Querido Ulises: tu hijo Sebastián acaba de publicar en Facebook la noticia de que una serie de infartos cerebrales te ha sumergido en un estado de coma del que sólo te podría hacer emerger una reacción milagrosa, y nos pide que hagamos una cadena de oraciones pidiendo por tu vida.
Mi manera de orar por tu oro interior va a ser la publicación de este brevísimo relato.
A mediados de los 90 asumí la producción de la Banda Barroca, que estaba mayoritariamente integrada por escritores y músicos del Taller Literario Universo, a los que se sumaron tres muchachas.
La proliferación creativa fue vertiginosa y me di cuenta que necesitaban un maestro arreglador al estilo del George Martin beatlero.
Vos ya eras un compositor minimalista reconocido a nivel mundial y uno de tus alumnos me sugirió que te planteara la formación de un ámbito tallerístico que ensamblara a la Barroca en un plano expresivo de primer nivel, lo que en ese momento no existía ni por asomo en la toldería de Tontovideo.
Y aceptaste, cobrando modestísimamente y trabajando durante más de un año con una garra celeste como muy pocas veces podemos encontrar en el oscurísimo ambientún de nuestra culturosis.
Me acuerdo que cuando te entrevisté para plantearte la patriada yo estaba borracho y te dije que sentía que en el grupo había Espíritu Santo y no te escandalizaste en lo más mínimo.
En ese momento yo no sabía que vos también creías en el Espíritu Santo.
La Banda Barroca llegó a grabar el CD Plan de ataque en el 97 y se disolvió antes de la edición del trabajo, por razones que no corresponde explicar en una oración.
Lo cierto es que recién el año pasado recuperé el maravilloso material que dirigiste con una inspiración, un fervor y una maestría dignas del mismísimo George Martin, y ahora logré que esté a disposición en youtube, además de haberlo podido difundir a nivel masivo a través de elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com
Este durísimo (pero también riquísimo) tramo de la pos-posmodernidad está lleno de dedos que se carbonizaron tratando de tapar el sol.
El último tema del CD se llama Talita cumi y su texto fue un cadáver exquisito que collageamos con Diego Presa y Marcos Barcellos (caja de vino mediante) en un cuarto de mi casa que yo llamaba La trinchera estrellada.
La música es de Colomba Biasco, y lo único que voy a contar es que le planteaste a la banda una construcción a lo Jethro Tull circular y polirrítmica (en el medio se pasa del compasillo al 6/8) además de pedirle a Colomba que lo cantara pensando en cómo decía sus discursos Fidel Castro.
Fue un ensayo realmente memorable, y la muchacha terminó clarinando fuera de registro y con notorias desafinaciones un tema que logra isomorfizar el milagro arquetípico logrado por nuestro máximo maestro con la hijita de Jairo.
Adjunto el clip, entonces, y que el que tenga oídos para oír se sume a tus latidos.
(si tiene problemas para visualizar el reproductor, recorte y pegue en el navegador el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=dvYNWoGdiV8 )
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