lunes

MARILUZ SUÁREZ HERRERA - EL ARCOIRIS SOBRE EL MAREMOTO


Mariluz Suárez Herrera (México, 1948) egresó de la Escuela e Escritores de la Sogem, formó parte del taller de dramaturgia de Hugo Argüelles y en 1997 asumió la coordinación del taller de poesía de Saúl Ibargoyen.

Pararalelamente ha venido desarrollando una intensa y multifacética actividad como dramaturga, performer, narradora. Ensayista, conferencista y traductora.

Entre sus obras dramáticas destacamos Las diosas blancas (finalista en el III Concurso “Elena Garro” de lectura dramatizada, 2002) Animales de hermosa piel, Casting Metafísico, Plato de sopa Un día más.
______________________

¿Cómo fue creciendo la concreción de esta nueva incursión invasora capaz de instalar en el pleno pueblo la dura y dulce clarinada de la invencibilidad?

Fue a partir de una necesidad concreta que este proyecto se gestó, se desarrolló y logrará su objetivo. Las instituciones en este mi país necesitan hacerse presentes y resolver problemas, los habitantes que pueden hacer uso de dichas instituciones las critican, las evitan y muchas veces las menosprecian dudando de su efectividad. Me refiero al caso concreto de un Seguro Popular gratuito al que no se accede hasta después de haber visitado al brujo, al chamán y al Santo Patrono. Este panorama hace que un problema que se pudo haber resuelto en su etapa inicial, se tenga que enfrentar cuando ya está cerca de la etapa final y/o cuando ya no hay solución al problema. De allí surge al idea de “tomar al toro por los cuernos” buscando que ese pleno pueblo tome conciencia y lleve a cabo medidas preventivas.

Cuando tu personaje emerge del sufrimiento en llaga para sentenciar casi con entusiasmo El mundo es así y yo me voy a adaptar, el monólogo se entronca verticalmente con el arquetipo de la esperanza todopoderosa y no con el de la resignación minusválida que predican los tristes sin retorno. ¿Cómo reacciona el público frente a este desafío?

La reacción primera es de sorpresa pero inevitablemente hay un rechazo pues cuesta mucho trabajo que el público se atreva a tomar la palabra, a hacer preguntas y, desde luego, a aclarar sus dudas. Sin embargo, después de un cierto tiempo en que alguien se atreve a romper el hielo, poco a poco se elevan diversas voces, al grado tal que la sesión programada para un determinado tiempo tiene que alargarse. Felizmente, se ha contado con la ayuda de especialistas: médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y lo más importante, personas que han pasado por el problema, lo han superado y gentilmente aceptan dar su testimonio.

Estoy seguro que Bajtin y Lezama Lima opinarían que esta teatralidad carnavalizadora se inscribe en la tradición del barroco americano ya instaurado por Sor Juana Inés de la Cruz en El divino Narciso. ¿Podemos rastrear aquí una metáfora de la resignificación del fracaso de la personalidad como única vía salvífica para un siglo XXI que vive semiasfixiado por una especie de maremoto de Coca-Cola?

Yo tomaría de Mijail Bajtin su habilidad para “exponer y contrastar distintas cosmovisiones” ya que esta pieza teatral está dirigida tanto al que tiene mucho, como al que carece de todo. Una vez que la enfermedad está diagnosticada todos entran dentro de una misma categoría. De Lezama Lima retomaría lo que los críticos han calificado como “estética intuitiva o de lo intuitivo” ya que la gran mayoría de los seres humanos  deseamos ardientemente tener una larga y sana existencia. Una vez que aparece un problema como es el diagnóstico de cáncer de mama lo rodeamos de símbolos y metáforas al mejor estilo del poeta cubano y de nuestra admirada Décima Musa, antes de enfrentarlo y resolverlo. De las muchas entrevistas que leí y escuché para escribir el texto me sorprendió que antes de aceptar el diagnóstico el/la entrevistado/a imaginan que será una equivocación o que simplemente un día muy cercano, dejarán de existir.   

Estoy también de acuerdo que este siglo XXI se semiasfixia día a día con toda una serie de objetos inútiles que se convierten en prioridad, haciendo a un lado lo que debería ser más importante como una sonrisa, una caricia, una agradable conversación o la compañía y presencia de un ser querido.

¿Te parece que la humanidad se está comportando como una mujer valiente?



No, me parece que la humanidad se está comportando como una mujer que flota contracorriente. Hay valor en esa acción pero es el valor de un instinto de conservación que, si es muy fuerte y largo el embate, perderá fuerza en la lucha. Es por esta razón que he tenido que recurrir al humor. Desde el punto de vista de la dramaturga, no de la enferma o paciente que protagoniza mi texto, descubro que es un tema difícil de tratar. Encuentro muy agresivo que el espectador se identifique con la actitud de la protagonista de buscar una salida adecuada al problema. El tiempo y dificultades para lograrlo dependerán de cada caso y de infinidad de factores que están fuera de todos nosotros los no afectados por ese mal, que nos convertimos en simples espectadores pero que tenemos el deseo de poner un granito de arena para ayudar al bienestar de ese otro.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+