamos que necesitarlas. Y además hay muchísima gente que después de saber que existe la divinidad prefiere seguir cagándose en la fe, carajo. ¿De qué te sirve un touch? Mirá: el mes pasado perdí el control en la misa y me puse a gritar que si la resurrección apareciera filmada en los noticieros la mayoría de la humanidad apagaría enseguida los televisores.
-Hijo -se agarró sonriendo las manazas el doctor Rabí. -En la tomografía que me hicieron anteayer para situar mejor el nódulo descubrieron que tengo un tumor gigantesco en el riñón.
-¿Maligno?
-Eso ni se averigua. La anatomía patológica te la estudian después que te lo sacan. Y además esto me lo agarraron en una fase asintomática y puedo zafar bien. Conozco muchos casos de gente que vive perfectamente con un solo riñón y quisiera curarme, de verdad. Pero lo que a mí me importa tanto como ver una foto de la Virgen es que el cielo me haya escuchado cuando ofrecí la vida. ¿Entendés?
24
-Él gordo mismo había pedido que le hicieran nada más que cuello y tórax, mamá -le explicó Poli a Brenda.
-Fue cosa del tomógrafo.
-Fue cosa del tomógrafo.
-Eso es porque son colegas y quiso asegurarse de que no hubiera regalos escondidos -le dio la espalda a la pantalla para apoyar la cabeza en el vidrio del ventanal la mujer con perfil de sirena.
-Y sin embargo papá dice que es rarísimo que al tipo se le haya ocurrido de golpe pedirle a la enfermera que bajara a hacerle todo el cuerpo.
-¿Y cómo se lo dijeron? -parpadeó compulsivamente para defenderse de la avalancha solar Brenda.
-¿Lo qué?
-Lo del cáncer, hijita. Se supone que habrán tenido la delicadeza de prepararlo diciéndole que detectaron un quiste sospechoso o algo así.
-Ah, eso no sé. Lo operan en febrero.
-Entonces deben tener un susto horrible, porque para ellos las licencias son más sagradas que los partidos por las Eliminatorias.
-Bueno, el gordo sigue contentísimo y se piensa pasar una semana en Atlántida invitando a comer parrilladas con riñones a todos los amigos.
-Decime: ¿y tu padre y Senel no te comentaron nada sobre un reportaje que le hicieron en el blog de el Montevideano a un tallerista de Abel Rosso que le sacó una foto a una aparición sobrenatural que hubo el 8 diciembre?
-Ellos saben que a esas cosas yo no les doy pelota.
-Ta, pero esta nota la hizo Abel y cualquiera se da cuenta que la foto no es trucha -dejó tatuada una marca vaporosa en el ventanal la mujer que ahora literalmente parecía chorrear oro. -Pedí Testimonio de una aparición sobrenatural en el buscador del blog y fijate lo que dicen el muchacho y la novia. Por favor.
-Pa. Zarpado -resopló Poli al rato. -Pero viste que además de ser el día de la Virgen era justo el aniversario de la muerte de Lennon. Aunque para mí las facciones de la epifanía son de mujer.
Entonces Brenda se acercó a la repisa para destapar la foto de su casamiento por civil, que ya estaba muy borrosa.
-Yo no veo ni a la Virgen ni a Lennon -puso frente a la pantalla el retrato de su cuñado mientras se abanicaba con la mano todavía ceñida por el anillo de compromiso. -Para mí es tu tío Jerónimo, nena. ¿Puedo pedirte que toques Oración por todos?
-Es cierto: la nariz podría ser perfectamente la de Jerónimo -demoró en comprobar la afinación la guitarrista de resplandor tahitiano. -Qué loco es todo esto.
-Y además los muchachos dicen que se posó en la cortina justo cuando estaban escuchando Naranjo en flor por Goyeneche.
-No se puede creer. Justo lo que les gustaba berrear a dúo con el gordo cuando estaban muy choborras. Qué loco es todo esto.
-Sí. Y yo lo que menos soporto de Dios es que jamás sea cuerdo.
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