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CÉSAR VALLEJO - AUTÓGRAFOS OLVIDADOS


CUADRAGESIMONOVENA ENTREGA


STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)


España, aparta de mí este cáliz (6)

‘¡Pérdida de Toledo, con fusiles escoltados…’ (9 de octubre, 1937)
(V1a) (40); ‘¡Pérdida de Toledo, por fusiles cargados…’ (9 de octubre, 1937) (V1b) (41)

La batalla que inspiro estos dos autógrafos ocurrió casi exactamente un año antes de la composición del poema; la pérdida de Toledo tuvo lugar el 27 de noviembre de 1936. (137) Este es el único poema en la colección que exista en dos versiones autógrafas. A despecho de que Vallejo evidentemente revisara mucho el poema, menos de la mitad sobrevivió hasta la versión definitiva. Como se puede ver en el primer borrador, punto característico de la fórmula creativa de Vallejo, el poema tuvo varias salidas en falso. Los tres primeros versos, por ejemplo, fueron tachados. Y así, después de efectuada esta primera revisión, se iniciaba el poema de la manera siguiente: ‘Pérdida de Toledo, con fusiles escoltados / de balas afectuosas’ (V1a, vv. 1-2). (138) Luego al crear el segundo borrador, Vallejo hizo unos cambios ligeros: ‘¡Pérdida de Toledo, por fusiles cargados / (escoltados) de balas afectuosas (V1,b, vv. 1-2), lo que, básicamente, se conservó al convertirse en el comienzo del poema ‘Batallas de España III’ en el primer borrador de la versión dactilográfica: ‘¡Pérdida de Toledo / por fusiles cargados de balas afectuosas!’ (V2, vv. 1-2; Silva-Santisteban. IV, 40). Luego, durante la revisión posterior de la versión dactilográfica, estos versos se eliminaron (V3; Silva-Santisteban, IV, 98). Como vemos, el hecho de que tengamos una secuencia de versiones del mismo poema nos deja ver de cerca el proceso de composición del poeta peruano. La comparación de las dos versiones autógrafas muestra que la transcripción para Vallejo siempre era una labor creativa. A veces Vallejo simplemente cambiaba alguna u otra expresión en el segundo borrador sin que hubiera ninguna indicación al respecto en el primero. En el primer borrador, por ejemplo, el adjetivo ‘hambrientos’ (V1a, v. 10) se transformó en ‘armados de hambre’ (V1b, v. 8). De manera similar, ‘sin aviones, sin hambre’ en el mismo verso del primer borrador (V1a, v. 10) se convirtió en ‘sin aviones, sin guerra, sin rencor’ (V1b, v. 10). El verso ‘negros de blanca saliva’ (V1a, v. 11) simplemente desapareció durante la transcripción. La repetición triple del verbo ‘perder’ (V1a, v. 13) no se siguió en el segundo borrador, y el verbo ahora no se repite: ‘Los rótulos al hombro y el perder (…)’ (V1b, v. 11). A veces uno puede lamentar tal o cual enmienda. En el primer borrador del manuscrito, por ejemplo, se leía: ‘retroceder aún y no saber / donde poner su España de bolsillo, / donde ocultar su beso de mundo’ (V1a, vv. 18-20). Después de unas correcciones a mano, se convirtió en: ‘retroceder aún y no saber / donde poner su España, / donde ocultar su beso de orbe’ (V1b, vv 19-21). La connotación poética de ‘España de bolsillo’ desgraciadamente se ha perdido en la revisión.

Las revisiones revelan otra estrategia muy querida de Vallejo. Mientras que en las primeras versiones de los poemas de guerra Vallejo mantiene una relación estrecha entre la agonía del pueblo español y su propio destino, suele suprimir la importancia de esa conexión al revisar sus poemas. En el segundo borrador del manuscrito, por ejemplo, leemos lo siguiente: ‘Duele, no creas, ese mediodía, / tamaño exactamente de mi suicidio (…)’ (V2, vv. 29-30; Silva-Santisteban, IV, 40). (139) Hay otro indicio en las versiones autógrafas del poema que sugiere que Vallejo se siente atraído por el concepto de que la guerra civil española es un espejo en que puede mirar la imagen de su propio destino. (140) En el primer borrador del manuscrito, por ejemplo, el poema concluye con las palabras siguientes: ‘nadie se acuesta fuera de su cuerpo, / nadie, al espejo, toca su gemido’ (V1a, vv. 28-29). En el segundo borrador, sin embargo, Vallejo introduce un ligero cambio, usando la forma enclítica del verbo como  era su costumbre: ‘nadie se acuesta fuera de su cuerpo, / nadie, al espejo, tócase el gemido’ (V1, vv. 31-32). Pero en la versión dactilográfica esta nota personal desaparece y ahora el poema concluye así: ‘nadie se acuesta fuera de su cuerpo…’ (V2, v. 32; Silva-Santisteban, IV, 40). Vallejo evidentemente no quería introducir un tono exclusivamente personal en el poema.

Como ya se ha mencionado, una gran parte de este poema se eliminó durante la revisión posterior de la versión dactilográfica. Así, según podemos ver en el facsímil, la primera estrofa (‘¡Pérdida de Toledo (…)’ hasta ‘¡Pérdida de la pérdida española!’; V2, vv. 1-6) fue tachada. Lo mismo pasó con la última estrofa (‘¡Qué melodía (…)’ hasta ‘fuera de su cuerpo…’; V2, vv. 23-32; véase el facsímil, Silva-Santisteban, IV, 98-99). Solamente la parte central sobrevivió. Como hemos visto, la existencia de dos autógrafos, uno de los cuales es una versión corregida del otro, ofrece al lector una oportunidad inmejorable de entrar en el ‘austero laboratorio creador’ del gran poeta peruano. (141)


Notas

(137) Thomas, The Spanish Civil War, 423.
(138) A continuación se usarán las siglas V1a y V1b para referirse al primer y al segundo autógrafos de este poema respectivsamente.
(139) Hay un paralelismo muy  estrecho entre estos versos y otro en ‘…Retrocede…’ (‘tamaño de suicidio’, v. 7), lo cual sugiere una fuente de inspiración similar. Véase la discusión arriba, 94-96.
(140) Vallejo asocia el acto de leer con el de mirarse en el espejo. Según puntualizó en su libro de apuntes: ‘Cuando leo, parece que me miro en el espejo’ (Contra el secreto profesional, 83).
(141) La expresión se cita en un artículo de Vallejo, ‘Autopsia del surrealismo’. Artículos y Crónicas (1918-1939), 571-76 (576)

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