jueves

MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS - CLARISSA PINKOLA ESTÉS




CENTESIMOSEXTA ENTREGA
CAPÍTULO 11


El calor: la recuperación de la sexualidad sagrada

Las diosas obscenas (3)

Baubo: La diosa del vientre (2)

La pequeña Baubo siempre me ha gustado mil veces más que cualquier otra diosa de la mitología griega, quizá más que ninguna otra figura. Procede sin duda de las diosas del vientre neolíticas, unas misteriosas figuras sin cabeza y, a veces, sin brazos ni piernas. Nos quedamos cortos diciendo que son "figuras de la fertilidad", pues está claro que son mucho más que eso. Son los talismanes de las conversaciones femeninas, es decir, de la clase de conversación que las mujeres jamás mantendrían en presencia de un hombre como no fuera en circunstancias extraordinarias.

Estas figurillas representan unas sensibilidades y unas expresiones únicas en todo el mundo; los pechos y lo que se siente en el interior de esas sensibles criaturas, los labios de la vulva, en los que una mujer experimenta unas sensaciones que los demás pueden imaginar, pero que sólo ella conoce. Y la risa del vientre, que es una de las mejores medicinas que pueda tener una mujer.

Siempre he pensado que el Kaffeklatsch* era un vestigio del antiguo ritual femenino del estar juntas, un ritual que, como el antiguo, se centra en conversaciones del vientre y en el que las mujeres hablan desde sus entrañas, dicen la verdad, se ríen como locas, se sienten más reconfortadas y, cuando vuelven a casa, todo marcha mejor.

A veces cuesta conseguir que los hombres se retiren para que las mujeres puedan permanecer a solas entre sí. Sé que en tiempos antiguos las mujeres animaban a los hombres a que se fueran a "pescar". Se trata de una estratagema utilizada por las mujeres desde tiempos inmemoriales para que los hombres se alejen y la mujer pueda quedarse sola o en compañía de otras mujeres. Las mujeres necesitan vivir de vez en cuando en una atmósfera exclusivamente femenina, ellas solas o con otras mujeres.

Es un ciclo femenino natural. La energía masculina está muy bien. Más que bien; es suntuosa e impresionante. Pero a veces es algo así como darse un atracón bombones. Nos apetece tomar durante unos cuantos días un poco de arroz frío y un caldo calentito para purificar el paladar. Tenernos que hacerlo de vez en cuando.

Además, la pequeña diosa del vientre Baubo nos recuerda la interesante idea de que un poco de obscenidad puede ayudar a superar una depresión. Y es verdad que ciertas clases de risa, la que procede de todos esos relatos que las mujeres se cuentan, esos relatos tan subidos de tono que rayan con el mal gusto, sirven para despertar la libido. Vuelven a encender el fuego del interés de una mujer por la vida. La diosa del vientre y la risa del vientre es lo que nosotras buscamos.

Por consiguiente, te aconsejo que incluyas en tu colección unos cuantos "cuentecitos guarros" como el de Baubo. Esta forma reducida de cuento es una poderosa medicina. El divertido cuento "guarro" no sólo puede disipar una depresión sino también arrancar la negra furia que oprime el corazón, consiguiendo que la mujer sea más feliz que antes. Pruébalo y verás.

Y ahora confieso que no puedo decir gran cosa acerca de los dos siguientes aspectos del cuento de Baubo, pues están destinados a ser comentados en pequeños grupos integrados exclusivamente por mujeres, pero sí puedo decir lo siguiente: Baubo posee otra característica; ve a través de los pezones. Para los hombres es un misterio, pero cuando se lo comento a las mujeres, estas asienten enérgicamente con la cabeza y dicen "¡Ya sé lo que quieres decir!".

El hecho de ver a través de los pezones es ciertamente un atributo sensorial. Los pezones son unos órganos psíquicos que reaccionan a la temperatura, el temor, la cólera, el ruido. Son un órgano sensorial como lo son los ojos de la cabeza.

En cuanto a lo de "hablar por la vulva", se trata, desde un punto de vista simbólico, de hablar desde la prima materia, el más básico y más sincero nivel de verdad: el os** vital. ¿Qué otra cosa se puede decir sino que Baubo habla desde el barro madre, la profunda mina, literalmente desde las profundidades? En el relato de Deméter que busca a su hija nadie sabe qué palabras le dirigió exactamente Baubo a Deméter. Pero ya tenemos cierta idea.


* En alemán, tertulia de mujeres. (N. de la T)

* * En latín, hueso. (N. de la T.)

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