con el apoyo de S.U.A.T.
FEDERICO RODRIGO
SÍ, LA LUZ LLORA
Ya estaba el talento en puntas de pie y el dolor del entrenamiento justo sobre el cayo. Un tul abrazaba su cadera y el reflector se encendía en su sonrisa cuando la noticia le arrancó un pedazo de ser.
El telón indiferente igual subió pero la sonrisa ya se había mojado de sal. El reflector se apiadó y miró para un lado. El tul, también de luto, sólo le abrazó el alma. El dolor del entrenamiento se tornó insignificante porque esa noche la música lloró junto a ella.
El público vivió el baile perfecto. Aun así, el precio fue demasiado alto
GASTÓN RODRÍGUEZ FREITAS
“VALLE DEL BAJO VIENTO”
el patio
propaga en hogueras
la tierra recién baldeada
en tropillas virutas galopan
por el valle del bajo viento
rumbo al rural cementerio
el escaparate
antiguo vórtice
de la caja de los truenos
se está mejor dormido
en la tumba del abuelo
el párroco
en la espadaña
de alto tañer repentino
a cinco siglos campanadas
hacia los cuatro caminos
el valle
descansa abajo entre sierras
quebradas grutas de espinos
hacia allá donde rebrotan
en cruz los cuatro caminos
el campo
pregona y canta
sus coplas sacras / relinchos
de salamancas y hogueras de sanjuanes
en humo suben al viento
viento trovero del valle.
El bajo viento embiste
propagando voces altas
Los cerros viejos y tristes
oran y callan.
JOSÉ LUIS MACHADO
3 TEXTOS
1
Naked Lady o la Dama desnuda, ha sido captada varias veces en una biblioteca del oeste de Montevideo; es una mimofonía inofensiva, inocente, tímida y huidiza, y parece tener miedo de las personas desconocidas. Cuando se hicieron obras en la biblioteca se fue a vivir con una de las bibliotecarias hasta que las terminaron. Seguramente el ruido molestaba o interrumpía su lectura. Cuando paso a su lado hago como que no la veo, entonces ella me mira, sonríe y comienza a leer los susurros más sublimes de la Tierra.
2
Aquel hombre era un fotógrafo profesional. Se jactaba de haber retratado desnudos de las mujeres más hermosas de la comarca. Además de la fotografía, le gustaba todo lo que tenía que ver con súper-vivencialismo y luego de haber entrenado como guía por meses se fue a acampar en soledad. Dijo que quería fotografiar a las fantasmas más bonitas y que lo lograría si estaba solo. Volvió a casa después de 2 semanas de estar en la gruta de los helechos sin captar una sola alma. Reveló los rollos de película de la cámara para encontrar numerosas fotos de su cuerpo desnudo en diferentes noches.
3
Y de pronto, en el lugar de la forma de mujer hecha de ternuras, había algo más. Algo enorme, algo cercano. Me abalancé hacia delante con mis manos de abrazar. Le canté como un pájaro místico y se abrió de alas, que eran azules como las huellas de la muerte. Los vuelos se juntaron y todo el estanque se estremeció.
Algo golpeó mi nuca y mi espalda mis pies dejaron la tierra por un instante y cuando abrí los ojos, pude ver cómo una mariposa gigantesca se sumergía en el agua. Aún la espero aquí sentado en el borde del estanque.
¡Shh, veo espirales y burbujas!
JOSÉ LUIS MACHADO
TIROS LIBRES / 4
Esto pasó en los 90, a mediados de 1995 para ser más exactos. Saramago publicaba Ensayo sobre la ceguera, Uruguay salía campeón de América, Camilo José Cela ganaba el Cervantes. Yo estaba por cumplir 21 años, había terminado el liceo, jugaba al fútbol y tenía alguna que otra novia. Andaba como cantaba el Darno Con soles en la cabeza y me sentía como un toro en la arena.
Al equipo había llegado un jugador experiente, un campeón de América. Era zurdo, jugaba de enganche, o de entre-ala, pa mí era 10. Era tan dotado como altanero, tan talentoso como bruto. Entraba a las prácticas con el brazalete de capitán. Era un tipo orgulloso, tenía un altísimo concepto de si mismo y confiaba en todo lo que hacía porque tenía la certeza de que podía hacerlo todo bien y que no había nadie mejor que él. El tiempo le mostró que estaba equivocado.
Era todo un personaje y en el fondo a pesar de él, era un buen tipo.
El club hizo un gran esfuerzo económico para contratarlo. Con la prima que le habían pagado se compró una camioneta de esas que tienen el baúl adelante, Brasilia creo que era el modelo, era de un amarillo intenso que te estallaba en la vista. Por supuesto que el zurdo, como le decían, sólo sabía encenderla y manejar. Un día le hicimos una broma. Después de la práctica lo acompañamos hasta la camioneta, un amigo cómplice abrió la capota delantera y gritó: ¡Bo Zurdo te robaron el motor!
El zurdo se agarraba la cabeza y estaba como loco, pateaba el piso y puteaba el cielo. Luego de un rato se sentó en el cordón y se le veía en los ojos que estaba a punto de llorar, a mí me dio lástima y le dije. Taba malísimo, al otro día no nos pasaba la pelota.
Yo jugaba al fútbol y tenía alguna que otra novia.
Y andaba por la vida (Como cantaba el Darno)
Con soles en la cabeza y me sentía como un toro en la arena.
IVONNE DÍAZ
XII
Mi barrio era un camino viejo, bordeado de enredaderas, doce familias con esperanza, doce niños cometa y rayuela.
Mi barrio es una ruta transitada por camiones, llevando soja transgénica. Doce adultos sobrevivientes, doce vidas sudor y espera.
Mi barrio es una puesta de sol que se adivina entre gigantes contenedores y porfiadas palmeras, es cuneta donde apereás y ratas saludan a los niños cuando vuelven de la escuela; es viento, depósito, antigua quinta y bandera.
Doce utopías y doce quimeras.
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