QUINCUAGÉSIMA ENTREGA
50 / Qué se entiende por amor puro; que algunas personas experimentan poca consolación mientras que otras experimentan mucha
Espero que veas ahora por qué es tan importante que concentremos toda nuestra energía y atención en este suave movimiento de amor en la voluntad. Con toda la reverencia debida a los dones de Dios, mi opinión es que debemos estar completamente despreocupados de los deleites y consuelos del sentido o del espíritu, por muy agradables o sublimes que sean. Si vienen, bienvenidos sean, pero no te detengas en ellos por miedo a quedarte vacío; créeme, gastarás mucha energía si te mantienes mucho tiempo en dulces sentimientos y lágrimas. Es posible, además, que comiences a amar a Dios por esas cosas y no por él mismo. Puedes saber si sucede esto o no, si te sientes aburrido o irritable cuando no las experimentas. Si hallares que este es tu caso, entonces tu amor todavía no es casto o perfecto. Cuando el amor es casto y perfecto, puede permitir que los sentidos se nutran y fortalezcan por suaves emociones y lágrimas, pero nunca se turba si Dios permite que desaparezcan. Sigue gozándose en Dios de la misma manera.
Algunas personas experimentan cierto grado de consolación casi siempre, mientras que otras sólo raras veces. Dios, en su gran sabiduría, determina lo que es mejor para cada uno. Ciertas personas son espiritualmente tan frágiles y delicadas que, a menos que sean siempre confortadas con un poco de consolación sensible, serían incapaces de aguantar las diversas tentaciones y sufrimientos que les afligen mientras luchan en esta vida contra sus enemigos interiores y exteriores. Y hay otros tan frágiles físicamente, que son incapaces de purificarse a través de una rigurosa disciplina. Nuestro Señor, en su gran bondad, purifica a estas personas espiritualmente por medio de consuelos y lágrimas. Hay, sin embargo, ogros tan virilmente espirituales, que encuentran suficiente consuelo en el reverente ofrecimiento de este sencillo y pequeño amor y en la suave armonía de sus corazones con el de Dios. Encuentran tal fortalecimiento espiritual en su interior, que necesitan poco de otro consuelo. Cuál de estas personas es más santa o cercana a Dios, sólo Él lo sabe. Yo, ciertamente, no lo sé.
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