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JOSÉ LUIS MACHADO - EL SEÑOR DE LOS HAIKUS


José Luis Machado (Uruguay, 1974) cursó estudios en el Instituto de Profesores Artigas, en las especialidades de Literatura e Inglés. Participó en la investigación sobre Adolescencia y Arte en Montevideo, reproducida íntegramente por el sitio español de MasEducativa.com (y adaptado a versión periodística y en soporte papel) por la revista Relaciones de Montevideo.

Dentro del grupo de gestión abrelabios ha cumplido funciones de relevamiento de fuentes para el abordaje de producciones literarias de escritores extranjeros, además de publicar algunos de sus textos que también fueron recogidos (en soporte papel) por The Colours of life, una compilación de International Library of Poetry (Editor Howard Ely. MD, USA, 2003).

En 2014 se integra al Taller Literario de Liverpool F. C. y a partir de ese momento ha publicado textos de diversos géneros en los 37 suplementos semanales del taller que aparecen en el blog de elMontevideano Laboratorio de Artes. Uno de sus guiones fue adaptado en el cortometraje La carta, dirigido y realizado por Florencia Castro, con la actuación de Maite Silva.

En 2015 apareció en el blog de elMontevideano la primera edición WEB de Haikus para ellas, poemario compartido con Hugo Giovanetti Viola. Es de inminente publicación en formato papel, por otra parte, la publicación de Medio y medio, un volumen de textos multigenéricos compartidos con Ariel Azor, que estará a cargo de abrelabios.


Hace dos años apareció en este mismo blog un reportaje que te hizo Wilson Javier Cardozo donde se te presentaba como a un docente literario y escritor con una importante obra dispersa en distintas publicaciones que venía postergando la zambullida en su primer libro. Actualmente estás por presentar dos volúmenes biautorales paralelos y en el muro de Facebook ya tenés multitudinarios lectores de diversos países que han llegado a llamarte “el señor de los haikus”. ¿Cuáles pensás que fueron los principales factores que incidieron en ese “destape”?

Creo que el Taller Literario en el Club Liverpool ha sido fundamental en ese sentido. El trabajo en conjunto, las dinámicas de taller, las lecturas nuevas y las renovadas provocaron en mí la necesidad de volver a crear, a escribir, pero esta vez con más seriedad y más auto-exigencia, digamos. En cuanto a las repercusiones en los medios tecnológicos de mis escritos podría decir que, consciente e inconscientemente, me han llevado a escribir de manera minimalista, de ahí que me haya dedicado al estudio y al desarrollo de los haikus y las microficciones.

En las 37 ediciones del Suplemento del Taller de Liverpool que se publica semanalmente en el blog de elMontevideano Laboratorio de Artes ya incursionaste en la poesía, el guión, el cuento, el microtexto lírico-narrativo y hasta diste a conocer dos capítulos de una novela en gestación. ¿Cómo te las arreglás para acompasar la producción de los distintos ramales productivos?

Es que soy un tipo muy inquieto y algo obsesivo y en cuanto a literatura más, me gusta aprender y con los años he podido desprenderme de los vicios academicistas, por ejemplo el que tiene que ver con los géneros. Además dónde está escrito que uno tiene que escribir sólo poesía, o cuento o novela, y si estuviera escrito en algún lado, tampoco me importaría, lo fundamental es expresarse y sin importar la vía comunicar algo. Por otra parte para mí es muy importante la variedad y si un día o una semana o un mes se me ocurre escribir poesía, escribo poesía, y si es cuento escribo cuentos. Las ideas surgen y escribo, después en el proceso voy viendo de que se trata y en que clasificación entra.

Últimamente también te has dedicado mucho a trabajar un contrapunto plástico dialéctico con textos tuyos y ajenos que incluye incluso la creación de videos. ¿Cómo fue surgiendo la necesidad de crear montajes multimediáticos?

Sí, es verdad. Es que la imagen es muy importante, estamos estimulados constantemente por imágenes, fotos, videos. En mi caso trato de que haya un balance entre lo que escribo y la imagen. Un poco como para romper con aquella máxima de que una imagen vale más que mil palabras, pues como todo es relativo, a veces unas palabras pueden complementar una imagen y viceversa. Por otro lado soy consciente de que las personas se sienten más atraídas y dispuestas a leer una foto o a mirar un video que a leer un texto largo. Aunque sigo defendiendo la edición en papel y creo que la tecnología y el libro pueden complementarse perfectamente.

Después de tu ya larga experiencia como integrante del grupo alternativo abrelabios, ¿qué pensás del potencial receptivo que existe en este pueblo tan aturullado por las pantallitas y el conformismo pasatiempista que digita el consumismo salvaje? ¿No creés que el uruguayo medio sigue necesitando la circulación de una cultura artística nacional de primer nivel como alimento básico para zafar de la chatura caótica pos-posmoderna?

Claro que el uruguayo medio sigue necesitando la circulación de una cultura artística nacional de primer nivel. Pero a mí me interesa más que el uruguayo de bajo nivel sociocultural acceda a la cultura. Me pregunto ¿por qué los cines, los teatros, los estadios, las grandes bibliotecas, museos y todas las cosas relacionadas con el arte, están tan alejados de los barrios más humildes en donde se asienta la mayoría de la población? Por ejemplo en el Cerro viven 200.000 personas. No hay cine, no hay bibliotecas decentes, hay un solo teatro en el que entran 200 personas y no tiene butacas, usan sillas de plástico de jardín. Me pregunto ¿cuándo la intelectualidad uruguaya va a hacer algo significativo en cuanto a este asunto? ¿Será que no hay intelectuales? ¿O será tal vez que a las autoridades culturales del país no les interesa, o que sólo alcanza con que la gente sepa mal leer y mal hablar? Sí que necesitamos una cultura de de primer nivel, pero para todos. 

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